Estamos siendo testigos de un momento de movilización social generalizada en muchas ciudades de todo el mundo que parece ir cobrando fuerza a medida que las cifras aumentan y las demandas se hacen más claras, incluso si comienzan con una respuesta muy particular a un acto específico de gobierno (aumento de las tarifas del combustible o del transporte, corrupción, autoritarismo) y pronto incluyen todo el sistema de opresión y deshumanización, años de austeridad para los pobres y concentración de la riqueza para los acaudalados, guerras, violencia en todas sus formas, todo ello se convierte en un clamor profundo: este sistema tiene que cambiar.
Tal vez las comunicaciones internacionales y la concienciación sobre cuestiones comunes, en particular entre los jóvenes, se han visto reforzadas por las acciones de grupos ecologistas como los Greta’s Fridays for the Future y Extinction Rebellion y, menos visibles en los medios de comunicación pero igualmente importantes en cuanto a los riesgos compartidos por toda la humanidad, por el trabajo coordinado de los activistas antinucleares de todo el mundo con la intención de lograr la prohibición de las armas nucleares a través de la ratificación del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares.
Tal vez la calidad simultánea de las protestas es simplemente una prueba de que la gente ha llegado al punto de ruptura y ya no puede tolerar la violencia, la discriminación, la opresión, la competencia, la falta de solidaridad, y podemos entenderla como una respuesta a la crueldad del capitalismo neoliberal.
Tal vez el ascenso de los autócratas y fascistas trastornados, la toma de gobiernos, la traición a sus aliados, la dirección de un genocidio de inmigrantes, han traído ecos del estado de asuntos anteriores a la Segunda Guerra Mundial.
O, quizás, una nueva sensibilidad, un nuevo espíritu, una nueva inspiración y un nuevo humanismo están creciendo en los corazones de los pueblos, que comienzan a ver más allá de la rebelión, más allá de las protestas, y más allá de sus vidas individuales, soñando, vislumbrando, sólo para ver cómo el mundo podría ser diferente, compasivo, justo, seguro para todos, no violento, significativo, lleno de alegría y solidaridad.
Lo más probable es que todo lo anterior, y muchos otros factores sutiles se mostrarán en el proceso.
Algunos fragmentos de todo el mundo
Chile
Cuatro millones de personas estuvieron ayer en las calles de Santiago y otras ciudades demandando cambios en el draconiano régimen neoliberal del Presidente Piñera. La chispa fue un aumento en el precio de los pasajes del Metro al que los estudiantes respondieron enérgicamente, pero el resto de la población siguió para incluir temas de salud, educación, pensiones, etc. en las mayores manifestaciones jamás vistas en el país.
Haití
Los manifestantes contra el gobierno llevan varios meses exigiendo cambios, denunciando la corrupción y la abyecta pobreza impuesta a la población.
Cataluña
Ha habido manifestaciones masivas contra las largas penas de prisión impuestas por los tribunales españoles a miembros del Gobierno catalán tras la celebración de un referéndum sobre la independencia de Cataluña.
Francia
Los Gilets Jaunes (chalecos amarillos) han estado en las calles de muchas ciudades francesas durante meses, inicialmente protestando por un aumento en el precio del combustible, pero ampliando el mandato para incluir otros problemas sociales y exigiendo cambios en el sistema.
Reino Unido
Más de un millón de personas salieron a las calles para protestar contra la forma en que el gobierno está llevando a cabo el proceso del Brexit y exigiendo un voto popular, una última palabra sobre si el Reino Unido abandona realmente la UE y bajo qué condiciones.
Hong Kong
Inicialmente desencadenado por una sentencia que permitía enviar a los delincuentes a los tribunales de China continental para que fueran juzgados (ahora retirados por los funcionarios de Hong Kong), el movimiento ha mantenido una presencia constante en las calles durante varios meses, añadiendo otras demandas, en particular, un avance hacia la plena democracia.
Argelia
La “Revolución de las Sonrisas” ha visto gente en las calles durante varios meses, lo que llevó a la caída del anterior régimen corrupto y a las negociaciones en curso con un ejército poco cooperativo para un nuevo gobierno que responda a las necesidades de la población.
Líbano
En todo el país se están llevando a cabo protestas no sectarias en respuesta a los impuestos planeados por el gobierno sobre la gasolina, el tabaco y las llamadas telefónicas en línea, como por ejemplo a través de Whatsapp.
Ecuador
Los aumentos en las tarifas de transporte liderados por el FMI y la austeridad neoliberal del presidente Lenin Moreno provocaron manifestaciones masivas y la participación de la población indígena. A pesar de la aparente vuelta atrás del gobierno, aún existen graves problemas y la población sigue en alerta máxima.
Marruecos
Las protestas sociales comenzaron en 2017 denunciando las medidas económicas, la escasez de agua y la represión violenta del régimen, pero los problemas continúan ya que las medidas introducidas por el Rey han agravado los problemas existentes.
Egipto
Las protestas contra el gobierno del presidente el- Sisi han tenido lugar en varias grandes ciudades egipcias, pero han sido recibidas con una fuerte respuesta policial y violaciones de los derechos humanos, según Amnistía Internacional y otras organizaciones.
Rusia
Se han producido manifestaciones a favor de la democracia, principalmente por estudiantes, seguidas de detenciones y juicios inundados de jóvenes.
La lista continúa. Los jubilados de Irán, los profesores estadounidenses, el derrocamiento por Sudán del gobierno corrupto de Al Bashir, las manifestaciones masivas de la República Checa contra la corrupción, las protestas antigubernamentales de Irak, etc.
Estas imágenes hablan por sí solas
Traducción del inglés por Michelle Velez