Desde el kilómetro 0 en Madrid, ayer 2 de octubre, Día Internacional de la Noviolencia decretada por Naciones Unidas en homenaje a Gandhi, cuando eran las 18:00 oficialmente arrancó la Marcha Mundial. Alrededor de un centenar de personas estuvieron presente cuando Rafael De la Rubia, fundador de Mundo sin Guerras y coordinador general de la Marcha comenzó su intervención.
De la Rubia hizo un recuento de la 1.ª Marcha Mundial cuando el equipo base salió desde Wellington – Australia y recorrió 5 continentes en 92 países, por lo que ahora se aspira recorrer mas de 100 naciones, los asistentes entre los que se encontraba varias personalidades del Movimiento Humanista, simpatizantes de la MM, miembros de MSG acompañaron luego a un acto planificado por los organizadores en el Círculo de Bellas Artes en donde varias personas expusieron sobre los antecedentes de esta magno evento, las marchas Centro Americana y Sudamericana, los símbolos de la Noviolencia, TPAN, centros educativos y universidades, premios novel, medios de comunicación, entre otros. Por su parte, la orquesta Pequeñas Huellas realizó una presentación en el intermedio y luego se pasó un video de Federico Mayor Zaragoza otro de Carmen Magallón, una intervención de Philippe Moal del Observatorio Noviolencia de Francia; el actor Alberto Ammann con el tema de Arte y Cultura e Isabel Bueno con las actividades de los centros educativos.
Finalmente, Rafael de la Rubia terminó con un bosquejo de lo que será el recorrido de esta segunda Marcha Mundial y leyó un mensaje que lo preparó para esta ocasión que decía: “Años después aquella Marcha se repitió, se repitió y se repitió…
Fue creciendo y ampliándose hasta llegar a tocar todos los rincones de la Tierra y convertirse en una Gran Marcha. La intensidad y magnitud que tomó produjo que gentes anónimas, que pocas veces antes se habían expresado, salieran en multitud a las calles y plazas de forma pacífica y sin violencia. También se visibilizaron la gran cantidad de iniciativas, nuevas formas colaborativas en múltiples campos que estaban opacadas por el pensamiento único imperante. Tal fue su impacto que como una ola de solidaridad, como un gran grito mudo, con una gran caída en cuenta conjunta, fue recorriendo el planeta transmitiendo un sentimiento común, una correntada de «conciencia colectiva», de que se abría un «nuevo momento» para la especie humana.
La señal de que ese momento había llegado, se transmitió de boca en boca. Resonó de oído en oído. Se reconoció de mirada en mirada. Hubo gente que lo imaginó, otra lo soñó, otra lo vio y otra lo vivió…
Entonces se multiplicaron los tiempos para encontrarse, reconciliarse y trabajar juntos en una nueva etapa para la humanidad donde el hambre, las agresiones, las invasiones y las guerras finalmente formaran parte del pasado.
Se amplificó el dar voz a los sin voz, al poner las tecnologías de la comunicación al servicio de la gente. Entonces su eco recorrió el planeta diciendo:
! Basta… a tanta violencia ¡
…Eran los albores de la civilización planetaria…
Allá en el horizonte esa nación humana presiona desde el futuro…
Cada vez lo hace con más fuerza…
Orientando los sentidos personales…
y dando dirección a los pueblos
Allí nos reencontraremos y todos nos reconoceremos humanos”
Fotos:Gina Venegas G.