Por David Meléndez

En el acto central del Colegio de Profesores de Chile, al final del Paseo Bulnes (y detrás de la estatua al Presidente educador Pedro Aguirre Cerda), confluyeron este mediodía tres multitudinarias columnas de profesores y estudiantes, procedentes de comunas del norte, centro y sur del país, llegados a la capital en más de 140 buses para la Marcha Nacional Docente. El acto contó con la presencia de los principales dirigentes de los profesores, como su presidente Mario Aguilar, y diversos artistas, como la cantante Anita Tijoux. En varias ciudades de regiones también hubo movilizaciones.

A principios de esta semana se sometió a las bases del magisterio la aceptación o rechazo de los puntos que se habían hablado con el subsecretario de Educación (la ministra Marcela Cubillos persiste en estar ausente y cerrada a todo diálogo). Más de un 90% del profesorado rechazó la propuesta y decidió seguir en paro: las piedras de tope son el reconocimiento salarial a la mención de educadores diferenciales, el pago de la deuda histórica (indemnizaciones a los maestros tras el cambio de administración de los colegios básicos y secundarios desde el Ministerio de Educación a las municipalidades, la llamada “municipalización”), el cambio a la malla curricular de los dos últimos años de secundaria en que se dejan como optativos ramos tan importantes como Historia, Educación Física y Arte, entre otros temas. El gobierno no ha ofrecido respuesta a ninguna de estas demandas, por lo que tras la consulta con las bases se ha llegado a la cuarta semana de paralización.

El Colegio de Profesores plantea que es cada vez más evidente una intención de debilitamiento de la Educación Pública, afectando el espíritu crítico de los estudiantes y sobrecargando de trabajo a los profesores. La falta de recursos para el sector estatal busca someterlo a los dictados del neoliberalismo y convertirlo en una “fábrica de mano de obra” acrítica y desconocedora de sus derechos. El actual petitorio docente de once puntos no busca aumentar sus salarios, sino mejorar la calidad de la educación pública y las condiciones de trabajo de los profesores de Chile. Desde el inicio del paro, numerosas organizaciones sociales se han adherido, como la plataforma No+AFP, Federaciones de Estudiantes universitarios y secundarios, funcionarios del MINEDUC, etc.

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Las fotos son de David Meléndez y Marcela Campolo: