Mientras Sebastián Piñera anunciaba este miércoles que la próxima cumbre sobre el cambio climático COP25, prevista para los primeros días de diciembre, no se llevará a cabo en Santiago de Chile ante la situación de crisis que vive el país, el gobierno provisional de Pedro Sánchez ofrece que se haga en España, con la generosa oferta de que sea Chile, si así le parece oportuno a Piñera, quien siga organizándolo aunque la sede esté en Madrid. La decisión se tomará la próxima semana en la central de la Convención de la ONU para el cambio climático (Unfcc), en la ciudad alemana de Bonn.
Esta oferta por parte del Presidente en funciones Pedro Sánchez se ha convertido, para algunos, en una propuesta electoralista (el próximo 10 de noviembre, se celebran elecciones en España), mientras que para otros se ha tratado de una oportunidad perdida para denunciar la violación de derechos humanos por parte del gobierno de Piñera. La oferta no necesariamente debería haber estado asociada a que se mantenga Chile como país organizador, según los últimos.
En tanto, en una una nota corta, Greenpeace ha manifestado su preocupación ante la suspensión de la reunión de la COP25 en Santiado de Chile. a través de una declaración de su directora ejecutiva internacional, Jennifer Morgan, quien ha dicho “El gobierno de Chile, al anunciar que no puede albergar la COP 25, no debe detener el debate en la sociedad chilena sobre la injusticia ambiental y social. Estamos en una crisis climática: se debe mantener el diálogo civil y el derecho a la protesta pacífica. Posponer una reunión no pospone el cambio climático y sus impactos en las mismas personas que Piñera dice proteger. Nunca ha habido un momento más vital para que se escuchen las voces. En todo el mundo, la gente clama por un cambio. Los canales para el diálogo deben mantenerse abiertos. Los líderes no pueden esconderse, sino que deben escuchar las demandas de la gente y actuar con urgencia sobre el impacto que la crisis climática está teniendo en nuestro planeta y nuestro tejido social ”.