Servindi, 13 de setiembre, 2019.- “El periodismo ambiental –y en realidad cualquier rama del periodismo– tiene que ser un ejercicio de perturbación. Es decir, conseguir que la persona que está adelante se conmueva, pero también no termine ileso después de leer, ver el documental o escuchar el podcast”.
Con esta reflexión, el periodista y escritor Joseph Zárate, culminó su participación en el conversatorio “Periodismo ambiental y conflictos sociales: agenda, metodología y el rol de los medios”, realizado el 12 de setiembre en el Centro Cultural de la Universidad Pontificia Católica del Perú.
El autor de Guerras del interior (2018) también compartió con los asistentes, su experiencia en la redacción de sus crónicas, su aproximación a la realidad de los pueblos indígenas que considera complejas y los retos para llegar al público a través de las historias.
“Cuando uno escribe, hace periodismo con una pequeña esperanza de que algo va a pasar. Yo no sé si lo que estoy escribiendo va a cambiar el mundo o si va a mejorar las cosas, pero dentro mío siempre hay como una especie de pequeña intuición de que alguien lo va a leer, ver o escuchar y le va a hacer pensar y actuar de otra manera”, expresó.
Asimismo, Zárate refirió que hay periodistas que solo retratan la vida de los indígenas cuando sufren alguna calamidad y muchas veces, ni siquiera los nombran.
“Hay una malformación de cierto periodismo que solamente retrata la vida de los indígenas cuando ocurren calamidades y no se sabe quiénes son, qué ha pasado. Solamente se les reduce a una herida, como víctimas”, cuestiona.
En este contexto, compartió cómo escribió la crónica “Un niño manchado de petróleo”, la historia de la comunidad awajún de Nazareth, en el distrito de Imaza en Amazonas, entre ellos los niños, que intentan limpiar el río después de un derrame de 500 mil litros de crudo.
Con dicha historia, Zárate ganó el Premio Gabriel García Márquez de Periodismo 2018 en la categoría texto.
“De nada sirve hacer sendas investigaciones, estadísticas, cosas multimedia si no le dice nada a la gente, si no lo conmueve, si no le mueve un pelo, las interpela o le hace pensar que ese derrame de petróleo tiene que ver con esas pequeñas decisiones que tomamos en nuestro día a día”, acotó.
En el conversatorio, organizado por la Fundación Friedrich Ebert, Deutsche Welle Akademie y Servindi, también participaron Alexa Vélez de Mongabay, Nelly Luna de Ojo Público y Juan David Ortiz de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Antioquía.