Los países europeos y norteamericanos darán un gran paso adelante en la limpieza de la atmósfera el próximo lunes 7 de octubre, mediante la aplicación de un tratado enmendado y jurídicamente vinculante para limitar la cantidad de emisiones que contaminan el aire.
Con 18 países y la Unión Europea ya han ratificado el tratado modificado, de un total de 51 que lo han firmado, incluidos muchos de los países que forman parte de la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas (CEPE), la entrada en vigor oficial marca un paso importante para frenar los contaminantes estrechamente relacionados con el cambio climático, la degeneración de los ecosistemas y la salud humana que puede poner en peligro la vida.
El Protocolo de Gotemburgo, establecido en 1999, fija compromisos de reducción de emisiones jurídicamente vinculantes para 2020 y más allá, en relación con los principales contaminantes atmosféricos, y se basa en el Convenio de la CEPE de 1979 sobre la contaminación atmosférica transfronteriza a gran distancia (LRTAP), cuyo objetivo original era detener la aparición de la lluvia ácida.
Además de centrarse en los contaminantes atmosféricos bien conocidos, el Protocolo se actualizó en 2012 para incluir la reducción de las partículas finas, contaminantes que, según se ha demostrado, causan efectos devastadores del cambio climático en cortos períodos de tiempo.
7 millones de muertes prematuras al año
Los expertos de la ONU han considerado la contaminación del aire como una violación de los derechos humanos, un problema mortal, causado por el hombre, responsable de unos siete millones de muertes prematuras cada año, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).