Son incontables los animales que sufren y mueren en la investigación del Alzheimer. La Asociación de Médicos contra la Experimentación Animal ha criticado durante mucho tiempo este tipo de experimentos poco fiables y crueles, y regularmente informa sobre los medicamentos contra el Alzheimer que fallan en pacientes humanos a pesar de los experimentos anteriores en animales. Utilizando un complejo sistema de modelos basados en el ser humano, los investigadores de Bochum han adquirido importantes conocimientos sobre los fundamentos del Alzheimer.
En Alemania, se estima un número de 1,2 millones de personas afectadas por el Alzheimer, una enfermedad que supone una pesada carga para los pacientes y su entorno social. Numerosos «modelos animales» se desarrollan año tras año, supuestamente para investigar la enfermedad antes mencionada y desarrollar terapias. Innumerables ratones son manipulados genéticamente mediante la implantación de un gen humano en ellos, con el resultado de que, a pesar de décadas de investigación animal, la enfermedad de Alzheimer no es ni entendida causalmente ni curable. Esto se debe sobre todo a la complejidad de la enfermedad, que no puede ilustrarse en los experimentos con animales. «Es absurdo creer que es posible imitar una enfermedad compleja como la del Alzheimer en un ratón que nunca desarrollaría naturalmente la enfermedad», dice la Dra. Tamara Zietek, una científica que forma parte de Médicos contra la Experimentación Animal. «El desarrollo de un único gen para un animal de este tipo, que está asociado con la enfermedad de Alzheimer en humanos, no es un enfoque de investigación orientado a objetivos. Hay muchos genes que están asociados con el Alzheimer y su compleja interacción en el cuerpo humano nunca puede ser replicada en ratones. Además, el componente genético del Alzheimer es sólo uno de los muchos aspectos que influyen en el desarrollo de la enfermedad y su progresión».
El dilema está siendo criticado cada vez más por los médicos especialistas. Más de 300 métodos terapéuticos han sido probados hasta ahora «con éxito» en el «ratón de Alzheimer», pero incluso después de décadas de investigación no se ha desarrollado ningún fármaco que pueda curar o detener la enfermedad. Las pocas terapias disponibles no muestran una mejoría satisfactoria en los síntomas y/o generalmente se asocian con efectos secundarios graves que perjudican significativamente la calidad de vida de los pacientes. Los medicamentos existentes contra el Alzheimer que deben retirarse del mercado debido a la falta de eficacia o a efectos secundarios inaceptables no son una excepción. Hace sólo unas semanas, un estudio clínico en pacientes con la prometedora sustancia activa Aducanumab en experimentos con animales se suspendió debido a los resultados infructuosos. Investigadores de renombre en el campo de la neurología también se pronuncian cada vez más en contra de la investigación basada en animales y critican que no es adecuada para investigar la enfermedad humana debido a su falta de comparabilidad.
Los orgánulos del cerebro humano son más efectivos que los modelos animales
Mediante el uso de orgánulos cerebrales humanos, los investigadores de la Universidad del Ruhr de Bochum han logrado elucidar un importante mecanismo de la enfermedad del Alzheimer. Hablan de un «sistema vivo» en el que las células nerviosas se comportan como las del cerebro humano real. Por ejemplo, las células madre pluripotentes inducidas (iPSCs) se cultivan a partir de muestras de piel o pelo de donantes humanos y, en el siguiente paso, se reprograman para producir minicerebros.
«Esta es una gran ventaja sobre los cerebros de ratones o ratas, que difieren mucho del cerebro humano, lo cual es ciertamente la razón principal del fracaso de estos ‘modelos animales’», comenta la Dra. Tamara Zietek. Existen varias teorías sobre el desarrollo del Alzheimer, incluyendo la teoría del beta-amiloide, que explica la formación de placas en los cerebros de los pacientes de Alzheimer. La medida en que estas placas contribuyen a los síntomas típicos de la enfermedad (olvido, etc.) es polémica.
Mediante el uso de orgánulos cerebrales humanos, los investigadores de Bochum han descubierto que la proteína que también es responsable de la formación de placa está implicada en otros procesos que conducen a la muerte de las células nerviosas, un proceso recientemente descubierto que es muy probable que contribuya significativamente al curso de la enfermedad.
Los orgánulos cerebrales no sólo pueden ser generados por personas sanas, sino también por pacientes con Alzheimer. Los investigadores incluso afirman que el método también puede adaptarse a otras enfermedades neurológicas como la esquizofrenia. Con la ayuda de orgánulos cerebrales específicos para cada paciente, un modelo de enfermedad está ahora disponible después de décadas de fracaso de los experimentos con animales, lo que proporciona el prerrequisito ideal para una prueba de drogas eficaz y permite la medicina personalizada.
Fuentes:
Enfermedad de Alzheimer en el mini-cerebro. Revista Científica RUBIN, 1/2019, p. 48-51
Más información en Ärzte gegen Tierversuche (Médicos contra la Experimentación Animal):
Enfermedad de Alzheimer: experimentos fallidos con animales y tecnologías pioneras
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Traducción del alemán por Sofía Yunga