por Jubileo Sur Américas
A través de un comunicado emitido en el día de la fecha, las organizaciones integrantes de la Red Jubileo Sur Américas, expresaron su rechazo al proceso de remilitarización que está ocurriendo en el transcurso de este mes en El Salvador.
Señalan que «El recién electo gobierno salvadoreño, presidido por Nayib Bukele, ha dado paso a la remilitarización del país, con el supuesto objetivo de lograr el ¨control de las pandillas¨.» Además indican que como parte de la estrategia entreguista, la semana pasada el presidente Bukele permitió el ingreso del primer contingente conformado por 1500 efectivos de las tropas militares de los Estados Unidos.
Además de señalar las verdaderas causas que se mueven detrás de la supuesta «lucha contra las pandillas», el texto puntualiza que esta remilitarización «implica un duro golpe al presente y al pasado de un país y una Región que aún tienen a flor de piel las heridas de los conflictos bélicos provocados por los Estados Unidos, conflictos que se creían concluidos con los acuerdos de paz que desde fines de los 80 y en la década de los 90 se llevaron cabo en los países involucrados.»
El pronunciamiento de la red finaliza expresando un enfático rechazo al «Modelo Intervencionista y de militarización de los Estados Unidos que nuevamente está violentando la soberanía de nuestra Región.»
A continuación el contenido completo de la comunicación.
COMUNICADO: ¡NO A LA PRESENCIA DE TROPAS USA EN TERRITORIO SALVADOREÑO!
Las organizaciones integrantes de la Red Jubileo Sur Américas, expresamos nuestro rechazo al proceso de remilitarización que está ocurriendo en el transcurso de este mes de agosto del año 2019 en el hermano país de El Salvador.
El recién electo gobierno salvadoreño, presidido por Nayib Bukele, ha dado paso a la remilitarización del país, con el supuesto objetivo de lograr el ¨control de las pandillas¨. Como parte de la estrategia entreguista, la semana pasada Bukele permitió el ingreso del primer contingente conformado por 1500 efectivos de las tropas militares de los Estados Unidos.
Este hecho debería no solo alarmar a la población salvadoreña, sino que además ser motivo de indignación y resistencia en el país y en toda la Región Centroamericana; por la facilidad con que se están abriendo las puertas a la militarización extranjera, con el argumento de que es necesario para garantizar la seguridad ciudadana en El Salvador.
Bukele, está disfrazando su servilismo al imperio con un falso compromiso de lucha contra las pandillas; su discurso ha logrado impactar en la población que anhela verse libre de este mal social, pero ¿qué nos dice la experiencia e historia vivida referente a la militarización en países centroamericanos?
¿Será acaso que la presencia de las tropas USA resolverán un problema estructural, sabiendo que internamente hay diversos actores que tienen altas ganancias por el accionar delictivo? ¿Será que la supuesta lucha contra el crimen organizado, es realmente el motivo por el que Bukele ha permitido la militarización imperial en el país o es simplemente un pretexto y está escondiendo de fondo la lucha contra las poblaciones excluidas y marginalizadas en un país que tiene la segunda economía más endeudada de la región centroamericana?
El presidente Bukele omite en sus discursos, aspectos muy significativos de la historia de nuestra Región, respecto a las funestas consecuencias de los procesos de intervenciones militares del imperio estadounidense en Centroamérica, como las guerras fratricidas, la descomposición social, el saqueo de los recursos naturales, entre otras. A pesar de que todas estas afectaciones y heridas son muy recientes; Bukele está permitiendo que nuevamente el imperialismo tenga otra base militar en Centroamérica, favoreciendo sus intereses geoestratégicos de control regional, y facilitando posibles invasiones a los países vecinos.
La remilitarización de El Salvador, implica un duro golpe al presente y al pasado de un país y una Región que aún tienen a flor de piel las heridas de los conflictos bélicos provocados por los Estados Unidos, conflictos que se creían concluidos con los acuerdos de paz que desde fines de los 80 y en la década de los 90 se llevaron cabo en los países involucrados.
Rechazamos las acciones servilistas de Nayib Bukele por estar prestando el país salvadoreño al juego de la recolonización imperial.
Rechazamos el Modelo Intervencionista y de militarización de los Estados Unidos que nuevamente está violentando la soberanía de nuestra Región.
#No a la imposición de más bases militares
#Centroamérica no es patio trasero del imperio
08 Agosto de 2019