Ecologistas en Acción considera que la sentencia de los juicios del 1-O es un ataque a la desobediencia civil y una regresión democrática.
El 7 de octubre Ecologistas en Acción celebró una acción directa no violenta realizada por un grupo de personas que protestaban por la inacción política frente a la emergencia climática. La desobediencia civil pacífica, que forma parte de los principios ideológicos de Ecologistas en Acción, ha sido una herramienta fundamental para conseguir derechos ambientales y laborales, derechos para las mujeres y para otros colectivos que han sufrido, y aún sufren, discriminación. Por ello Ecologistas en Acción considera que la sentencia del Tribunal Supremo por los hechos relacionados con el 1 de octubre de 2017 contiene una inaceptable criminalización de la protesta y de la desobediencia civil.
Para Ecologistas en Acción la calidad democrática de una sociedad se mide fundamentalmente por la capacidad de acoger la protesta y la discrepancia. No es la primera vez que se criminaliza injustamente a movimientos sociales: colectivos anarquistas, personas jornaleras o grupos ecologistas, entre otros, hemos sufrido ya la represión por ejercitar el derecho de libertad de expresión, de reunión o de huelga. La sentencia del juicio al 1-O, además de saltarse el principio de proporcionalidad al condenar a años de cárcel a personas que han organizado un referéndum, abona el terreno para escalar en esta criminalización de todos los movimientos sociales.