¡Algo se ha roto, ya no hay mayoría en el Parlamento! Más o menos en estos términos Salvini describe el hecho de que ha alcanzado su límite en la cohabitación con el movimiento Cinco Estrellas en el Gobierno. Hace tiempo que superamos el teatro del absurdo y, como bien dice Travaglio en un artículo suyo (https://www.ilfattoquotidiano.it/in-edicola/articoli/2019/08/09/senza-un-perche/5377975/), no hay argumentos políticamente válidos para la ruptura. A primera vista parece que la única motivación es la de una inmensa sed de poder y un marcado oportunismo, más allá del sentido del límite. Partiendo de su lenguaje, este político nos ha acostumbrado desde hace tiempo a una total falta de conciencia de la dimensión en la que se mueve, y de las responsabilidades históricas que asume con sus decisiones y acciones.

El sentido del límite debería ser un recurso. Cuando nos sentimos en el límite, es sabio detenerse y observar dónde estamos, cómo llegamos allí y preguntarnos a dónde queremos ir. Nos ayuda a medirnos a nosotros mismos, con franqueza. Esto es cierto a nivel de crecimiento personal, pero también a nivel social, como humanos unidos que con su acción o no acción, escriben la historia.

Aquí vemos tres ejemplos de situaciones sociales que han llegado a sus límites de una manera bastante evidente.

El abuso de la economía financiera sobre la economía real. Este capitalismo que estamos viviendo actualmente es una máquina desenfrenada dirigida a toda velocidad hacia un precipicio. Sus efectos son evidentes en la polarización de las condiciones sociales, tanto a nivel mundial como en los países ricos. Los pobres siempre son pobres y los ricos se enriquecen.

La cuestión del cambio climático. Este tema exige en realidad un cuestionamiento serio y urgente de las fuentes de energía a utilizar y de los criterios para explotar los recursos del planeta. Estas son decisiones importantes, tomadas en el pasado con ignorancia o poca capacidad para predecir sus efectos. No es imposible cambiar de rumbo. Una vez más, se trata solo de una cuestión de dinero y del negocio de unos pocos.

La salida definitiva de los Estados Unidos del Tratado sobre Fuerzas Nucleares Intermedias. Como se puede leer en un artículo reciente de Manlio Dinucci (https://www.pressenza.com/it/2019/08/ue-affossato-trattato-inf-in-arrivo-nuvi-euromissili/), la cuestión nuclear sigue siendo tan actual como siempre y está absolutamente fuera del foco de atención de la prensa internacional y local. Como enseña la historia, cuando el ser humano ha producido algo, sea constructivo o destructivo, entonces lo ha utilizado. No hay invento que se haya producido con tanto esfuerzo y gasto público solo para convertirlo en un espantapájaros.

No hay duda de que estamos en un límite. Esta especie se encuentra en un límite que podría hacerla pasar de su prehistoria a un momento evolutivo completamente diferente, o podría hacerla desaparecer. Cada vez utilizamos más la inteligencia artificial para facilitar tareas complejas o estresantes, enviamos detectores automáticos de datos a Marte, la vida artificial ya no es un sueño de ciencia ficción y pronto podremos compartir el planeta con una nueva especie.

El sentido del límite debería ayudarnos a tomar las decisiones correctas, a mirar hacia el futuro con visión. Quizás el límite que tenemos ante nosotros habla de nuestra incapacidad para utilizar el enorme potencial que tenemos. Tal vez nos hace falta una nueva historia que describa a esta especie según el desarrollo de su interioridad, sin perturbar a las deidades externas. Una historia que considera el desarrollo humano como la evolución de un conjunto armonioso de facultades, no exclusivamente del intelecto.

¿Seremos capaces de reconocer el límite que enfrentamos en este mundo que hemos creado? ¿Podremos entonces superar esta concepción limitada de la realidad y reconocer que podemos transformarnos a nosotros mismos y a nuestro entorno? El sentido del límite podría ser una herramienta para comenzar, después del franco análisis de las aspiraciones y los errores, a dar vida a una nueva creación con posibilidades evolutivas inimaginables.


Traducción: Ana Gabriela Velásquez Proaño