Los principales medios de comunicación de prensa tanto escrita como televisiva de Alemania reaccionaron con una notable rapidez y unanimidad ante una comprensible expresión de opinión por parte del presidente del Partido Socialista de Alemania de los Jóvenes Socialistas. El hecho de que haya tomado la palabra es tan gratificante como las apariciones de Greta Thunberg. El presidente cuenta con muchas buenas razones para ello.

Los medios de comunicación están visiblemente nerviosos ante las próximas elecciones políticas de 2019 y 2021 como portavoz de los poderosos. Los tiempos de las grandes mayorías partidarias para el estilo habitual de gobierno han terminado. La oposición que se encuentra en los bloques de salida, especialmente el desarrollo de la AFD, da motivos para esperar conversaciones de coalición difíciles. Exigen cambios en muchas áreas de la política diaria. El hipo en las negociaciones de coalición después de las elecciones de 2017 da motivos para esperar riesgos en cuanto a la formación de gobiernos en tres estados federales este año y en Alemania en 2021.

Basado en su comprensión de la historia, Kevin Kühnert ha aprendido que la sociedad siempre ha reaccionado a condiciones persistentemente problemáticas con visiones de cómo podrían mejorar las cosas. Uno debería recordar al experimentado Thomas Moro, los Iluminadores, que habían preparado una revolución para la Francia burguesa y Norteamérica con sus visiones. El SPD reaccionó a las miserias del capitalismo emergente con varios programas desde Erfurt hasta Heidelberg. La CDU formuló el dilema en su primer programa de partido después de la Segunda Guerra Mundial en 1947 de la siguiente manera. Cita: «El sistema económico capitalista no hizo justicia a los intereses estatales y sociales del pueblo alemán. Después del terrible colapso político, económico y social como resultado de una política de poder criminal, sólo puede tener lugar una reorganización desde abajo». La idea de un nuevo orden del capitalismo aún no ha llegado. Los intentos alternativos en el siglo XX no han tenido aún ningún éxito duradero.

La situación actual en Alemania y el mundo globalizado necesita alternativas en los ámbitos social y medioambiental. No sólo Kühnert lo ha reconocido. Ejemplos: La crisis financiera de 2010 sigue ardiendo. Las tendencias de los ingresos son extremadamente contradictorias. La economía siempre opta por la lógica del beneficio, no por la naturaleza o las preocupaciones sociales. La industria del automóvil y la industria de la vivienda son prototipos actuales, al igual que la industria armamentística desde hace mucho tiempo, que devora sin sentido el dinero de los contribuyentes. El egoísmo nacional en los Estados Unidos y en la UE está ganando terreno. Además, el egoísmo económico no cesa en Alemania. Los derechos humanos de Kevin en cuanto a trabajo, vivienda, paz y e igualdad no son utopías de tiempos lejanos.

La lógica del beneficio de la gran industria alemana y de Black Rock no se ha roto. Con leyes voluntarias, no se pueden lograr cambios fundamentales. Esto lo demuestra la historia hasta ahora.

Pensar en el futuro e imaginar cambios es un derecho de la generación joven; también iniciar discusiones. Por cierto, las expropiaciones no son una característica exclusiva de la izquierda. Las expropiaciones son la norma en el proceso de trabajo, en el declive de las acciones y en la competencia.

La reacción de algunos miembros de la junta directiva del SPD a las opiniones expresadas por Kevin Kühnert es decepcionante. Los argumentos de Sigmar Gabriel provienen del ideológico Mottenkiste (periódico berlinés de 6.5.2019). No ayudan ni a Kevin ni al SPD. En la República Democrática Alemana no hubo empobrecimiento ni falta de vivienda como consecuencia del desempleo, ni tampoco hambre. La economía de la RDA fue capaz de satisfacer las necesidades básicas.

Conclusión: La economía de mercado neoliberal no está en condiciones de satisfacer las necesidades elementales de la sociedad y la naturaleza sin crisis.


Traducción del alemán por Sofía Guevara