Esta noche, en la embajada de Polonia en Roma, apareció la Virgen Negra de Częstochowa aureolada con los colores del arco iris y en exergo «la bendita Virgen de la libertad de expresión, protege Elżbieta Podleśna de la represión polaca».
El cartel es de Ex-voto fecit, artista urbano, libre pensador, irónico y provocador, que ha reelaborado digitalmente la imagen para llamar la atención sobre un suceso que no ha tenido mucho eco en Italia.
Hace tres días apareció en The Guardian y AmnestyUSA la noticia del arresto de Elżbieta Podleśna, una activista polaca por los derechos humanos, acusada de vilipendio de la religión por haber colocado en la ciudad de Plock carteles en los que la aureola de la Virgen había sido sustituida por los colores de la bandera LGBTQ.
El Ministro del Interior, Joachim Brudziński, se expresó con exaltación en Twitter ante la profanación y la barbarie cultural: La Virgen no se toca. Fiel a la recristianización de una Europa invadida por extranjeros de piel oscura, ignora que la Virgen, por su país de origen, no debería haber sido de tez pálida.
Amnesty ha denunciado repetidamente el fundamentalismo que aflige a Polonia, los sistemas represivos del gobierno, los ataques a la libertad de expresión y de pensamiento.
Ex-voto fecit ha reproducido la Virgen de Elżbieta porque dice que es una cuestión de libertad, no sólo física sino también de palabra. Parafraseando a Bakunin, añade: «Solo seré verdaderamente libre cuando todos los seres que me rodean, hombres y mujeres, sean igualmente libres», y Polonia no está en Marte, está en Europa, yo también produzco Vírgenes de este tipo, colocándolas en los muros de la capital del catolicismo. Pero mientras que aquí nadie me arresta o me denuncia, Elżbieta está en prisión y se arriesga a dos años de prisión.
No hay arrestos ni quejas aquí en Italia que se limiten, por el momento, a la retirada inmediata: sólo quedan algunos fragmentos de los dos carteles en Via dei Delfini y Via Rubens, pero las fotos permanecen y siguen circulando en la web difundiendo la noticia.
Raffaella Ganci
Traducción: Ana Gabriela Velásquez Proaño