Esta crisis climática es casi irreversible, y es global. Y global e irreversible debe ser la respuesta

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11 de septiembre de 2019

Ver video https://youtu.be/iU7IhINREcI

Nuestro planeta se enfrenta actualmente a una crisis climática sin precedentes y ahora estamos cerca del punto de no retorno. Las consecuencias ya están mostrando signos de irreversibilidad en muchas partes del mundo, y muchos están sugiriendo ahora el abandono del término «cambio climático» a cambio de un lenguaje que transmita la seriedad de lo que está sucediendo.

Aunque la expresión «cambio climático» comenzó a aparecer a mediados de los años 70, y en 1988 fue consagrada por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU, a finales de los 90 ya competía con el término «calentamiento global», que para muchos transmitía con mayor precisión los cambios que sufría el planeta.

Fue con la administración republicana de George W. Bush en los Estados Unidos, asesorada por Frank Luntz, que el término fue sacudido una vez más: «Es hora de que empecemos a hablar del cambio climático y no del calentamiento global, y de la conservación y no de la preservación. Mientras que el calentamiento global tiene connotaciones catastróficas, el cambio climático sugiere un desafío más controlable y menos emocional».

Hoy, por desgracia, al igual que entonces, los que niegan el cambio climático están en todas partes, incluso en las cabeceras de algunos de los gobiernos más poderosos del mundo.

La ONU ha convocado una cumbre de emergencia que tendrá lugar el 23 de septiembre en Nueva York, para discutir la falta de cumplimiento de los objetivos fijados en los Acuerdos de París de 2015. Un informe de la ONU de noviembre de 2018 reveló que, en 2017, en lugar de disminuir como se había acordado anteriormente, las emisiones globales de carbono aumentaron, y para limitar el calentamiento global a 2 °C, los estados signatarios deben triplicar sus esfuerzos actuales.

Hasta ahora sólo 57 países han cumplido sus compromisos, y con el aumento de líderes escépticos sobre el clima como Trump en los EE.UU. y Bolsonaro en Brasil, el desafío es más apremiante que nunca.

Hasta ahora sólo 57 países han cumplido sus compromisos, y con el aumento de líderes escépticos sobre el clima como Trump en Estados Unidos y Bolsonaro en Brasil, el desafío es más apremiante que nunca.

Por esta razón, los jóvenes de todo el mundo se están preparando para la Huelga Climática Global, que tendrá lugar entre el 20 y el 27 de septiembre, comenzando con una huelga internacional el primer día. En la actualidad, hay huelgas previstas en 117 países y en más de 1.664 ciudades de todo el mundo, y América Latina no es una excepción.

Les presentamos algunos de los puntos fundamentales de la huelga para entender cómo son las figuras clave que están impulsando el movimiento y cómo pueden involucrarse.

Personajes claves en la Huelga

La huelga forma parte de la campaña «Fridays For Future» (Viernes por el futuro), que la joven activista sueca Greta Thunberg inició hace un año, cuando empezó a faltar a la escuela los viernes como protesta contra el cambio climático. Su mensaje era claro: «¿Por qué molestarse en ir a la escuela para educarnos, si el planeta está llegando a su fin?» todos los viernes se presentaba ante el Parlamento sueco para protestar por la falta de acción contra el cambio climático.

Ahora Thunberg cuenta con el apoyo significativo de la ONG estadounidense 350.org, que ha creado la infraestructura necesaria para llevar a cabo las movilizaciones de este mes de septiembre, a través de la plataforma Global Climate Strike. La iniciativa también ha recibido el apoyo de grandes organizaciones como Amnistía Internacional, Extinction Rebellion, CIVICUS y muchas más.

Greta Thunberg se está convirtiendo en una de las voces más importantes en el debate de la emergencia climática. En mayo de este año, apareció en la portada de la revista Time, quien se refirió a ella como la «líder de la próxima generación».

Los últimos cuatro años han sido los más calurosos de la historia, la temperatura en el Ártico durante el invierno ha aumentado en 3 °C desde 1990, el nivel del mar está subiendo demasiado rápido para ser controlado, y en 2016 vimos el blanqueamiento de alrededor del 50% de todos los corales en el mundo

Greta encabezará la huelga desde Nueva York, a donde llegó después de cruzar el Atlántico en un barco propulsado por energía solar en lugar de tomar un avión, como una forma de llamar la atención sobre el impacto perjudicial que el transporte aéreo tiene en el medio ambiente.

¿Cómo puedes participar en la huelga climática mundial?

La manera más obvia de involucrarse es hacer huelga el 20 de septiembre junto con miles de jóvenes de África, América, Asia y Europa. Sin embargo, para aquellos que no pueden hacer huelga, los organizadores sugieren participar en otras actividades durante la semana, o simplemente aprovechar la oportunidad para crear más conciencia entre amigos, colegas y familiares sobre la emergencia climática actual.

El movimiento también ofrece recursos que pueden ser utilizados para crear conversación sobre la situación actual en los medios sociales y en nuestros lugares de trabajo, y también proporciona materiales que pueden ser utilizados para organizar jornadas de formación y debates. El mensaje es claro: aunque no se pueda hacer huelga el 20 de septiembre, lo más importante es la voluntad de difundir el mensaje de la gravedad de la situación actual.

La información es abundante. Los últimos cuatro años han sido los más calurosos de la historia, la temperatura en el Ártico durante el invierno ha aumentado en 3 °C desde 1990, el nivel del mar está subiendo demasiado rápido para poder controlarlo, y en 2016 vimos el blanqueamiento de alrededor del 50% de todos los corales del mundo.

No podemos seguir ignorando los efectos del cambio climático. En la selva amazónica, por ejemplo, los incendios de este año han estado demasiado cerca de lo que muchos científicos llaman el «punto de inflexión», el punto en el que la deforestación se vuelve irreversible.

Si no hay vuelta atrás, entonces lo que está en riesgo es la supervivencia de nuestra especie, entre muchas otras, y todo lo que la acompaña.

Es fundamental reconocer que esta situación es producto de un modelo de desarrollo depredador, y que no tiene límites, destruyendo todo a su paso. La alternativa es clara: o cambiamos o sucumbimos. Por eso es tan importante actuar este 20 de septiembre y participar en todo lo que podamos para obligar a los gobiernos a cumplir las promesas hechas en los Acuerdos de París.


Traducido del inglés por Estefany Zaldumbide