La ciudad se prepara para declarar la emergencia climática con la constitución de una mesa de trabajo formada por más de 200 entidades de la red Barcelona + Sostenible, grupos municipales, Generalidad de Cataluña y Estado.
La Mesa tiene como objetivo elaborar los contenidos de la Declaración de Emergencia Climática de Barcelona que entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2020, coincidiendo con la puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones.
El gobierno municipal ha llevado a la Mesa una primera propuesta de medidas a desarrollar en los próximos seis meses que se complementarán con el despliegue del “Plan Clima”, mientras se trabaja en paralelo el plan de acción de futuro. Estas medidas incluyen un conjunto acciones inmediatas vinculadas al transporte público, las “superislas”, la movilidad, la reducción de emisiones de CO2, la fiscalidad verde, la recogida de residuos y la generación de energía renovable, entre otros.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha presidido la constitución de la Mesa por la Emergencia Climática de Barcelona, que ha tenido un gran éxito de convocatoria, con la participación de más de 300 personas de 200 entidades de la red Barcelona + Sostenible y representantes de la Generalitat de Cataluña y Estado español. Esta cumbre es el primer paso de un plan de acción que tiene que contemplar medidas a corto, mediano y largo plazo.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha agradecido la numerosa presencia de entidades y ha calificado de “dramática” la situación climática que vivimos, motivo por el cual ha ubicado la lucha contra la emergencia climática y la contaminación como una de las grandes prioridades del mandato. Ha destacado que hace muchos años que la comunidad científica y las entidades alertan del calentamiento global y sus efectos y ha recordado que el mandato pasado el Ayuntamiento elaboró el “Plan Clima 2018-2020”, con 242 medidas tangibles que se trabajan con la Red Barcelona + Sostenible.
La alcaldesa ha expresado la necesidad que la Declaración de Emergencia Climática no sea un gesto simbólico, “sino un compromiso colectivo de la ciudad, definido conjuntamente y que recoja medidas concretas” y ha anunciado la intención de declarar la emergencia climática a partir del 1 de enero de 2020. Ha emplazado los miembros de la Mesa a trabajar conjuntamente los contenidos y el Plan de Acción que tiene que ir asociado a esta declaración. La alcaldesa ha hablado de grandes infraestructuras como el puerto y el aeropuerto, ha manifestado la necesidad de hacer un replanteamiento de su crecimiento, “no puede ser sin límites”, y se ha dirigido también a la Generalitat y el Estado, para ofrecerles colaboración y pedir coordinación e implicación en esta lucha porque “la ciudad sola no puede asumir este reto”.
Fruto de un trabajo previo, vinculado al “Plan Clima 2020-2025”, se ha elaborado el documento “Emergencia climática. Compromiso y llamamiento a la acción”, que hace patente la necesidad de incorporar la perspectiva sociambiental al diseño y funcionamiento de la ciudad, el modelo de producción y de consumo para reducir drásticamente las emisiones de gases invernadero. El compromiso también quiere dar respuesta rápida y efectiva a los movimientos de jóvenes que legítimamente exigen a los representantes y las administraciones públicas una acción inmediata y eficaz para hacer frente a los compromisos contraídos para la lucha contra el cambio climático desde todas las instituciones.
El Ayuntamiento de Barcelona ha presentado un conjunto de primeras medidas que se pueden establecer de manera inmediata:
– Ampliar la capacidad del transporte público con nuevos carril bus y reducir carriles de circulación de vehículos en calles con mucho tránsito, mejorar el carril bici e introducir más verde.
– Mejorar la calidad del aire de los centros escolares con pacificaciones, desarrollo de escuelas refugio climático; y actuaciones del programa “Escuela Respira”.
– Continuar con el desarrollo de “superislas” y nuevos ejes verdes.
– Limitar la velocidad del tránsito a 30Km/h en diversas calles.
– Avanzar en la fiscalidad verde para la lucha contra la congestión y la contaminación con la tasa metropolitana para la movilidad sostenible que complemente la “Zona de Bajas Emisiones”. Promover una reforma de las ordenanzas fiscales para implantar un pago diferencial del aparcamiento según las emisiones de contaminantes y de CO2 de los vehículos. Revisar la fiscalidad ambiental en el ámbito de los residuos para bonificar la prevención y la recogida selectiva, y definir una tasa de recogida de basura doméstica para llevarla al Plenario Municipal.
– Definir con las vecinas y vecinos los barrios donde se extenderá la recogida de basura puerta a puerta, atendido el incremento significativo del reciclaje (del 19% al 60%).
– Constituir la mesa “Plástico Cero” con los operadores públicos y privados para la erradicación del plástico desechable en la ciudad, para llegar a acuerdos voluntarios y para desplegar medidas administrativas e incentivos, mientras no sea legalmente obligatorio. Establecer la obligación del uso de vasos retornables en todas las actividades que requieran concesión municipal.
– Licitar 30 proyectos de generación fotovoltaica en edificios y equipamientos municipales.
– Decretar la obligación de disponer de generación de energía renovable en todos los equipamientos y edificios municipales de nueva construcción o con grandes rehabilitaciones, así como en el espacio público, cosa que nos permitirá incrementar 500 kWp.
– Evaluar y hacer público el efecto de las principales partidas de inversión y gasto corriente en términos de reducción de emisiones de CO2 en la propuesta de presupuestos para 2020 y definir un presupuesto de carbono para el periodo 2020-2025.
Estas primeras medidas supondrán una reducción de 210.000 toneladas equivalentes de CO2, un 6% del total anual.
En esta Mesa también se debatirán las acciones concretas y efectivas que desplegarán el “Plan Clima” entre 2020 y 2025, un plan municipal ambicioso que ha estado ampliamente reconocido a nivel internacional.
Servicio de prensa Ayuntamiento de Barcelona.