Ni la Convención de Ginebra ni el Estatuto Internacional del Refugiado contemplan la existencia de la figura de migrante por causa climática. Ante la realidad que se está produciendo, el movimiento “Acampa por la Paz y el Derecho a Refugio” va a solicitar a cada uno de los representantes políticos de todo el arco parlamentario gallego su apoyo para que ese estatus sea reconocido internacionalmente.
Los grupos En Marea, PSdG y BNG se mostraron en sintonía de cara a la posibilidad futura de presentar una moción conjunta para que el Parlamento exija la creación del status internacional de migrante climático.
Los representantes de la “Red Acampa” (Xosé Abab y Rubén Sánchez) que mantuvieron las reuniones con los grupos parlamentarios, les solicitaron a los parlamentarios gallegos que se inste al Estado Español a considerar como refugiadas en sus correspondientes leyes de migración y asilo a aquellas personas que se ven obligadas a abandonar su hábitat bien por el cambio climático o bien por la amenaza medioambiental que las rodea. El PPdG, por el momento, no contestó a la invitación de reunirse con la representación de la Red Acampa.
En tres reuniones sucesivas, con Lucía Chao y Paula Quinteiro, de En Marea, Montse Prado, del BNG, y Patricia Vilán, del PSdG, los responsables de Acampa explicaron la indefensión absoluta de estas personas migrantes al no poder solicitar asilo por no figurar esta causa en el catálogo de las que generan derecho a refugio. Tanto En Marea como BNG aceptaron ya la propuesta; el PSdG trasladará en unos días su decisión al respecto, tras ponerlo en conocimiento de todo el grupo parlamentario socialista.
Los cada vez más obvios efectos del cambio climático en cualquier punto del planeta están provocando un daño irreparable en el modo de vida de millones de personas. Las temperaturas cada vez más extremas, la desertización o la subida del nivel del mar, dejan sin áreas de cultivo ni de pastoreo, e incluso sin tierra que habitar, a pueblos enteros en distintas partes de la tierra.
Los datos están ahí: según ACNUR, se estima que desde 2009 en cada segundo que pasa, una persona se ha visto desplazada de su hábitat por un desastre ambiental. Desde 2008 22,5 millones de personas han sido desplazadas por causa del cambio climático.
Los primeros afectados son los habitantes de las zonas más vulnerables del planeta, pero también en el Primer Mundo se empiezan a detectar sus efectos: sequías, aumento de la temperatura en el mar con afectación de todas sus especies, inundaciones que arrasan ciudades enteras, incendios descontrolados…
Según la ONU y otras organizaciones internacionales, de aquí a los próximos treinta años entre 250 y 1.000 millones de personas tendrán que buscar refugio por razones medioambientales.
Pese a ello, esta categoría de desplazado no está reconocida por ningún gobierno ni institución. La “red Acampa”, nacida en A Coruña en el año 2016, centró el programa de Acampa 2018 en las migraciones por cambio climático. Los expertos invitados a lo largo de esos días, (científicos, fotóperiodistas, responsables de organizaciones de atención a los desplazados….) no pudieron dar un mensaje demasiado optimista. La dimensión del problema es gigantesco. Los desplazamientos humanitarios seguirán repitiéndose y cada una de esas personas, migrantes climáticos, tienen que ver reconocida internacionalmente su condición.
Tan urgente es frenar las políticas económicas y de aprovechamiento energético intensivo que aceleran el cambio climático como dar respuesta jurídica a los millones de personas que esas políticas expulsan de sus hogares obligándoles a desplazarse para sobrevivir.