La activista, viuda de líder sudafricano Nelson Mandela, pronunció la Disertación en Memoria de McDougall, la cual es ofrecida cada dos años por una personalidad destacada en el campo de la agricultura y la lucha contra el hambre, en honor al economista australiano Frank Lidgett McDougall, cuya labor contribuyó a la fundación de la FAO en 1943.
El organismo internacional otorgó a Machel en 2018 la condición de miembro honorario de la Alianza entre la FAO y los galardonados con el premio Nobel de la Paz, en reconocimiento a su incansable lucha por la libertad del destacado líder sudafricano.
Somos muy buenos, dijo Machel, al hacer discursos y elaborar políticas, pero cuando se trata de poner manos a la obra, de rendir cuentas, ahí es cuando fracasamos, y más adelante llamó la atención en la ‘falta de conciencia individual’ y señaló como la ‘complacencia insensible con el statu quo ha dado lugar a la bancarrota de la solidaridad humana’.
Estoy aquí ante ustedes, dijo a los presentes en el salón plenario de la FAO, y cada minuto hay niños que mueren en África y en Asia por malnutrición y llamó a los miembros de la Conferencia a imaginar qué harían si fuera su propio nieto o nieta que estuviera muriendo de hambre.
Comparó también que mientras todos ellos pueden hacer tres comidas al día, incluso elegir qué comer, hay niños a los que se les podría salvar la vida con un pedazo de pan y agua potable.
‘Simplemente no podemos permitirnos el lujo de no tomar urgentemente medidas valientes para poner fin a la pobreza y el hambre y crear comunidades rurales más prósperas y vibrantes’, apuntó.
Machel instó a un cambio radical en la agricultura cuando apenas quedan 10 años para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos por ONU en su Agenda 2030.
Señaló en tal sentido que si queremos realmente eliminar el hambre, ‘tenemos que ampliar simplemente la escala de nuestras acciones’ y señaló la urgencia de ‘revertir las prioridades de las inversiones’ y expresó su convicción de que’ alimentos para todos los habitantes del planeta es algo que puede lograrse’.
También ponderó el rol protagónico de las mujeres en la cadena alimentaria y en la producción agrícola a nivel mundial y el imperativo de convertir a la agricultura en un sector atractivo para los jóvenes y evitar así se vean obligados a abandonar los campos incluso para sobrevivir.
De igual modo destacó la labor única de la FAO para el desarrollo de las zonas rurales y cómo además ese organismo de ONU presta atención a la ‘interconexión entre la migración, agricultura y desarrollo rural’.
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