¿Cómo imaginamos el futuro? Una pregunta que me ha preocupado mucho últimamente.
No se trata sólo de mi futuro y de lo que quiero hacer de él, donde me veo a mí mismo, quiero usar el tiempo de mi vida… se trata de nuestro futuro en general y de cómo será.
¿Cómo será el mundo?
¿Qué será de la naturaleza y de las ciudades?
¿Se descontrolará el cambio climático y causará catástrofes o podremos contrarrestar el calentamiento global?
¿La inteligencia artificial se impondrá y sustituirá a nuestra propia inteligencia?
¿Reemplazará la tecnología nuestra capacidad de pensar, actuar y movernos?
¿Cómo será nuestro sistema de gobierno y nuestra política?
Numerosas películas y libros ya han tratado el tema del futuro. El futuro retratado en estas historias me hace sentir incómodo, que sólo puede desaparecer con el pensamiento de que todo esto es, en última instancia, sólo ficción.
El mundo representado en estas «historias futuristas» está a menudo rodeado de oscuridad y consiste en un régimen que controla a las personas. No hay espacio para el individuo, ni humanidad, ni sentimientos ni emociones. El hombre es más o menos retratado como un ser controlable que exige eficiencia y obediencia. La tecnología domina la vida. Y no hay más espacio para la naturaleza.
Me pregunto, ¿por qué los autores y cineastas imaginan un futuro tan oscuro?
¿Por qué el futuro siempre se representa de esta manera?
Son pensamientos e ideas que algunas personas difunden y otras asumen. Así crecen los pensamientos y las ideas sobre un mundo en el que la humanidad y la cultura deben ser desplazadas y reemplazadas por la tecnología y la inteligencia artificial.
Para que algo se haga realidad, primero hay que pensar en ello.
Es por eso que ser conscientes de lo que pensamos es tan importante.
Las personas que retratan ese futuro en sus películas y libros, ¿realmente quieren experimentar ese futuro? ¿Es su deseo o sólo su imaginación lo que debe traer entretenimiento a otras personas? ¿Por qué una representación de nuestro futuro es tan emocionante y vale la pena ser vista por tanta gente?
Mi visión del futuro parece completamente diferente, afortunadamente.
Y probablemente no soy el único que imagina un futuro mejor y también cree que es posible. Hay mucho que mejorar en este mundo, pero eso no significa que no pueda mejorarse. Por el contrario, hay mucha gente que está comprometida con un futuro mejor. Ya sea a través de cambios que tienen que ver con la propia actitud y forma de vida, ya sea a través de la participación en proyectos locales o regionales que se preocupan por mejorar nuestro presente y futuro. Lo que sea que traiga lo positivo al mundo, debe ser expresado, mostrado, escuchado y difundido. Hay que crear medios de comunicación que no propaguen el terror y la confusión, sino la esperanza y la motivación. Porque sólo así cambiarán los pensamientos y las concepciones de los seres humanos, que no creen en un futuro positivo y mejorado. Sólo así podremos cambiar la realidad de nuestro futuro, porque cada acción comienza con un pensamiento.
Quiero imaginar un futuro en el que se preserve la diversidad de las culturas, en el que todo ser humano tenga derecho a su individualidad, en el que la humanidad esté presente, que pueda ser vivida a través de la presencia y la expresión de sentimientos y emociones. Quiero ver un futuro en el que haya derecho a la libertad, derecho a la expresión y un intercambio de ideas. Y sobre todo quiero ver un futuro en el que las personas vivan juntas y no a favor de sí mismas o en contra de las demás.
Traducción del alemán por Sofía Guevara