España informa a Marruecos de que hay una patera en peligro en sus aguas y “si no actúan, nadie sabe que no lo han hecho”, según estas dos organizaciones de derechos humanos.
Reclaman que se vuelva a priorizar el rescate de personas sobre cualquier otro criterio.
La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) y el Centro para la Defensa de los Derechos Humanos (Irídia) denuncian que la nueva estrategia de rescate en el mar del Gobierno español, que pasa por la «dejación irresponsable» del deber de salvamento de pateras a Marruecos en zona SAR (Search And Rescue) marroquí, incrementa el número de muertes en la Frontera Sur.
El resultado inmediato de este cambio de estrategia ha sido el fallecimiento el pasado martes 18 de junio de 22 personas en el mar de Alborán, que no fueron rescatadas, a pesar de conocerse su situación de riesgo, por una llamada de socorro.
Hasta hace pocos meses, Salvamento Marítimo realizaba rescates tanto en zona SAR española como en zona SAR marroquí, en la que actuaba sólo bajo autorización de Marruecos con el objetivo de socorrer las vidas humanas en situación de peligro. Sin embargo, actualmente, y bajo las directrices del General de la Guardia Civil del Mando Único y siguiendo la nueva estrategia del Gobierno español, tan sólo realiza rescates en zona SAR española y común. Ahora únicamente acude al rescate de pateras una vez han sido efectivamente localizadas en el mar, por lo que ya no se realizan rastreos ni en el mar de Alborán ni en el Estrecho.
La consecuencia es, según Manuel Capa, de la Confederación General del Trabajo (CGT) Mar y Puertos, que “ahora tardamos tres horas más en rescatarlas”, lo que conlleva un aumento en el riesgo de naufragios y, consecuentemente, en el número de muertes. Marruecos asume en exclusividad la responsabilidad de llevar a cabo la coordinación para el rescate de personas migrantes náufragas en zona SAR marroquí. Según Manuel Capa, “existen vínculos de comunicación” entre España y Marruecos, de forma que “España informa al país socio de la existencia de una patera en sus aguas” para que Marruecos tome las medidas que considere necesarias, sin comprobar qué ocurre con la embarcación finalmente. El centro de coordinación español no entra en el procedimiento de Marruecos y “si no actúan, nadie sabe que no lo han hecho”, advierte.
Por ello, reclamamos que se vuelva a priorizar el rescate de personas sobre cualquier otro interés y para ello, que se recuperen los protocolos anteriores en los que Salvamento Marítimo podía acceder a zona SAR marroquí en el caso de que la Marina Royale no asumiera el rescate y las personas se encontraran en riesgo de muerte. Además, exigimos que se permita a Salvamento Marítimo realizar la aproximación a la zona, antes de que sea localizada la patera por coordenadas, reduciendo así los tiempos de rescate. Para ello necesita los medios y el personal adecuados, indican.
APDHA e Irídia denunciamos que cuando la prioridad pasa de salvar vidas a impedir que lleguen personas a las costas del Estado español, se produce un aumento exponencial de las muertes de seres humanos que migran por la Frontera Sur y, concretamente, en el Mar de Alborán y el Estrecho. Esto es lo que ha ocurrido al asumir el reparto de competencias en el rescate de vidas humanas según zonas SAR española o marroquí.
La relación de España con Marruecos ha vivido en los últimos seis meses una fase de gran actividad con el objetivo de “reducir un 50% la migración irregular” en palabras de la Vicepresidenta Carmen Calvo en enero de 2019. Por un lado, se han firmado acuerdos bilaterales entre el Gobierno y Marruecos para el control y devolución de personas migrantes, cuyo contenido no es público. APDHA ha solicitado el acceso a dichos acuerdos a la Comisión Europea, que lo ha denegado argumentando que “la garantía de confidencialidad es fundamental para que prospere este complejo ejercicio, cuyo objetivo es garantizar los intereses y los valores de la UE”.
También se han llevado a cabo, tanto en Marruecos como en países europeos, entrenamientos intensivos a personal militar marroquí y la Unión Europea (UE) ha dotado de medios de rescate y vigilancia a Marruecos. Así mismo, además de los 140 millones que la UE aprobó entregar a Marruecos “para luchar contra la inmigración irregular”, mediante el fondo fiduciario, se han firmado acuerdos comerciales e inversiones millonarias con el reino alauita. Estos mecanismos de colaboración también comparten los objetivos de control, detención y devolución de personas que intentan cruzar fronteras.
“No podemos normalizar que las personas mueran intentando cruzar el Estrecho”. La «dejación irresponsable» del deber de salvamento de pateras a Marruecos es un acto que provocará aún más fallecimientos.