«Tenemos que persistir en la lucha tenaz frente al imperio que cada día está más irracional e iracundo; cada día está más molesto frente a la dignidad, frente a la soberanía, frente a la lucha unitaria de nuestros pueblos», afirmó el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, en el acto de «Solidaridad con los Pueblos», que se realizó el viernes en la noche, en Palacio Quemado.
«Nuestros pueblos han aprendido a lo largo de todo el tiempo que no hay posibilidad de claudicar cuando es imperativa la libertad y la emancipación. Decirles que no hay (Hugo) Chávez sin Bolívar, no hay (Daniel) Ortega sin Sandino, no hay Fidel (Castro) sin Martí, como no hay Evo sin Túpac Katari», remarcó el dignatario, en su discurso.
Afirmó que no se puede dar tregua a la lucha que emprenden esos grandes hombres «y no podemos, menos, que honrar su memoria, su lucha, su vida, su muerte y su sacrificio», complementó.
El acto fue un homenaje a los 20 años de la Revolución Bolivariana de Venezuela, a los 40 años de la Revolución Popular Sandinista de Nicaragua, a los 60 años de la Revolución de Cuba y a los 13 años de la Revolución Democrática y Cultural del Estado Plurinacional de Bolivia.
Afortunadamente, puntualizó el ministro de la Presidencia, somos herederos de un largo tiempo de rebelión, de victorias que han sido abonadas por el espíritu de libertad y de emancipación de esos grandes hombres.
«Somos hijos de esas victorias labradas con heroísmo, con sacrificio. Somos hijos de esas grandes batallas y lo que nos corresponde a nosotros es prolongar ese legado», señaló.
El evento fue organizado por el Comité 90 Años de Fidel, el Ministerio de la Presidencia y el despacho de Culturas como un acto de integración entre los pueblos de la denominada «Patria Grande», en momentos en que Cuba, Nicaragua y Venezuela sufren un bloqueo y recrudecimiento en la escalada de ataques por parte de los Estados Unidos de Norteamérica.
En ese contexto, el ministro de la Presidencia, felicitó a quienes habitan la «Patria Grande, y que hoy día están rindiendo homenaje a cada una de sus revoluciones».
«En nombre del presidente Evo Morales y nuestro vicepresidente Álvaro García Linera y del pueblo boliviano reciban un fuerte abrazo en esta noche de homenaje a estas revoluciones y esperamos que continúen siendo invictas como seguramente seguirán siendo otras revoluciones que se acercan con este mismo espíritu, con esta misma vitalidad, con esta misma memoria del pasado», complementó.
Estados Unidos ha activado los Títulos III y IV de la Ley Helms Burton en una nueva apuesta por afectar a la revolución cubana. El título III de esa norma permite a los ciudadanos estadounidenses, incluidos los cubanos que emigraron y adquirieron esa nacionalidad, interponer demandas contra empresas extranjeras que se beneficien de propiedades que fueron nacionalizadas tras el triunfo de la revolución de 1959. Para la potencia del norte esos bienes fueron confiscados por Cuba.
El Título IV prohíbe la entrada a territorio estadounidense a las personas demandadas en virtud del Título III; la consecuencia es el alejamiento de inversionistas extranjeros de Cuba.
A todo esto, se suma el hecho de que Donald Trump ha anunciado en semanas pasadas, la restricción de los viajes de ciudadanos estadounidenses a la isla caribeña y la limitación de las remesas de familiares a mil dólares por persona cada trimestre.
En el caso de Nicaragua, EEUU activó una ley que incluye sanciones económicas, como bloqueo de activos y transacciones a personas que hayan participado en supuestos «actos de violencia que constituyan graves abusos o violaciones a los derechos humanos, relacionadas con las protestas en Nicaragua que comenzaron en abril».
Sobre la República Bolivariana de Venezuela, la estrategia es la misma que consiste en impulsar un bloqueo económico y presentarlo en los medios de comunicación como ineficiencia gubernamental. Hasta ahora las pérdidas sobrepasan los 350.000 millones de dólares y muchas vidas humanas, por dificultades derivadas de las sanciones.
El acto de homenaje estuvo matizado por la música del cantante Tony Ávila de la Nueva Trova Cubana, que estuvo de gira por La Paz, Cochabamba, Sucre y Santa Cruz.