El anuncio de las medidas económicas post-acuerdos con el FMI se estaba esperando desde hace semanas. Finalmente, el martes 1 de octubre en la noche, el presidente Lenín Moreno, en cadena nacional, comunicó las decisiones. Afirmó que todas las medidas apuntan a «activar la producción» y que su decisiones son «decisiones postergadas durante décadas. Muchos opositores, críticos y futuros candidatos no lo van a decir en público, pero lo dicen en privado», afirmó.
Las medidas anuncias por el presidente son, en síntesis: liberación del precio del diésel y de la gasolina extra, combustibles subsidiados históricamente por el Estado y, particularmente el diésel, base de muchos sectores de la economía, incluidos pesca y agricultura. Eliminación o reducción de aranceles para maquinaria, equipos y materias primas agrícolas e industriales, así como
a celulares, computadoras y artículos tecnológicos en general. Reducción al 50% del impuesto a la salida de divisas para una lista de bienes de capital y materias primas, impuesto a la renta único para el banano, devolución de tributos al comercio exterior, contribución mayor de empresas que perciben ingresos superiores a USD 10 millones anuales, eliminación de anticipo de impuesto a la renta, reducción del impuesto a vehículos cuyo costo es menor de USD 32 mil, si se trata de vehículos para uso productivo.
Las medidas incluyen además reformas laborales para el sector público, cuyos servidores deberán aportar cada mes un día de salario, sus vaciones se reducirán de 30 a 15 días anuales (a excepción de fuerza pública y servicios sociales) y los contratos ocasionales que se renueven, tendrán un 20% menos de remuneración. También en el campo laborar, se instituirán modalidades nuevas de contrato para quienes inician emprendimientos así como nuevos contratos de reemplazo en caso de licencia de maternidad, paternidad y enfermedades catastróficas. Finalmente, se abrirán facilidades para el teletrabajo y los empleadores incrementarán un 2% de aporte mensual para nuevos trabajadores. Por otra parte y como «paliativos» a los sectores que pueden verse afectados por las medidas, el gobierno anunció que 300 000 familias más recibirán USD 15,00 adicionales mediante diversos bonos y que habrá un fondo de USD 1000 millones para créditos hipotecarios desde el mes de noviembre.
Las reacciones desde todos los sectores no se hicieron esperar y, ante la liberación de los precios de los combustibles, los transportistas iniciaron a la medianoche del 2 de octubre un paro nacional. Por su parte, organizaciones sindicales como el Frente Unitario de Trabajadores e indígenas, como la CONAIE, han calificado las medidas como un premio a los empresarios. Los dirigentes de estas organizaciones anunciaron, en rueda de prensa, un gran paro nacional a partir de la próxima semana.
Jaime Vargas, de la CONAIE, anunció que se «declaran en resistencia» y llamó a la población ecuatoriana a expresarse en las calles contra e «paquetazo» económico.