Por A. Tornquist
Las 44 horas de trabajo semanal fueron el fruto de las luchas de los sindicatos norteamericanos durante los 1800’s. Henry Ford en 1926, masificó el horario para una semana laboral de 40 horas y de 8 horas diarias para los trabajadores de sus propias fábricas de automóviles. ¡93 años atrás!
Curiosamente, este súper capitalista Henry Ford se dio cuenta que la mejor y mayor productividad no era posible con horarios esclavizantes. De hecho eliminó 4 horas menos por su cuenta, porque no había legislación aún. Lo instauró 12 años antes que el Congreso norteamericano aprobara la ley de 44 horas para todos los trabajadores del país al tiempo que se prohibía la contratación de menores de 16 años y se establecía el salario mínimo, todo esto en 1938. Recién en 1940 el horario quedó oficialmente normado a 40 horas semanales. ¡79 años atrás!
Piñera, Larraín y Cía., son grandes admiradores de los capitalistas de EEUU. pero no aceptan tal ejemplo de libre mercado.
Qué paradoja que una muchacha joven comunista nos acerque a la modernidad ya sostenida por el país emblema del capitalismo, EEUUU., y que sean los máximos capitalistas chilenos los que estén en contra.
Hay más. El horario semanal de 40 horas se constituía desde la 9 hasta 17 horas, se recordarán la una famosa película llamada: 9 a 5 donde actúa Jane Fonda y que trata de mujeres que trabajan desde la 9 hasta las 17 horas (9 am a 5 pm en EEUU).
Aclarando, si se cuenta las horas de 9 a 5, sumo a 8 horas diarias. Es decir, el almuerzo se cuenta como hora de trabajo.
Esto es porque se toma en cuenta de que el empleado sigue en función de su trabajo.
Si se restaran las horas del horario de almuerzo, estas serían 5 horas de trabajo menos semanal. Consecuentemente y si el trabajador quisiera, podría restar una hora cada día para sumar tiempo libre para él/ella, ya que no es pagada. Y el horario sería de 9 a 4 pm.
En resumen, en Chile estamos 79 años atrasados con el horario de 40 horas semanales desde las 9 a 5 de la tarde -5 días a la semana…con la hora de almuerzo incluida.
Por el momento aprobemos el proyecto de una joven comunista con apoyo amplio de los sectores progresistas, pero no olvidemos que la lucha por los horarios más humanos, es una lucha por el sentido humanista de la vida.