Por Kimberly López para Nómada
En las elecciones guatemaltecas, la candidata Thelma Cabrera alcanzó el 10 por ciento de los votos, quedando en cuarto lugar y convirtiéndose en la sorpresa de los comicios
La mañana de este lunes, Thelma Cabrera soltó una carcajada.
El periódico vespertino La Hora reportó la preocupación de Juan Carlos Tefel, el presidente de la gremial de empresarios organizados (CACIF) por los 448 mil votos emitidos a favor del MLP (Movimiento para la Liberación de los Pueblos).
“Me ha sorprendido en forma indirecta el MLP, en cuarto puesto, debido a que para nosotros es muy difícil comprender cómo un partido que aboga por un sistema como el de Venezuela pueda tener un 10 por ciento aquí en Guatemala. Creo que hay mucha desinformación. Nos tocará a la población informarnos para saber qué es lo que esta agrupación política ofrece”, dijo Tefel la noche en la que se contabilizaban los votos de las elecciones generales.
A Thelma Cabrera le provocó risas.
—¿Cuál es la preocupación si no he hecho nada? No le he hecho nada al CACIF; solo estoy diciendo la verdad, entonces, ¿por qué preocuparse? La conciencia lo tiene feliz a uno. Nosotros no dijimos que se le va quitar nada a nadie, solo estamos con la justicia y la igualdad de derecho. Dimos un gran paso y sí, es verdad, nos tienen miedo porque ya no tenemos miedo.
Capítulo 1: Las elecciones
Rudy Galindo, un vecino del municipio El Asintal, ubicado en el suroccidental departamento de Retalhuleu, se levantó temprano para ir a votar el domingo 16 de junio. A diferencia de casi un 50 por ciento de guatemaltecos, Rudy no estaba indeciso, tenía muy claro su voto. Sus hijos, Victoria y Érick, también.
“Claro que votamos por ella (Thelma Cabrera). Es que si ella queda electa, lo va a cambiar todo. Es una participación histórica para nosotros”, aseguró.
Considerando que su candidata participaba por primera vez en la carrera por la presidencia y que competía contra el “eterno” Alejandro Giammattei, que llevaba seis elecciones, y la principal promotora de los programas sociales, Sandra Torres, el vecino Rudy Galindo estaba nervioso por los resultados de la jornada electoral. Esperaba que Thelma Cabrera “les diera la sorpresa”. Se subió a su carro y manejó hasta la región norte de la aldea Sibaná, para felicitar a la mujer por la que acababa de votar.
Incluso si es la primera vez que una llega, como esta periodista, es fácil encontrar la casa de Thelma Cabrera. Es una casa con paredes blancas, de concreto y techos de lámina, ubicada en una de las aldeas más pobres de El Asintal. Todos en la aldea saben dónde vive y cualquiera le señala a una el camino.
La familia Galindo no fue la única que llegó a visitar la casa de los Sánchez Cabrera, en uno de los días más importantes para la historia del MLP y de CODECA (Comité de Desarrollo Campesino); el día en que aparecieron por primera vez en las boletas como una opción para los votantes. Después del mediodía, el corredor de la casa de Thelma Cabrera estaba lleno de familiares, vecinos y desconocidos. Ella había votado desde temprano, acompañada de Basilio Sánchez, su esposo y candidato a alcalde de El Asintal, y dejó el día libre para dedicarse a atender a simpatizantes.
“Juntémonos todos en un círculo para platicar porque los veo muy callados. ¿Están tristes o qué?”, bromeó con sus visitantes.
Su casa no tiene portones, es un espacio de puertas abiertas. Está ubicada en medio de un terreno poblado de árboles y su sombra hace llevadero el calor húmedo que caracteriza a la región costeña del país. El clima estaba a 33 grados y ella ofrecía limonada a todos los presentes.
En una esquina de la casa permanecían sus padres, Timoteo Cabrera y Santos Victoria Pérez, dos esposos, de avanzada edad, que de vez en cuando intercambiaban algún comentario entre sí. Timoteo Cabrera no alcanzó ningún título académico, pero es experto en el trabajo de campo porque lo aprendió desde los 12 años. Hoy tiene 81. Santos Victoria tampoco pisó un aula escolar. No estudió ni un día porque en su familia había otras prioridades. Cuando su madre quedó viuda, con diez hijos por alimentar, ella tuvo que empezar a trabajar en el campo. Tenía apenas 8 años.
Es claro que para ninguno de los dos fue fácil crecer como mayoría en Guatemala. En pobreza extrema. Se casaron antes de cumplir los 20 años y, a pesar de la precariedad, criaron y educaron a cinco hijos, incluida Thelma Cabrera Pérez.
Según el Instituto Nacional de Estadística, el 82,86 por ciento de los pobladores de El Asintal viven en pobreza y un 27 por ciento en pobreza extrema.
Timoteo estaba entretenido viendo la edición del día de Nuestro Diario. En la portada había varios rostros y con dificultad reconoció el de Thelma Cabrera como una de las candidatas punteras en las encuestas previas a las elecciones.
“Es mi hija, es mi hija”, dijo y señaló con el dedo.
En distintos actos públicos, Cabrera ha dicho abiertamente que sus padres fueron quienes la encaminaron a la forma de pensar que la rige actualmente. Conversar con Timoteo ayuda a entender de dónde vienen esos ideales.
“Yo he visto muchas cosas en mi vida. He visto a los patrones pasar por encima de los sirvientes, he visto a los finqueros pagar menos de lo debido por un saco de café. He visto cómo algunos le ponen el pie encima a los demás, se sienten superiores”, describe Timoteo el problema de las injusticias sociales y la desventaja en la que viven algunos sectores pobres y despreciados.
Por eso para él la candidatura de su hija no significó solo un logro familiar, sino también una oportunidad para caminar hacia un país menos desigual.
“Ya está amaneciendo, hay unidad, ya se ve claridad, por medio de esta lucha estamos viendo la unidad”, dijo y preguntó por la hora y se enteró de que faltaban solo minutos para que el TSE (Tribunal Superior Electoral) comenzara a contar los votos.
Capítulo 2: La celebración del resultado
A las 18:30 horas, había unas 60 personas reunidas en el corredor y el patio de la casa de Thelma Cabrera. Había una emoción evidente en el lugar. Edvin Sánchez, el hijo de Thelma Cabrera, se encargó de instalar un televisor de unas 14 pulgadas en el corredor de la casa. Desde ahí, todos estarían enterados de los votos obtenidos por el MLP.
Esperaban con ilusión que fuera creciendo conforme avanzaban los conteos más rurales.
A las 19:40 horas, el partido Vamos, que postuló a Alejandro Giammattei, acumulaba el 18,90 por ciento de los votos, el Partido Humanista el 14,81, la UNE el 13,68, CREO el 9,23, y el MLP el 7,65.
Uno de los acompañantes comentó: “Tranquilos, ese es el voto urbano, es normal”.
Pero una de las sorpresas de la jornada fue que en los centros urbanos, en especial metropolitanos, Thelma Cabrera también rozó el 10 por ciento.
Edvin, Basilio, Timoteo, Santos Victoria y los demás vecinos no despegaron la vista de la televisión. Pasaban de un noticiero a otro para no perder el hilo de los resultados. En cambio, Thelma Cabrera se ocupaba de otras cosas. Salía y entraba a la cocina, saludaba a los recién llegados, les ofrecía una silla, hacía bromas, abrazaba a sus nietos.
A esa hora, Edmond Mulet daba declaraciones por la televisión y Thelma Cabrera hacía bromas y platicaba con un grupo de mujeres.
Quizá era la única que se mantenía tranquila, o al menos eso parecía, y que no veía lo que la televisión proyectaba.
Durante la noche recibió varias llamadas de apoyo.
“Yo estoy bien y estoy contenta. Estoy tranquila”, respondía por teléfono.
También la llamaban para quejarse de algunas anomalías en los centros de votación. Le comentaban que había boletas marcadas a favor de la UNE, que el logo del partido no aparecía en algunas boletas blancas.
“Sabemos muy bien cómo trabaja el sistema y no nos extrañamos”, respondía ella.
A la medianoche, el TSE había contabilizado cerca del 50 por ciento de los votos y de repente las cifras parecían no variar. El MLP se acercaba al 10 por ciento de los votos escrutados y ocupaba el cuarto lugar, mientras la UNE lideraba las estadísticas con 24 por ciento.
A pesar de eso, Thelma Cabrera sonreía por ese cuarto lugar, se sentía una ganadora.
El MLP fue la sorpresa de la jornada.
—Yo veo que es un gran éxito llegar a ese paso. A pesar de que el MLP estamos representando al pueblo, al campesino, a la campesina, a pesar de este sistema impuesto, este sistema machista que está impuesto por el mismo sistema. No hubo compra de dignidades, no hubo manipulación como se ha dado ahora, y espero que las autoridades investiguen realmente todo lo que pasó. Puse el nombre de mi aldea en alto, como el lugar donde hay una mujer que rompió el silencio y puse el nombre de los pueblos en alto.
Solo que en el pueblo hubo una sorpresa decepcionante para el MLP. La candidatura del esposo de Thelma Cabrera para alcalde no tuvo éxito. La UNE ganó con 49,49 por ciento frente al MLP, que quedó en segundo lugar con 32,43. La lideresa indígena mam perdió en su municipio y en su departamento, pero le ganó a la UNE (y al resto de partidos) en Sololá, Totonicapán y Chimaltenango.
Mariana Rohrmoser, abogada e integrante del Frente Ciudadano Contra la Corrupción (FCCC), celebraba anoche en una entrevista con Nómada la participación democrática del MLP y los resultados: “Nos da la esperanza saber que muchas personas que han querido tomar el poder por la fuerza hoy lo están tomando por la vía democrática. Van a tomar los espacios que se les habían vedado. Para muchos esto será un susto y estarán temblando, y no dudo que otros se sienten a negociar con ellos”.
Pero esta satisfacción no duraría mucho tiempo.
Capítulo 3: El reclamo sobre un supuesto fraude
Al amanecer, Thelma Cabrera se levantó, se lavó la cara y empezó una nueva jornada. Estaba feliz, contenta.
—Yo me siento muy bien, yo me siento feliz por haber dado un paso muy grande y de verdad muy grande, porque por primera vez un instrumento político que sale de un movimiento campesino llegó a un cuarto lugar. No me esperaba llegar hasta ese lugar.
La noche anterior su casa había sido un punto de encuentro. Mientras algunos se desanimaban con los resultados que reportaban los medios televisivos, Thelma Cabrera se mantenía sonriente. Recibía a sus invitados, los saludaba, atendía llamadas, platicaba, hacía bromas. De vez en cuando, volteaba a ver la televisión cuando escuchaba su nombre entre los comentarios de analistas y presentadores.
Despertó contenta y parecía satisfecha con la jornada electoral.
—¿Qué opina de los resultados de estas elecciones?
—Yo respeto la decisión de los guatemaltecos, pero espero que hayan elegido bien y espero que tengan la conciencia limpia, porque los que estuvimos en el proceso dimos una oportunidad. El pueblo escoge su gracia o su desgracia, pero los guatemaltecos que tenemos claridad de lucha vamos a enfrentar lo que viene en adelante. Puedo pedir que analicen si fue un voto consiente, si no fueron compras de votos, si no hubo boletas en donde no venía el logo del MLP. Muchas personas vinieron a preguntar por qué no venían papeletas completas. Espero que las autoridades investiguen, eso no me toca a mí.
Así me respondió a eso de las 6:30 de la mañana. A las 9:00 dijo que participaría en una reunión de dirección política con otros integrantes del partido.
—Para mí es un día normal, ya voy para afuera. Yo estoy feliz con los votos. Sacar 450 mil votos sin que hoy amanezca y diga: “La factura de fulano, ¿cómo se lo voy a pagar?”, para mí es una alegría.
Horas más tarde, justo después de esa reunión, la candidata no parecía tan contenta. Con el ceño fruncido y la voz elevada, dirigió una conferencia de prensa que fue transmitida en las redes sociales del partido para denunciar un supuesto fraude electoral.
Los argumentos, no obstante, fueron sorprendentes.
“El logo es más pequeño que el de los rivales”. No obstante, el TSE imprime el logo conforme lo envían los partidos. El del MLP tiene un marco blanco. Podrían haber escogido un marco rojo, por ejemplo.
“No aparecemos en algunas papeletas”. Esta es una acusación presentada sin evidencias. Quizás se debió a que estaba ubicado en una de las posiciones menos visibles. Es un hecho que en una papeleta, el ojo busca los extremos superiores en las esquinas, y luego los extremos inferiores en las esquinas. La posición del binomio del MLP estaba dos lugares abajo de la esquina inferior izquierda, difícil de encontrar. Además, la candidata Thelma Cabrera escogió una foto en la que no aparecía con su tradicional blusa roja que utilizó en la campaña, ni tampoco con los colores del telar maya, sino con una blusa verde clara, con la cual se dificultada más reconocerla.
En un comunicado oficial, protestaron también por supuestas papeletas marcadas con el logo de otros partidos, pero no presentaron evidencias. Cuestionaron una compra de votos, denunciada por otros partidos y medios periodísticos, pero no hay evidencias de que las personas que recibieron dinero fueran obligadas a votar por ningún candidato. Es más, el candidato del gobierno, el kaibil retirado Estuardo Galdámez, obtuvo apenas 4.15 por ciento.
El cambio de postura, según algunos como Raúl Barreda, ex candidato a diputado por el progresista Movimiento Semilla, se debió a la influencia del intelectual radical de izquierdas Mario Roberto Morales. Desde el partido, en su cuenta de Twitter, negaron que se debiera a Mario Roberto Morales.
La candidata ya no estaba contenta con los resultados obtenidos. Los desconoció y denunció al Tribunal Supremo Electoral, que no hizo nada ante anomalías fraudulentas denunciadas durante la jornada del domingo, que el logo del MLP lucía más pequeño que el resto de los partidos, que hubo papeletas incompletas y algunas venían marcadas a favor de la UNE, que al MLP nunca le permitieron colocar vallas publicitarias, que no pudieron abrir una cuenta bancaria y que hubo acarreo de personas.
—Entonces llamamos a nuestros hermanos, desconocemos este resultado provisional, llamamos a nuestros hermanos, a los más de 450 mil que votamos para defender nuestro voto en las luchas de calle. Es evidente este acto de corrupción en contra del pueblo de Guatemala. Denunciamos de manera pública a nivel nacional e internacional que nuestros derechos han sido violentados. Es un fraude, desde nuestros encuentros dijimos que no reconocemos encuestas pagadas y ahora no reconocemos el resultado del TSE. ¿A dónde se fueron nuestros votos si hay más de 400 mil votos para el binomio? ¿Dónde está el resto?
Esta protesta probablemente provino del catastrófico resultado que obtuvo el MLP en las elecciones para el Congreso, en donde apenas alcanzó uno de los 160 escaños. Pero es de conocimiento público que los ciudadanos no votan en línea. Por ejemplo, los capitalinos escogieron con un 38 por ciento al candidato a alcalde unionista, Ricardo Quiñónez, y su partido apenas obtuvo una de las 11 diputaciones. Y su candidato presidencial no alcanzó el dos por ciento.
En redes sociales, algunos como el periodista Gabriel Woltke cuestionaron esta decisión acelerada del MLP. Para el abogado y analista político Edgar Ortiz, el reclamo tiene poco sustento.
Mirador Electoral, un consorcio de entidades de sociedad civil, validó los resultados de los conteos de votos. Tras un conteo rápido realizado a través de una metodología estadística, con una muestra aleatoria y representativa; y con presencia en mil centros de votación, con 1.300 observadores, descartaron la posibilidad de algún fraude generalizado.
“Dentro de esa prueba científica no localizamos ningún tipo de situación que pueda señalar un fraude electoral, más que los eventos de conflictividad que surgieron en algunos lugares. Desde un punto de vista más científico creo que no hay un indicio de fraude, al hablar de eso habría que tener más cuidado y hacer las denuncias correspondientes. Descartamos totalmente un fraude, no podría darse”, aseguró Eddie Cux, representante de dicho consorcio e integrante de Acción Ciudadana.
Para Thelma Cabrera, los 450 mil votos fueron hasta la mañana del lunes una victoria frente al sistema. Una sorpresa electoral que hacía temblar a la élite económica.
Pero para el liderazgo del partido MLP fue un fraude electoral orquestado en su contra. La convencieron. Y ahora convocarán de nuevo a manifestar contra el sistema.
*Por Kimberly López para Nómada / Fotos: Hugo Navarro