Sarah Steele, Universidad de Cambridge y Lejla Sarcevic, Universidad de Cambridge para The Conversation
Para el consumidor preocupado por su salud, es difícil mantenerse al día con la increíble variedad de productos que se ofrecen. Los consumidores quieren información imparcial que les ayude a tomar las decisiones correctas, y la industria dice que presta atención y trabaja con investigadores de la salud para proporcionar productos mejores y más nutritivos. Para el mundo académico, esto puede significar grandes oportunidades de financiación.
Cada vez se anima más a los investigadores y académicos –incluso se les exige– que obtengan financiación para la investigación de diferentes fuentes, incluida la industria y las organizaciones sin ánimo de lucro financiadas por la industria. La generación de ingresos ha adquirido tanta importancia como la calidad de la producción académica en la contratación, retención e incluso despido del personal académico y de investigación. Sin embargo, en el ámbito de la salud pública y la nutrición, el dinero de la industria sigue siendo objeto de acalorados debates.
Algunos consideran que la industria es una fuente necesaria de apoyo a la investigación. Desde esta perspectiva, estas alianzas dan voz a los científicos en la investigación, permitiéndoles mejorar la salud y el bienestar mediante la colaboración con la industria.
Los fondos corporativos pueden pagar el personal, la realización de estudios, los viajes, los gastos de publicación y otras actividades relacionadas con la investigación. Estos investigadores dicen que podemos juzgar mejor la influencia con declaraciones claras de conflicto de intereses que revelan la naturaleza de su relación con la industria.
Mientras tanto, las corporaciones multinacionales dicen que siguen comprometidas con sus principios de protección del interés público. Después de todo, redunda en su interés financiero hacerlo. Este pensamiento dirige la forma en que financian a los investigadores. Por ejemplo, The Coca-Cola Company ha prometido transparencia, apertura y compromisos en materia de responsabilidad social e investigación, afirmando lo siguiente:
En ningún caso The Coca-Cola Company tiene el derecho de impedir la publicación de los resultados de la investigación. The Coca-Cola Company tampoco proporciona financiación condicionada al resultado de la investigación.
Intentamos averiguar hasta qué punto esto se ha confirmado en la práctica, cuestionando si financia la investigación y permite la publicación, incluso si los resultados podrían perjudicar sus intereses y beneficios. ¿Puede el dinero de la industria realmente traer todos estos beneficios mientras que las simples declaraciones de conflicto de intereses niegan cualquier influencia?
Qué significa la financiación de la industria para la investigación
Nuestra investigación sugiere que no es tan simple. Recientemente obtuvimos acuerdos de investigación de Coca-Cola y correspondencia por correo electrónico a través de solicitudes de libertad de información hechas por US Right to Know. Analizamos cinco acuerdos de investigación en un artículo publicado recientemente en el Journal of Public Health Policy. Si bien los contratos muestran que Coca-Cola no controla la conducta diaria, retiene varios derechos a lo largo del proceso.
Encontramos disposiciones en los acuerdos de financiación de la investigación que podrían permitir a Coca-Cola detener la investigación que financia en universidades públicas de Estados Unidos y Canadá. Varias cláusulas en los documentos legales otorgan a Coca-Cola el derecho a recibir actualizaciones y comentarios sobre los hallazgos antes de que se publique la investigación, y el poder de terminar los estudios antes de tiempo sin razón. Coca-Cola posee los derechos sobre todos los datos y la investigación, lo que le permite potencialmente privar al público de los datos de este estudio cuando los datos están en desacuerdo con sus intereses comerciales.
Mientras que estas disposiciones significan que algunos resultados desfavorables podrían no ver la luz del día, ¿qué hay de los estudios que sí vemos?
La investigación sugiere que el dinero de la industria sesga los resultados y produce conflictos de interés preocupantes. Sabemos que, si bien los estudios pueden no reportar ninguna influencia por parte del financiador, pueden llegar a comentar sobre el diseño del estudio, la presentación de los resultados e incluso el reconocimiento del financiamiento en sí mismo.
En 2015, el New York Times reveló que Coca-Cola patrocinaba a investigadores cuyos estudios minimizaban la relación entre la dieta y la obesidad. Asimismo, Associated Press reveló cómo una asociación comercial de la industria alimentaria financió e influyó en estudios que concluyeron que los niños que comen dulces tienen un peso corporal más saludable que los que no lo hacen.
Muchos expertos en nutrición y salud pública sugieren que la industria alimentaria está copiando tácticas de las compañías tabacaleras. Las corporaciones ahora pueden determinar nuestra salud.
Más transparencia
Para solucionar este problema, la responsabilidad social corporativa tiene que ser algo más que sitios web vistosos que afirman políticas progresistas que son ignoradas. Y las revistas deben exigir a los autores que divulguen los acuerdos de investigación con los financiadores corporativos para que los lectores puedan evaluar su influencia sobre los investigadores y su trabajo.
También nos gustaría ver un registro de todos los estudios financiados por la industria que han sido cancelados. La falta de información sobre las aportaciones de la industria y los estudios cancelados antes de que se publiquen los resultados hace imposible saber qué parte de la investigación que entra en el dominio público refleja las posiciones de las empresas. Los acuerdos de investigación que analizamos sugieren que si Coca-Cola lo desea, tiene el poder de enterrar investigaciones que perjudican su imagen o sus ganancias.
The Conversation pidió a Coca Cola que respondiera y dijeron que desde 2016 no habían financiado independientemente la investigación sobre temas relacionados con la salud y el bienestar «de acuerdo con los criterios que rigen la investigación y que han sido publicados en nuestro sitio web desde ese momento». La compañía dijo que había adoptado estas pautas para abordar cuestiones que surgieron cuando era el único financiador de investigaciones similares.
Afirmaron que una lista de investigaciones sobre la salud y el bienestar financiadas por The Coca-Cola Company que se remonta a 2010 ha estado disponible en su sitio web durante casi cuatro años. Recalcaron que cualquier investigación que hubieran financiado y divulgado en su sitio web se realizaba «de acuerdo con nuestro enfoque públicamente declarado de financiar la investigación científica, incluyendo el hecho de que no tenemos el derecho de impedir la publicación de los resultados de la investigación ni proporcionamos financiación condicionada al resultado de la investigación».
Pero sigue existiendo la preocupación de que -con el poder de anunciar hallazgos positivos y enterrar hallazgos negativos- algunas grandes corporaciones podrían utilizar la ciencia financiada como un ejercicio de relaciones públicas. Es hora de que empecemos a responsabilizar a estas poderosas corporaciones multinacionales por los impactos que tienen en nuestra salud.
Sarah Steele, Asociada Principal de Investigación, Universidad de Cambridge y Lejla Sarcevic, Asociada Principal de Investigación del Foro, Universidad de Cambridge
Este artículo ha sido reeditado de The Conversation bajo una licencia Creative Commons. Lea el artículo original.
Traducción del inglés de: Antonella Ayala