El ministro del Interior, Matteo Salvini, firmó la prohibición de entrada, tránsito y estacionamiento en aguas italianas para el barco Eleonore de la ONG alemana Lifeline, que rescató a 101 personas a bordo de un bote inflable a punto de hundirse. Los Ministros de Defensa e Infraestructura y Transporte Trenta y Toninelli han validado la disposición; evidentemente se olvidaron de «escuchar a su conciencia», como lo habían hecho en el caso del barco Open Arms.

Mientras tanto, en la página de Facebook de Mediterranea Saving Humans se reporta una dramática alarma lanzada por Watch The Med – Alarmphone, que escribe en Twitter: «¿Otro naufragio en el Mediterráneo? Anoche, alrededor de las 3:30 de la mañana, nos contactó un bote frente a las costas de Libia, unas 100 personas a bordo. Partieron de Al Khoms 3 horas antes, estaban en grave peligro. Gritaban y lloraban, diciendo que algunos de ellos ya estaban muertos.

Intentamos obtener la posición GPS (continúa el teléfono de alarma), pero los náufragos entraron en pánico y no pudieron comunicarlo. El barco estaba muy cerca de Libia, y no pudimos evitar informar a las autoridades en Libia e Italia. Tememos que nadie haya ido a socorrerlos.

Ya no pudimos comunicarnos con el bote. A las 6 de la mañana, un pariente nos llamó preocupado por las personas a bordo. Teme que estén muertos. No sabemos qué pasó con este grupo de migrantes. Esperamos que sigan vivos, pero tememos lo peor».

Lamentablemente, unas horas más tarde se confirmó el naufragio. «A la 1pm hablamos con las autoridades libias. Nos dijeron que habían encontrado el sitio del hundimiento y alrededor de 90 personas, muchas de las cuales murieron, aún no sabemos cuántas. Estas muertes son su responsabilidad, Europa. Sus políticas de disuasión matan», acusa Alarm Phone en Twitter.


Traducción del italiano por Melina Miketta