«No se obedece a leyes injustas» (Don Lorenzo Milani)
Esta mañana me desperté con la buena noticia de que los migrantes salvados por el barco Sea Watch 3 desembarcaron con la mala noticia de que la capitana Carola Rackete fue arrestada por violar la ley escrita, pero respetó la ley natural y la del corazón. Y se me ocurrió que en 28 años de prisión yo también he violado a menudo leyes internas sin sentido, impregnadas de una burocracia absurda. Creo que si no lo hubiera hecho, no me habría podido mejorar y habría salido peor de la cárcel que cuando entré. Creo que el hombre es un animal moral que hace propias las normas de la sociedad en la que vive y que está naturalmente inclinado a seguirlas. Entonces, la razón por la que se respeta la ley es porque uno se siente moralmente obligado a hacerlo. Por lo tanto, sólo una «presión» psicológica, social y moral igual de fuerte entre sí puede empujarlo a violarlas. Y creo que Carola hizo bien en violar las leyes que prohíben traer a tierra firme a los náufragos.
Creo que siempre hay que rebelarse contra las injusticias, sobre todo cuando se cometen en nombre de la ley, porque el ciudadano que no se rebela contra eso es peor que su mandatario. Creo que las leyes injustas garantizan la dominación, no la justicia. A menudo son nuestros propios gobernantes, que dicen enseñar la ley, los que son culturalmente criminales sin infringir ninguna ley, y estoy convencido de que podemos infringir la ley y ser buenas personas. Estoy convencido de que Carola Rackete es una hermosa persona y la hija que a todo el mundo le gustaría tener, quizás incluso por el más soez de nuestros políticos actuales.
Traducción: Ana Gabriela Velásquez Proaño