Israel se enfrenta a la agitación política, mientras todavía resta contar votos de las elecciones del martes para poder confirmar al ganador.
Con el 92% de los votos escrutados, el partido Likud, del primer ministro Benjamin Netanyahu, y el partido Azul y Blanco, del ex jefe militar Benny Gantz, parecen estar casi empatados, con aproximadamente 32 escaños en el parlamento.
La elección fue convocada después de que Netanyahu fracasara en la formación de un gobierno de coalición tras las elecciones de abril. Además, Netanyahu se enfrenta a posibles acusaciones por múltiples casos de corrupción.
Netanyahu prometió, en caso de resultar elegido, anexar casi un tercio de la Cisjordania ocupada, lo que violaría el derecho internacional.
A principios de este año, Gantz se jactó en un anuncio de campaña de que había bombardeado Gaza hasta hacerla retroceder a la “Edad de Piedra”, y prometió “golpear” a Gaza de nuevo.