Me di cuenta de inmediato que mi tercera visita a Madrid no iba a ser como las anteriores: durante el trayecto en autobús desde el aeropuerto de Barajas hasta el centro, no pude evitar notar el intenso intercambio de afecto entre dos muchachos barbudos que se encontraban en el vehículo.
Descubrí lo abierto, y sin duda sin prejuicios, que era Madrid con respecto al tema de las demostraciones afectivas entre dos seres humanos. Ciertamente yo había llegado en un momento especial: lo llaman la Semana del Orgullo («Madrid Orgullo«), Gay Pride en inglés. Aquí, sin embargo, es algo diferente. Es realmente impresionante y envolvente. Todas las oficinas públicas, el Ayuntamiento, los ministerios, la mayoría de las instalaciones de recepción (bares, restaurantes, hoteles) y las mismas tiendas estaban adornadas con banderas, gadgets o enormes sábanas multicolores. Muchachos caminando de la mano sin que nadie, excepto yo que todavía no estoy totalmente acostumbrado a esto, lo note. Y por muchachos quiero decir muchachos, dos hombres.
Madrid Orgullo 2019: un evento impresionante
El desfile del sábado 6 de julio fue algo excepcional, y no sólo porque fue mi primer evento de este tipo. Este año es el 50 aniversario de los levantamientos de Stonewell, la revuelta de los homosexuales en Nueva York contra los policías que los perseguían. Cuando a las 21:00 horas, cansados de estar de pie, salimos (yo estaba con mi familia) del camino que desde la Plaza Emperador Carlos V recorría 2,5 km hasta que la Plaza Colón, a través del Paseo del Prado y la Plaza Cibeles, no había pasado aún ni la mitad del desfile que salió a las 18:30 horas. En cualquier caso, miles de personas entre dos filas de miles de espectadores.
Por otro lado, ya había visto… de todo. Y mucho más.
No sabría dar cifras. Leí que en 2018 la Fiesta del Orgullo en Madrid habían participado más de 1.200.000 personas. Creo que esta vez fue más. También es un evento cultural y de negocios: las instalaciones de alojamiento en Madrid (ciertamente no es una ciudad pequeña) estaban repletas; los restaurantes y bares, llenos a cualquier hora del día o de la noche.
Madrid Orgullo: las exigencias de las personas diferentes a nosotros
Volviendo al desfile, aparte de las espectaculares provocaciones que se produjeron, fue la serie de asociaciones que marcharon, cada una detrás de su propia bandera y su propio eslogan, lo que me llamó la atención.
Hubo una que exigía respeto para los padres de los niños que tienen una sexualidad diferente a la de la mayoría, y otra que exigía derecho al afecto para los niños y niñas concebidos por métodos artificiales. También había una pancarta que reclamaba el derecho a no esconderse, a poder mostrar públicamente sus sentimientos y su ser.
Y también hubo partidos, unos pocos al menos, que brindaron su apoyo. El Partido Socialista, Podemos (Izquierda), los Verdes, e incluso los centristas de Ciudadanos (que más tarde fueron abruptamente invitados a abandonar el desfile: primero por el público que los insultó por su alianza con Vox, una especie de Liga española, y luego por la policía). Y finalmente, había pequeños grupos que apoyaban los derechos de Palestina, los del clima y otros por los derechos de los animales. Estaba Amnistía International.
La existencia misma del evento, la necesidad de celebrar una semana del orgullo gay demuestra que la Comunidad aún no está preparada para aceptar esta…diversidad.
Personalmente, creo que todo el mundo debería poder expresarse como mejor le parezca y que no debería ser perseguido por ello. Y no me refiero sólo sexualmente.
El mundo, sin embargo, se mueve hoy en día en la dirección opuesta: está levantando cada vez más muros -físicos y morales- contra quien sea diferente a la mayoría, ya sea negra, anárquica o musulmana.
Una semana del Orgullo es entonces poco. Pero al menos, las personas diferentes a nosotros nos hacen sentir menos solos.
Traducción del italiano por Nicole Salas
