Este domingo 30 se disputarán elecciones internas en Uruguay para dirimir las fórmulas que competirán en Octubre. Pressenza conversó con Lorena Casco, militante y candidata a diputada por el Partido Humanista en el frente Unidad Popular.
P: ¿Cómo ves el actual escenario político uruguayo?
En Uruguay hay dos partidos que se disputarán la presidencia. Ambos coinciden ampliamente en las propuestas a nivel económico, en la destrucción del medio ambiente y en la actitud de entrega y sumisión frente a las multinacionales y el capital financiero extranjero.
Frenteamplistas, blancos, colorados y el partido independiente, hacen gala cada uno dentro de su propia historia y proceso, de lucir con predominancia en sus internas las versiones más a la derecha que les hemos conocido desde que superamos la dictadura militar.
Si miramos las bases, asistimos, en general, a una pérdida de participación creciente, a un desinterés por lo político con tintes importantes de anomia. Esto no es casual, ha sido inducido especialmente por el partido de gobierno que en otros tiempos era una usina importante de activismo, de lucha social. Mucha gente decepcionada que, sin embargo, se resigna a votar lo menos malo por temor ya que lo que amenaza con llegar al gobierno como alternativa es sin dudas peor.
Sin embargo nuevas expresiones políticas se presentan en estas elecciones y poco a poco se empiezan a escuchar las voces de quienes dicen basta al chantaje de votar al menos malo y se van animando decididamente a votar en primera vuelta a diputados y senadores que representen esas voces de los oprimidos.
P: El frenteamplismo surgió como fuerza emergente desde la izquierda rompiendo el tradicional bipartidismo y llegó al gobierno derrotando a la derecha en tres oportunidades. ¿Qué pasó? ¿Por qué integrar y votar ahora a la Unidad Popular?
El modelo del Frente Amplio en la región, su espejo, ha sido la Concertación chilena. El FA, desde que asumió en el año 1989 el gobierno de la intendencia de Montevideo fue mostrando su aggiornamento a la socialdemocracia europea, en su versión light, propia del momento hegemonico neoliberal. El FA subió por izquierda y gobierna en materia económica como un partido de centro derecha. El FA ha tenido como su referente principal a Tabaré Vazquez, que no viene de la tradición de la izquierda uruguaya, es una persona que claramente por sensibilidad y actitudes uno lo ve más ligado a los partidos tradicionales. Es difícil de explicar hasta para los mismos frenteamplistas que lo fundaron en los años 70, como fue que un asesor del FMI ha sido elegido dos veces presidente por la coalición de gobierno.
Unidad Popular representa por un lado a lo mejor de la tradición de la izquierda uruguaya. En ella se mezclan las vertientes más coherentes del pensamiento marxista, artiguista, batllista, saravista y es el lugar más coherente donde los humanistas encontramos para hacer nuestro aporte. El programa que levanta la Unidad Popular es un programa de gobierno donde los uruguayos se hacen cargo de su destino. Las propuestas de la Unidad Popular solo serán posibles en la medida que el crecimiento electoral sea acompañado del crecimiento del pueblo organizado y activo.
P: ¿Qué acentos promovería el Humanismo en el Parlamento?
Nuestra bancada, además de llevar adelante aquellas líneas de acción que se definan en el colectivo de la Unidad Popular, y profundicen la dirección de lo hecho ya con un diputado en el periodo 2015-2020, hará hincapié en impulsar leyes que favorezcan la participación popular, como las propuestas de facilitar las consultas vinculantes al pueblo, la revocatoria de los mandatos, el veto popular, la iniciativa popular.
Los temas de la Ecología Social serán otro de los ejes fundamentales, donde buscaremos limitar el desastre ambiental que generan los monocultivos de soja y eucaliptus.
Al mismo tiempo nuestra bancada se caracterizara por desarrollar su actividad más fuera que dentro del Parlamento. Nuestro estilo estará inspirado en un planteo escrito en el libro “Cartas a mis amigos” más precisamente en la carta 7 del fundador del Movimiento Humanista del que deriva nuestro partido, Silo. Dice Silo en ese escrito :“Un miembro del partido que logra representatividad popular, no es un funcionario público sino un referente que evidencia las contradicciones del sistema y organiza la lucha en dirección a la revolución”.
Estar en los conflictos sociales acompañando a los oprimidos que se organizan, alentar a tomar la iniciativa por todo tipo de agrupamiento que dé respuesta a las necesidades concretas de nuestro pueblo oprimido, impulsar la federación nacional de apoyo humano, las redes de economía humanista, las cooperativas de producción y servicios autogestionadas y toda tarea que produzca en los hechos unión, solidaridad , y fortaleza en las personas serán tareas prioritarias. En este sentido todos los temas ligados a la cultura de la no violencia y al desarrollo personal en función del cambio social, serán ingredientes permanentes de nuestro accionar que conforma una esfera esencial de aquello que nos define como “algo más que un partido político”
P: ¿Qué te moviliza a militar y ser diputada?
Cuando empecé a militar en el humanismo tenía 16 años, me dolía la pobreza que veía a mí alrededor y esa fue mi primer motivación. Sentía que algo había que hacer, que no podía ser lo normal que algunos nacieran desnutridos en un “cante” mientras otros nacían con más plata de la que podrían gastar en todas su vida. Hoy en día sigue siendo uno de los temas que más me mueven pero se han sumado otros como por ejemplo la conciencia sobre el desastre ecológico que se promueve con las políticas de saqueo del gran capital. Saber que se contamina todo, que no se respeta en lo más mínimo los tiempos ecológicos, el monte nativo, la fauna autóctona y esto tiene consecuencias inmediatas y a largo plazo. Hoy tenemos un diputado, con un equipo de trabajo peleando por eliminar los agrotóxicos más contaminantes, prohibidos en los países llamados «desarrollados», mañana podríamos tener muchos más diputad@s ahí; generando oportunidades para todos. Eso me motiva, podría ser yo o podría ser cualquiera de mis compañer@s del partido, es gente en la que confío plenamente y más allá de la cara visible trabajamos y pensamos juntos. El parlamento es un lugar de resonancia, desde ahí se puede trabajar con otra llegada para reconstruir el tejido social rebelde y hacer oír las voces subterráneas que más allá de banderas políticas defienden los derechos humanos y la ecología. Podemos mostrar que hay otra forma de hacer política, y devolver al pueblo la esperanza y el entusiasmo desde esa bancada abierta y participativa.
P: ¿Cómo se frena la derechización política en Uruguay y América Latina?
Hay mucha teoría al respecto, pero los mejores intentos que podemos hacer deben mostrarse con hechos. El formidable trabajo que hacen los medios de difusión del neoliberalismo solo pueden ser contrarrestados por acciones ejemplares en otra dirección. La solidaridad, la satisfacción de aquellas tareas que nos fortalecen y benefician a los conjuntos humanos, deben ser difundidas abiertamente y con resolución. No podemos dudar de nuestro paradigma que pone al ser humano como valor central, tenemos que sin temores ridículos dar a conocer nuestros puntos de vista, pensando no en lo que hoy es mayoría en la opinión pública, sino en lo que nuestro pueblo puede pensar pasado mañana. Sino sembramos generosamente en acciones lo que decimos, nada se podrá seriamente hacer ante la avalancha de la derechización. Por poner un ejemplo, si al discurso de la mano dura que ellos proponen, no alzamos la voz reclamando por una mano cálida, para los jóvenes, las mujeres, los trabajadores, los ancianos y los pisoteados en general, si nuestras convicciones flaquean nos quedamos sin alternativas. Así que a predicar con el ejemplo y a producir acciones que muestren que en los hechos otro paradigma verdaderamente humano está en marcha.
Ya en términos más globales la izquierda debe aproximarse a lo popular, así como lo popular debe incorporar las propuestas de la izquierda. Los planteos de máxima, de cambios de fondo, tienen que apoyarse y buscar coincidencias con aquellos planteos más inmediatos que están instalados en buena parte de los que luchan por reivindicaciones justas y más puntuales. Necesitamos buscar coincidencias con otras fuerzas afines de la región, es necesario ponerle un freno al creciente intervencionismo de USA.
P: En la última elección, la Unidad Popular llegó al parlamento uruguayo. ¿Cuál es la aspiración en esta elección?
En términos electorales aspiramos de piso llegar al Senado y lograr tres diputados., pero como sabemos hay muchos factores en juego, y si bien nuestro programa beneficia al 90 % de los uruguayos, la manipulacion y la opresión hace que los buena parte de los oprimidos voten por sus verdugos. También es cierto que hay un espacio en disputa que tiene algunos factores nuevos a favor, Uno de ellos es el hecho que, de acuerdo a la nueva ley electoral, a la Unidad Popular le corresponderá casi el 10% de los espacios gratuitos en TV para la campaña electoral. Aquí dependeremos de nuestra creatividad e inteligencia para aprovechar del mejor modo esa vía de llegada masiva.
P: En el caso de que luego de Octubre fuera necesaria una segunda vuelta, ¿tienen ya una definición política como frente?
No lo hemos definido aún. En la Unidad Popular siempre hemos tenido diferencias con ese tema, no hay una unanimidad, aunque en general, en los grupos que integramos UP predomina la posición de anular el voto para una segunda vuelta, posición que no es ni ha sido la nuestra. En las elecciones de 2014 la UP definió el tema con posterioridad a la primera vuelta en un escenario donde la primera vuelta ya había marcado un resultado que aseguraba el triunfo en el ballotage del FA. Ahora el escenario electoral esta muy reñido y el FA tiene en riesgo su continuidad. En la UP nos centraremos en la primera vuelta, que es donde se eligen los representantes al Parlamento, esa es nuestra elección.
Al mismo tiempo el momento regional requiere para nosotros una mirada actualizada sobre los procesos políticos donde la derecha y la derecha ultra inclusive se ha posicionado. Nosotros nunca hemos dicho que el FA y los partidos tradicionales son lo mismo, menos lo diremos en esta instancia tan compleja y delicada en nuestra Latinoamérica. Más allá de esta opinión, no es el tema que nos va a tener ocupados hasta el 27 de Octubre, la segunda vuelta será tema para después de esa instancia.