El Museo Palazzo Ricci de Macerata acoge hasta el 26 de mayo la exposición a cargo de Michele Gentili y Giulia Pettinari Passaggi. Un proyecto de arte relacional de la Asociación Cultural McZee en colaboración con la Cruz Roja Italiana – Comité de Macerata y patrocinado por ICOM Italia.

 

Desde el otoño del año pasado, cuatro artistas, Nicola Alessandrini, Alisia Cruciani, Alessio Santoni, Chiara Valentini, han dirigido talleres de arte con aquellos en búsqueda de asilo acogidos por la Cruz Roja de Macerata. El documental de Emanuele Bajo y las fotografías de Luna Simoncini ilustran las distintas fases del proyecto en el que participaron: Appiah Kwame, Cissé Namake, Jatta Adama, Dembele Adama, Heyorobo Frank, Fadia Abdongo, Nwobodo Chuwkuebuka, Shariful Islam, Mbaye Pape Ndongo, Cissouma Salifou, Igeleke Edwin, Darboe Sherif ML, Njie Dawda, Okoro Prince, Akhgbe Damian, Ahmod Shamim Soumamoro Namoury, Howlader Nur Jamal, Md Azizul Islam, Muhammad Amjad Javed, Konate Moussa, Traore Adoul Aziz, Sangare Madou, Musa Masiri Musa Ahmad, Agbay Kelvin, Rahaman MD Saidur, Samba Diallo, Camara Ibrahim, Obadi Nelsoh, Baro Fodè, Salissou Bastou, Gassama Lasana, Shahih Zadran Sharif, Okeibunor Lucky, Abdulah Munir, Keita Moussa.

 

Escribo nombres, me remonto dos años atrás.

 

  • Welcome!
  • ¿Eso es todo? ¿No debo decir nada más?
  • Puedes decir lo que quieras, pero después. «Bienvenidos» es la primera palabra que necesitan escuchar -dice Paola. Como quieren quitárnosla, la conservamos entre dientes hasta el próximo desembarque.

 

Julio del 2017. Llego a Lampedusa con mi amiga Roberta. En el aeropuerto, recogemos a Melo para llevarlo a casa. Sí, porque el ir donde Paola y Melo es volver a casa, es poner los pies en la tierra, y en el mar. Paola no sabe cuánto me gustan sus abrazos, largos al llegar, largos al partir. Paola nos lleva inmediatamente a casa de amigos, que también son voluntarios del Foro Lampedusa Solidale. Están a punto de llegar dos lanchas patrulleras de la Guardia Costera con unas 120 personas a bordo; tenemos que preparar té caliente, jugo de frutas, agua y mantas térmicas. Es de noche, el viento del mistral sopla y hace frío! Ya vienen. Descalzos, con shorts y camisetas, congelados, sólo unos pocos tienen una bolsita de plástico en la mano; están vivos, eso es lo que importa. La primera en cruzar la puerta es una joven con su hijo, ellos son los primeros en recibir el abrazo de Paola.

 

  • Welcome! Y sonríe, y cuando pongas la manta sobre sus hombros, abrázalos.

 

Son sólo unos pocos pasos desde el muelle hasta la puerta. La escalera baja, pasan por delante de varios funcionarios con las camisetas de las asociaciones, la máscara que cubre sus rostros (¿por qué si los controles ya están hechos a bordo?), las manos en su lugar y vacías; pasan por delante de dos policías vestidos con chalecos antidisturbios. ¿Han visto alguna vez que después de arriesgarse a ahogarse, a morir de frío, al hambre y a la sed, alguien a armado una revolución? Todo el mundo baja la vista, nadie habla. Cuando pongo la manta sobre sus hombros, abrazándolos, siento que sus músculos se relajan. Sólo uno de ellos levanta la vista, me mira y sonríe. Ninguno de nosotros tiene una máscara. Mucha gente sólo habla árabe. Conmigo está Roberta, que ha viajado por medio mundo con las ONG, ella les explica en dónde están.

 

  • Welcome! Y sonríe, y cuando pongas la manta sobre sus hombros, abrázalos.

 

Welcome es el título del espectáculo de Alessio Santoni para la exposición Passaggi. En el taller con los solicitantes de asilo, organizado por la Cruz Roja de Macerata, Alessio ha desarrollado la relación naturaleza-cultura/ciudad-campaña sobre el trabajo como un derecho y un valor que hay que defender de la propaganda burda «te lo roban». Las páginas de los periódicos han sido recicladas y moldeadas en forma de cabezas de lechuga para ser plantadas en el centro histórico de Macerata, porque con la cultura, dada y no permitida no se puede comer, se aprende a pensar y a evaluar con ojo crítico. La plantación, doble metáfora del Welcome, contrasta la tolerancia vergonzosa e hipócrita de trabajar en el campo con la conciencia de que «no hay mañana que me pertenezca más a mí que a ti».

   

Ya vienen. Descalzos, con shorts y camisetas, congelados, sólo unos pocos tienen una bolsita de plástico en la mano; están vivos, eso es lo que importa.

Life still. La vida continúa! Así quiso llamar Alisia Cruciani a su exposición fotográfica para Passaggi. El taller de fotografía dirigido por la artista tenía como objetivo investigar los objetos, el depósito de afecto y memoria, hilos narrativos que deberían haber vinculado los recuerdos con la experiencia del presente. 10 fotos en total, 2 contienen un objeto, en las otras el objeto está ausente. La oscuridad del fondo y el vacío se manifiestan por sustracción. La joya, la foto del recuerdo, la prenda, perdida o robada, no hubiera podido representar de mejor manera un viaje que se realiza bajo la bandera del despojo progresivo, sugiriendo las infinitas variables. Life Still, a pesar de todo.

 

 

 

Todo el mundo baja la mirada, nadie habla.

Viernes, 10 de mayo, el enésimo naufragio, 70 muertos, 16 a salvo.

Los rescatados no siempre están dispuestos a contar lo que sienten, Nero sporco de Nicola Alessandrini recoge sus historias, lo dicho y lo no dicho. La idea de Nicola de colgar grandes hojas de papel blanco en las paredes del taller, una para cada uno, invitándoles a escribir de dónde venían, sus nombres y a dibujar sus casas en África y Asia, les ayudó. La creación de un espacio de expresión personal y compartido al mismo tiempo, ha facilitado la historia de uno mismo en relación a las experiencias del otro. «Je m’appelle Baro Fodè» – escribe uno de ellos en orden disperso en la hoja – «Me pays la Guinee Capitale Conakry Le 20 fevrier 2016 1er centre d’accueil qui s’appelle LAMPEDOUSA.  Escribe de forma gruesa en un cierto punto Baro Fodè. En la parte inferior de la hoja, entre corchetes, se indican las etapas del viaje[GUINEA CONAKRY][MALI][BURKINA FASO][NIGER][LYBIE][ITALY LAMPEDOUSA]. Dibuja su propia casa con un techo de forma cónica, un camión grande en la parte superior y uno más pequeño en la parte inferior. Sobre las palabras y los bocetos dibuja su propio autorretrato, el contorno vacío de su rostro, y luego se niega a continuar. Con la plastilina ya ha dado forma al rostro de su hermano, y esto es lo que Nicola reproduce con grafito dentro del contorno vacío que dejó Bode Fodè: el rostro es un mapa topográfico, las ranuras son planas, los ojos y la boca sellados por peñascos. Un taburete con una olla es el autorretrato de Agbay Kelvin, un niño nigeriano muy joven: «Tengo hambre. Así es como me veo cocinando».

Le ganaron a dos policías con equipo antidisturbios.

«¡Hemos detenido la invasión!» «¡Ya es suficiente! ¡Lárgate de aquí!» «¡Defiéndela! Podría ser tu madre, tu esposa, tu hermana, tu hija!»

Puntos de exclamación que invaden las ciudades y los medios de comunicación. Los signos de exclamación racistas y fascistas, que se juegan la campaña en torno al miedo electoral inoculado contra el indefenso, chivo expiatorio de la inadecuación política y moral, agitado como un coco ante el malestar general. De estas y otras consideraciones surge Presenze, la obra que Chiara Valentini y los solicitantes de asilo han creado modelando espantapájaros a la imagen y semejanza de cada uno, desde los rasgos físicos hasta la ropa. Simulacros de miedo, distractores en los que sólo los pájaros creen, están dispuestos de tal manera que obligan al visitante a acercarse y desencadenar la inesperada voz del fluir de la memoria personal: la representación activa en las otras inferencias, paralelismos, proyecciones. A partir del escuchar, de la relación comunicativa, se desencadena el proceso cognitivo.

«El bárbaro es ante todo el hombre que cree en la barbarie», escribe Lévi-Strauss.

Tras el decreto de seguridad aprobado en noviembre pasado, según informó Cronache maceratesi, Rosaria Del Balzo Ruiti, presidenta de CRI Macerata, anunció que no participará en las próximas convocatorias de las Prefecturas, ya que con la normativa vigente sería imposible garantizar el cumplimiento de los estándares humanitarios mínimos. La previsión del aumento del número de inmigrantes irregulares se ha hecho realidad.

En la última sala, dedicada a la historia del proyecto a través de las fotografías de Luna Simoncini, el camino se cierra con retratos de todos los participantes, en algunos casos el fondo fotográfico está vacío. Muchos migrantes han huido de los centros de acogida por temor a la repatriación forzosa. También ocurrió en Macerata. Con el fin de permitir la participación del mayor número posible de solicitantes de asilo, se adelantó la exposición, prevista para este verano. Algunos, sin embargo, ya están en otro lugar.


Traducción del italiano por Nicole Salas