por Oiwan Lam
Cientos de miles de personas en Hong Kong tomaron las calles el domingo 9 de junio de 2019 para impedir que el Gobierno apruebe las reformar a las leyes de extradición existentes –la ordenanza de delincuentes fugitivos y la ordenanza de asistencia legal mutua en asuntos penales.
La manifestación empezó a las 2:30 p.m. y rápidamente paralizó gran parte de la isla de Hong Kong. Anna Pearce registró a la multitud cerca del parque Victoria, lugar de inicio de la manifestación:
No to China extradition.. incredible mass protest turnout in Hong Kong #occupyhk #umbrellarevolution #hongkong #timelapse pic.twitter.com/DmE643iKVx
— Anna Pearce (@stilltalkin) June 9, 2019
Calles inundadas con manifestantes
El Frente Cívico de Derechos Humanos, ente organizador de la protesta, estimó que hubo más de un millón de manifestantes, pues la escala de la protesta fue mayor que la movilización contra la ley de seguridad nacionalel 1 de julio de 2003. Pero la policía dijo que hubo cerca de 240 000 personas en las calles en el momento de mayor concurrencia. Como expresó Jeffie Lam, reportera de South China Morning Post, los hongkoneses hicieron historia:
#hongkongers are making history today. All lanes of the Hennessy Road – including those which police refused to open before – are flooded by protesters against the #extraditionbill @SCMPNews pic.twitter.com/UTr2ui7Fix
— Jeffie Lam (@jeffielam) June 9, 2019
«Los hongkoneses hicieron historia hoy. Todas las vías de Hennessy Road –incluidas las que la policía se había negado a abrir antes– estaban llenas de manifestantes contra la ley de la extradición.»
Los manifestantes dijeron que las enmiendas propuestas facilitarían que China continental causara el arresto de críticos, disidentes y hasta periodistas en Hong Kong. Coreaban “no a la ley malvada” y pedía la renuncia de la jefa ejecutiva, Carrie Lam.
El cartel dice: “No a la extradición de China. Mentirosa Carrie Lam, renuncia”. Imagen vía inmediahk.net CC: AT-NC.
Una trabajadora social dijo al reportero de inmediahk.net que manifestaba para defender a quienes trabajan en el sector de trabajo social porque, con el sistema judicial de China, quienes intentaron llevar un cambio positivo en la sociedad terminarían arrestados. Otro estudiante en la protesta cree que una vez que se apruebe la enmienda, la ciudad dejará de existir pues se terminaría el principio constitucional de “Un país, dos sistemas”.
Ha habido varias protestas masivas contra la ley de extradición. El 30 de marzo, cerca de 12 000 personas se manifestaron de Wanchai al Almirantazgo justo antes de que el Gobierno presentara la ley de reforma a la legislatura. Un mes después, el 28 de abril, cerca de 130 000 personas tomaron las calles para pedir la derogación del proyecto.
La serie de protestas ha llamado la atención del mundo. Muchos están atentos a si la jefa ejecutiva, Carrie Lam, retiraría la controvertida ley, que el miércoles 12 tiene programada una segunda lectura en la cámara.
Las enmiendas fueron propuestas por el Gobierno de Hong Kong en febrero para dar mayores argumentos legales a la jefa ejecutiva y tribunales locales para manejar solicitudes de extradición caso por caso de jurisdicciones sin acuerdo previo, específicamente Taiwán y China. Con el caso del asesinato de una mujer embarazada en Taiwán, el Gobierno sostuvo que las enmiendas a las leyes de extradición eran para abordar ‘vacíos legales’ que permiten que los fugitivos eludan las sanciones.
Sin embargo, expertos legales señalaron que el llamado ‘vacío’ era realmente un muro para impedir que los sospechosos de delitos fueran entregados a China continental, donde no hay juicio justo.
Defensores de derechos humanos, periodistas, trabajadores sociales y de ONG en riesgo
Diversos sectores han advertido que si las solicitudes de extradición se procesan sin supervisión legislativa, las enmiendas darían base legal a las autoridades de China continental para arrestar a disidentes políticos. Esta preocupación fue afirmada en una carta abierta suscrita conjuntamente por 70 organizaciones no gubernamentales:
En lugar de abordar los asuntos planteados por los solicitantes, la oficina de enlace de Pekín se reunió con representantes del sector empresarial local y solicitó el retiro del proyecto. Al mismo tiempo, el Gobierno de Hong Kong dio algunas concesiones al sector empresarial y exoneró nueve delitos de cuello blanco del proyecto y elevó el límite de la extradición de delitos con penas de tres años de prisión a delitos con penas de siete años de prisión.
De otro lado, decidió eludir las deliberaciones a nivel del comité legislativo y presentó la propuesta para discusión del pleno del legislativo.
La directa intervención de la oficina de enlace de Pekín y la violación del Gobierno de Hong Kong del procedimiento legislativo han dado al público una señal fuerte y clara que la ley de reforma es una controvertida decisión política que está lejos de proteger los intereses del pueblo de Hong Kong.
Con la ley actual también se podría entregar a extranjeros que viajaron a Hong Kong a las autoridades chinas ante solicitudes de extradición. Diplomáticos de Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea expresaron su preocupación al respecto. Con la actual guerra comercial entre Estados Unidos y China, a algunos les preocupa que las reformas conviertan a Hong Kong en un campo de batalla de política internacional:
El Gobierno de Hong Kong respondió con acusaciones de inducir al público a error.
“Marcha negra” de los abogados
Entre quienes han criticado la ley no solamente hay políticos de oposición sino también miembros del sector profesional legal. El 6 de junio, el sector legal realizó una “marcha negra” contra el controvertido proyecto. Vestidos de negro, cerca de 2500 abogados se reunieron fuera de la Corte Final de Apelaciones y marcharon a la sede gubernamental en silencio. Antes de la “marcha negra”, el gremio de abogados y la sociedad de Derecho enviaron opiniones al Gobierno para pedir una extensa consulta con el sector legal y otros interesados.
Aunque el debate en la legislatura haya sido silenciado por el Gobierno de Hong Kong, asumieron las voces opositoras de base. Desde inicios de junio, las plataformas de medios sociales se han visto inundadas con campañas de firmas conjuntas contra las enmiendas iniciadas por cientos de grupos de exalumnos universitarios y de secundaria, grupos cristianos y asociaciones de barrios.
Los hongkoneses del extranjero también se han expresado. Comunidades de Hong Kong en el extranjero al menos en 25 ciudades, como Londres, Nueva York, Berlín, Toronto, Melbourne y Tokio, entre otras también realizaron una protesta coordinada contra la enmienda.