Por Jorge Molina
He aquí un suscinta radiografía que explicaría parte del descontento popular respecto del sistema sociopolítico y económico neoliberal.
Educación
De acuerdo a la economista Andrea Repetto (2012), en Chile el apellido tiene un poder predictivo relevante en los ingresos. La estratificación social es persistente. En otras palabras, hay una cierta movilidad social, pero con techo.
El estudio Desigualdad, segregación y resultados educacionales (2014) del Centro de Estudios Públicos (CEP), realizó un cruce entre los datos de remuneraciones promedio y puntajes Simce según la proximidad de domicilio con una estación del metro en que viva una familia, encontrando estrechas correlaciones entre el lugar donde se vive, el grupo socioeconómico y resultados académicos.
Christopher Hayes resume la Ley de hierro de la meritocracia… “La desigualdad generada por un sistema meritocrático crecerá lo suficiente como para trastocar los mecanismos de movilidad. La desigualdad de resultados hace imposible la igualdad de oportunidades”.
Los resultados del SIMCE de 2017 reflejan que “No hemos logrado acortar las brechas socioeconómicas de manera significativa. En Lenguaje la diferencia está entre 50 y 60 puntos en todos los niveles educativos, mientras que en Matemáticas la brecha comienza con 60 puntos en 4º básico y aumenta hasta 105 puntos en 2° medio”. Luego, la diferencia entre estudiantes de sectores socioeconómicos alto y bajo es de dos años (http://educacion2020.cl/noticias/educacion-2020-sobre-simce-2017-el-diagnostico-esta-claro-es-hora-de-innovar-en-la-sala-de-clase/).
En cuanto a la PSU 2018, de los 209 puntajes nacionales, solo 34 provenían de establecimientos particulares subvencionados, 22 provenían de colegios municipales; mientras que 153 fueron de centros privados, ¡y ojo! los alumnos de establecimientos de esta última dependencia solo representaron el 11% de los examinados en dicha prueba.
Desigualdad
De acuerdo a la Cepal (2017), en Chile el 50% de los hogares de menores ingresos tenía un 2,1% de la riqueza neta del país, el 10% concentraba un 66,5% del total y el 1% más acaudalado concentró el 26,5% de la riqueza.
El informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), ¿Un elevador descompuesto? Cómo promover la movilidad social (2018) afirma grosso modo que como la desigualdad en los ingresos aumentó desde la década de 1990, la movilidad social se estancó; eso significa que menos gente en la parte inferior de la escalera social ha podido ascender mientras los más ricos han mantenido sus grandes fortunas. Luego, considerando los actuales niveles de desigualdad y la movilidad intergeneracional de los ingresos, el niño de una familia pobre necesitaría en promedio por lo menos cinco generaciones para alcanzar un nivel medio de ingresos en los países de la OCDE.
Asimismo, dicho informe señala que en naciones con alta movilidad social y baja desigualdad, los nacidos en familias de bajos ingresos tardarían entre tres y cuatro generaciones en acercarse al ingreso medio de la sociedad. En tanto, los nacidos en Estados de baja movilidad social y alta desigualdad, podrían requerir hasta once generaciones. En el caso particular de Chile, la movilidad social ascendente tarda en promedio la friolera de seis generaciones, es decir, 180 años aproximadamente.
Sueldos
En agosto de este año apareció una nueva versión del estudio Los Verdaderos Salarios de Chile (2018), de la Fundación Sol, en base a resultados de la Encuesta Suplementaria de Ingresos 2018. Algunos de los principales resultados son:
-El 50 % de los trabajadores chilenos gana menos de $400.000 y prácticamente 7 de cada 10 trabajadores menos de $550.000 líquidos.
-Sólo el 20,2 % gana más de $750.000 líquidos.
-En las regiones de Coquimbo, Libertador, Maule, Biobío, Araucanía, Los Ríos, Arica y Parinacota y Ñuble se
observa un atraso salarial más pronunciado, ya que el 70 % de los ocupados/as percibe menos de $500 mil.
Endeudamiento
El Informe de Deuda Personal, investigado por la Universidad San Sebastián y Equifax, plantea que en Chile más de 11 millones de personas están endeudadas (lo que equivale a más del 80% de los mayores de 18 años) de las cuales 4,6 millones están morosas. El monto promedio de la morosidad es de $1.754.525.
Pensiones
De acuerdo al estudio de la Fundación Sol denominado Pensiones bajo el mínimo (2019): “A Diciembre de 2018, el 50 % de las 684 mil jubilados que recibieron una pensión de vejez por edad (la modalidad de pensión más masiva) obtuvieron menos de $151 mil ($135 mil si no se incluyera el Aporte Previsional Solidario del Estado). Incluso, en el tramo de aquellas personas que cotizaron entre 30 y 35 años, el 50 % recibió una pensión menor a $296.332, valor levemente superior al Salario Mínimo de fines de 2018, pero inferior al Salario Mínimo actual.
En el caso de las mujeres, ya que el 50 % de las 394.643 jubiladas por vejez edad, recibe una pensión menor a $138 mil ($107 mil si no se incluyera el Aporte Previsional Solidario
del Estado) y pensión mediana para quienes cotizaron entre 30 y 35 años, vale decir, casi toda una vida laboral llega a sólo $281.722”.
No obstante lo anterior, las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) cerraron el primer trimestre de 2019 con un alza del 100%.
Según lo informado por el diario La Tercera, las ganancias totales de la industria en los primeros tres meses de 2019 alcanzaron los US$196 millones. La AFP más exitosa durante este período fue Planvital, que registró una variación de 802%, hasta los US$13,9 millones. La segunda firma que anotó la mayor expansión fue Provida, con 234%. La cifra fue explicada por la mejor utilidad del encaje ($16.142 millones) y el menor impuesto a las ganancias ($12.989 millones). La AFP Habitat también anotó un positivo resultado, al totalizar US$55 millones. En tanto, Provida observó un aumento de 234% en sus beneficios, hasta los $31.284 millones; Habitat de 68,1% a $37.567 millones; Modelo de 67,3% a $11.310 millones; Capital de 63,6% a $24.271 millones.
Autopistas
Según Economía y Negocios de El Mercurio, las ganancias de estas compañías en 2018 aumentaron 17,6% anual hasta los $221.077 millones. En tanto, los ingresos subieron 14,1% a $482.778 millones. Estas cifras corresponden a los balances de Costanera Norte, Autopista Central, Vespucio Sur, Vespucio Norte y Autopista Nororiente.
Las utilidades estuvieron encabezadas por Costanera Norte -del Grupo Costanera, ligado a la italiana Atlantia y a la canadiense CPP Investment Board- con $83.310 millones, un incremento de 23,2% frente a 2017. Esta firma indicó en su balance reportado a la Comisión para el Mercado Financiero que el pasado ejercicio «los kilómetros facturables registraron un crecimiento de 4,5% en relación al año anterior».
Autopista Central, en tanto, obtuvo beneficios por $66.579 millones en 2018, superando los $53.432 millones de 2017.
Isapres
Durante el primer semestre de este año, el Superintendente (s) de Salud, Patricio Fernández, entregó los resultados financieros oficiales del Sistema Isapre para el 2018, los que, al 31 de diciembre del año pasado, arrojaron utilidades por $64.392 millones; un aumento de $30.552 millones con respecto a la cifra de $33.840, obtenida en igual periodo, durante 2017.
Destacan entre las Isapres: Colmena ($16.286 millones), Nueva Masvida ($11.654 millones) y Banmedica ($10.867 millones); siendo Cruz Blanca y Nueva Masvida quienes registran los mayores aumentos en sus resultados, 64,3% y 43,3% respectivamente mientras, en contraste, Banmedica y Consalud presentan las disminuciones más significativas con 50, 6% y 12, 0, respectivamente (http://www.supersalud.gob.cl/prensa/672/w3-article-18490.html).
Banca
La Comisión para el Mercado Financiero (CMF) informó que las utilidades del sistema bancario chileno, alcanzaron a los $1.357.024.000.000 durante el primer semestre de 2019. El resultado del primer semestre representa una variación positiva de 8,25% en 12 meses, y, para junio, un aumento de 22,84% respecto del mes anterior (mayo), de acuerdo a Valor Futuro. En términos individuales, Santander Chile conservó el primer lugar con $297.230 millones, seguido por Banco de Chile, con $293.663 millones. En tercer lugar se ubica Bci, con $231.450 millones, mientras que en cuarto lugar se sitúa Scotiabank, con $160.344 millones. El quinto puesto es para Falabella, con $107.546 millones; el sexto para Estado, con $106.719 millones y en el séptimo para Itaú Corpbanca, con $86.739 millones. En el octavo lugar se ubicó Security, con $40.155 millones, mientras que en el noveno lo hizo Bice, con $33.178 millones (http://www.elmercurio.com/inversiones/noticias/analisis/2019/07/30/ganancias-de–la-banca-chilena-crecen-825.aspx ).
Enel
El gigante conglomerado transnacional italiano, registró una utilidad neta de $174.541 millones el primer trimestre de 2019, cifra que representó un fuerte salto de 148,9% frente a igual periodo del año anterior.
Aguas Andinas
Las utilidades semestrales de Aguas Andinas bajaron un 0,7%, representando una utilidad neta de $80.610 millones (https://www.latercera.com/pulso/noticia/utilidades-semestrales-aguas-andinas-bajan-80-610-millones/823425/).
Integración vertical de clínicas
Empresas Banmédica es dueña de dos Isapres, Banmédica y Vida Tres. Este consorcio posee las clínicas Santa María, Dávila, Help, Clínica Vespucio, Bío Bío, Ciudad del Mar, los centros médicos Vida Integra y Home Medical Clinic.
Bupa Chile es parte del holding español Bupa-Sanitas y controla en Chile el 54 por ciento de la Isapre Cruz Blanca y otros negocios en el ámbito de los seguros y, por cierto, en la salud, lo que confirma la integración vertical en este rubro. Tiene poco más del 20 por ciento de los cotizantes y posee la red de centros médicos Integramédica, Sonorad y Pilar Gazmuri. En el área hospitalaria posee la Clínica Reñaca, Antofagasta, San José en Arica, el sistema domiciliario Clinical Service y construye en estos momentos la Clínica Bupa en La Florida, de más de cien mil metros cuadrados y 400 camas. Durante la OPA (Oferta Pública de Acciones) de 2014, Cruz Blanca quedó valorada en nada menos que 650 millones de dólares.
Isapre Colmena mantiene el modelo de integración vertical a través de la Clínica UC de San Carlos de Apoquindo y otros centros en regiones, a través de su propietario, el grupo Bethia. Este extenso consorcio está presente en negocios tan diversos y antagónicos como viñas (Indómita, Santa Alicia y Dos Andes), transporte aéreo (Latam), hípica (Club Hípico), medios de comunicación (Mega), agua potable (Aguas Andinas) o el retail (Falabella), entre otros. Bethia es también un inversionista en la Clínica Las Condes, con el once por ciento del capital.
Junto a estos negocios, Colmena está relacionada con centros de prestaciones médicas, tales como Dial Médica; Dial Médica Hospitalización Domiciliaria; Centro de Salud Mental Golden Cross y Golden Cross Hospitalización Domiciliaria. Además, según un informe de la Fiscalía Nacional Económica publicado en la prensa corporativa, el conglomerado tiene participaciones minoritarias en varias clínicas a lo largo del país, tales como Clínica Magallanes de Punta Arenas; Clínicas Elqui de La Serena; Integral de Rancagua; Hospital Clínica del Sur de Concepción; y Clínica Puerto Montt, entre otras.
Por último, Consalud es la otra gran Isapre, con aproximadamente un 20 por ciento de los afiliados. Con un esquema similar y ligada a la Cámara Chilena de la Construcción, mantiene la integración vertical en el negocio con decenas de centros médicos y hospitalarios (https://www.elciudadano.com/economia/no-hay-salud-las-suculentas-ganancias-de-las-clinicas-privadas/06/02/).
Conclusión
El concubinato expreso y subrepticio del poderío familiar, económico y político, que durante gran parte de la historia chilena ha postergado a los más carenciados, generó una segmentación muy desproporcionada sobre la sociedad, lo que finalmente ha acarreado una ebullición social de los postergados y endeudados del sistema. He aquí el porqué una desigualdad tan radical es peligrosa para la estabilidad de los Estados nacionales. Millones de chilenos han contribuido por años a un crecimiento económico burbuja, pues las ventajas materiales de las que actualmente se goza son solamente el fruto de la existencia de más de veinte millones de tarjetas de crédito que han conseguido que la gente sobreviva más que viva. Era inevitable que esta eclosión social, más temprano que tarde estallaría.