Entrevista en el programa de Pressenza-Ecuador, «Latitud no-violenta».
Transcripción de Jember Pico Castañeda.
En entrevista con Latitud Noviolenta, Sofía Benavides y Katy Salas presentan el Colectivo “El Parto es nuestro”, que promueve el protagonismo de las mujeres en sus procesos de embarazo y parto.
En Ecuador se han registrado 53 muertes maternas en el sistema público de salud en lo que va del año 2019. Tactos cada mes durante el embarazo, prácticas de cesárea de manera innecesaria, no informar oportunamente, infantilizar a las mujeres: experiencias como éstas reunieron a mujeres que vivieron traumas en su embarazo. Ellas conocieron al Colectivo en España y lo trajeron a Ecuador hace 6 años; también existe en Argentina. El Colectivo de Ecuador tiene socias en Galápagos, Guayaquil, Cuenca, Quito, con representación internacional en Canadá y Bélgica.
Para el Colectivo es muy importante que cada mujer que desee ser madre pueda también tener el parto que desea. La información que compartimos con ellas busca que se empoderen de su proceso de embarazo y parto, pues “poco a poco, paso por paso, mujer por mujer, nacimiento por nacimiento, cambiamos el mundo”.
Ante las voces “autorizadas” sobre esta experiencia de las mujeres (médicos, pediatras, ginecólogos, matronas, obstetrices, etc.) ha faltado la voz de las mujeres. “Nosotras quisimos dar fuerza y vida a este colectivo… porque en nosotras, las mujeres madres, está la posibilidad de cambiar el mundo a través de la forma como nacen nuestros hijos”.
Todo esto es necesario porque cedemos la responsabilidad a los profesionales de la salud, quienes estudian y se forman desde mallas curriculares obsoletas o inhumanas, que consideran el parto una enfermedad o una emergencia, e incluso generan en las mujeres miedo al dolor. La responsabilidad de la mujer, de la pareja, de la familia ante el proceso de embarazo y parto ha quedado a un lado, olvidada, lo cual impide que se pueda vivir un parto normal, respetado, gozoso, e incluso orgásmico.
Necesitamos cuestionar las maneras como la medicina obliga a las mujeres a vivir sus partos, de manera violenta, e incluso la manera como los sistemas de salud ejercen violencia sobre el personal médico al obligarles a trabajar dobles jornadas, lo cual les impide realizar un trabajo humanizado, respetuoso del proceso de parto que viven las mujeres.
Los objetivos del Colectivo se resumen en volver a vivir partos humanizados, exigir la aplicación de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, el trato digno y respetuoso hacia la mujer y el recién nacido, y las prácticas de noviolencia gineco obstétrica.
Para lograr estos objetivos, el Colectivo en Ecuador realiza una labor de incidencia política. Por ejemplo, ha participado en la construcción de la Ley Orgánica Integral para la prevención y erradicación de la violencia de género contra las mujeres, promulgada en noviembre de 2017. En su artículo 11 (literal f) se conceptualiza la violencia gineco obstétrica; esto implicó muchos diálogos con personal médico para que reconozcan no tener el protagonismo en este proceso de las mujeres.
Esto fue sólo un primer paso, pues las herramientas y la normativa están mejorando (las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud al respecto nacieron en 1985), pero al personal médico le cuesta mucho cambiar sus prácticas, pues aún hoy siguen ejerciendo violencia gineco obstétrica hacia las mujeres. Hay mucha resistencia a vivir estos cambios; estamos aún 30 años atrás.
“Mientras estás en un proceso tan importante y trascendental de tu vida -como lo es la bienvenida de un nuevo ser a este mundo- lo más importante es que lo vivas en un ambiente íntimo, cálido, respetuoso, amoroso, saludable, así como cuando vas al baño o haces el amor; el parto es un proceso fisiológico muy importante, es un acto eminentemente sexual”.
Por ello, el Colectivo “El parto es nuestro” también trabaja en su día a día acompañando a las mujeres que quieren vivir su parto en casa. “Nosotras cuidamos que haya suficiente calor, comodidad, que haya suficiente oscuridad, que no haya interrupciones, que exista un ambiente de relajación, para que cada mujer se sienta en su nido y sea protagonista de su proceso, en el cual la partera o acompañantes protegen y acompañan sus decisiones de manera natural y no invasiva”.
Puede parecer contradictorio, pero en el momento del parto cada mujer necesita conectarse con su instinto de mamífero, con su animalidad, con su naturaleza, que le guía a saber qué necesita en cada paso de este proceso: comer, beber, cambiar de posición, gritar, quejarse, calmarse. Quienes acompañan esto, saben la importancia de que cada mujer aprenda a sentirlo, seguirlo y vivirlo.
En conclusión, las formas médicas y violentas para vivir el parto han generado miedos y bloqueos en muchas mujeres para decidir y vivir sus propios procesos. Por ello, la recomendación es investigar, informarse, contactarse con quienes exploran y recuperan otras prácticas que promueven el protagonismo de cada mujer, para que sean ellas quienes sigan el camino de reapropiarse de sus cuerpos, sus vidas, sus procesos y decisiones.
Contactos del Colectivo “El parto es Nuestro” Ecuador
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Correo electrónico: ecuador@elpartoesnuestro.ec
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