por Sevgi Yagmur Bulut para Global Voices

Al final fue fácil. Ekrem Imamoglu, candidato opositor en las elecciones municipales de Estambul, logró la victoria el 23 de junio con el 54 % de los votos, tras una nueva elección ordenada por la principal autoridad electoral del país.

El margen de 806 000 votos por el que venció a su oponente, Binali Yildirim, representa la mayor derrota para el gobernante Partido Justicia y Desarrollo Party (AKP) en casi dos décadas.

Cantidad de votos de los últimos diez alcaldes de Estambul.

La elección del 23 de junio era la segunda vez que Imamoglu alcanzaba el lugar de alcalde en 2019.

La primera elección se realizó en marzo –que ganó por cerca de 13 000 votos– fue cancelada por las autoridades electorales.

AKP y su aliado, el Partido de Acción Nacionalista, denunciaron irregularidades menores en los registros de electores e hicieron notar que algunos papeles en la urna electoral no estaban firmados.

Tras su victoria en la nueva elección, Imamoglu dijo que “ganó el amor” y que el resultado abriría una nueva página en la historia registrada de Estambul:

“Cómo vivan otros o cómo se vistan no son preocupaciones para nosotros. Hemos venido para aceptar a todos”, dijo.

Video insertadoLos ánimos eran tensos en Estambul en el Día de las Elecciones 2.0.

Muchos seguían molestos por la nueva elección, que coincidió con el periodo de vacaciones y contribuyó a que la ciudad tuviera una asfixiante paralización.

Aterradoras filas de tráfico lleno de bocinazos atestaban las calles que entran y salen de Estambul. Las estaciones de bus y los dos principales aeropuertos de la ciudad estaban repletos de personas que se iban de la ciudad tras haber emitido su voto.

No es ‘nosotros contra ellos’

Imamoglu, que representó al Partido Republicano Popular (CHP), tuvo una campaña en positivo. Su lema principal era #HerŞeyÇokGüzelOlacak, que significa “Todo será maravilloso”, o “Todo estará bien”.

El líder de su partido, Kemal Kilicdaroglu, atribuyó el gran margen de victoria en la nueva elección a la “sensación de injusticia que el pueblo siente (tras las primeras elecciones)”.

Pero también fue claro que Imamoglu había captado la imaginación del público con su defensa de la clase de política inclusiva que AKP y el presidente Recep Tayyip Erdogan han evitando en años recientes.

Erdogan hizo enérgica campaña a favor de Yildirim, y llevó a cabo varias manifestaciones públicas.

Estambul, con sus 15 millones de habitantes, tiene una enorme importancia estratégica. La propia elección de Erdogan como alcalde de la ciudad en 1994 lo lanzó como político de alcance nacional.

En sus primeros años, las victorias electorales de AKP recayeron en ampliar el llamado electoral más allá de la base conservadora del partido, sobre todo a los negocios y la creciente clase media.

Pero con el desplome de la economía y el aumento de la represión política, campañas más recientes han estado llenas de miedo y populismo puro.

De otro lado, las alianzas de Imamoglu con el nacionalista Partido Bueno y con el Partido Democrático Popular, que es prokurdo, lo ayudaron a ampliar su electorado más allá de los tradicionales seguidores del partidarios del Partido Republicano Popular.

¿A dónde ahora?

Aunque goza de mucha buena voluntad por el momento, Imamoglu enfrenta la difícil tarea de estar a la altura de las expectativas de su variado electorado.

Durante la campaña electoral, se quejó del gasto municipal y dio a conocer el costo al presupuesto.

Según su “tabla de residuos’, según una auditoría de 2017, el presupuesto pierde al menos 753 millones de liras turcas, o 133 millones de dólares, en parte de este gasto.

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La tabla de residuos, que no se muestra en televisión (nacional).

Además, según Imamoglu, recursos y propiedades equivalentes a 847 millones de liras turcas (143 millones de dólares) fueron transferidos a fundaciones con vínculos a Erdogan y su familia.

Con esta información hecha pública, la oficina de Erdogan debe mostrar ahora su diferencia a través de la transparencia en administración y políticas.

Otros desafíos que Imamoglu enfrenta incluyen el tráfico crónico que tiene la ciudadm el problema del transporte público y la creciente fricción entre la comunidad local de Estambul y los refugiados sirios.

Finalmente, tras una campaña tan exitosa, Imamoglu deberá lidiar con la especulación de que planea postular contra Erdogan en la próxima elección presidencial de Turquía.

Por el momento, ha respondido a las preguntas de los periodistas sobre sus ambiciones políticas futuras con una sola frase: “Dios sabe”.

¿Qué sigue para el AKP?

Después de hacerse viral por decir que el Partido Republicano Popular y Imamoglu “robaron los votos” en la votación inicial, Yildirim tuvo un tono más conciliador tras la segunda derrota, felicitó a su oponente por la victoria mucho antes de que concluyera el conteo.

Video insertado

? O.z.z.y@OzzydeGuevera
La felicitación de Binali Yildirim a Imamoglu muestra madurez. Felicitaciones.

Erdogan también felicitó a Imamoglu por Twitter, pero agregó que su partido seguirá trabajando hacia sus objetivos sin “rendirse, con democracia, estado derecho, paz, prosperidad y estabilidad”.

Recep Tayyip Erdoğan

@RTErdogan

«Deseo que los resultados de la elección de renovación de la Municipalidad Metropolitana de Estambul sean beneficiosos para nuestra Estambul. La voluntad nacional se ha manifestado una vez más hoy. Felicito a Ekrem İmamoğlu, quien ganó la elección según resultados no oficiales.»

Las imágenes de las calles de Estambul llenas de personas cantando y bailando tras la victoria de Imamoglu deben haber sido humillantes para AKP.

El portavoz del partido, Omer Celik, se puso filosófico y pidió “evaluar en detalle” la derrota.

“¿Cómo tuvimos esta diferencia? ¿Qué expectativas tienen nuestros ciudadanos? Esas evaluaciones han empezado. Esta es la elección de la nación, que debemos aceptar”.

Si un partido que gobierne con un poco más de humildad fuera el único resultado de la victoria de Imamoglu, seguiría siendo un cambio importante.

El artículo original se puede leer aquí