Mientras No Name Kitchen (ahora con apoyo de otras organizaciones independientes para sus reportes mensuales) lleva casi dos años denunciado la violencia policial, Croacia lo niega. El reporte de este mes, recoge testimonios que siguen una pauta muy similar.
Como cada mes, la organización independiente No Name Kitchen ha publicado su último reporte recogiendo los testimonios de personas refugiadas y migrantes donde detallan sus deportaciones ilegales hechas de manera rápida y en algunos casos con violencia por parte de las autoridades de Croacia. En el mes de abril el reporte ahora publicado fue realizado de la mano de Border Violence Monitoring y de RE:ports Sarajevo. Concretamente hay en total 28 informes. De ellos, 21 son deportaciones de Croacia a Bosnia (7 de esos grupos había sido capturados en Eslovenia), 8 son de deportaciones de Croacia a Serbia, 3 son de Bosnia a Montenegro y 1 de Montenegro a Albania.
Peticiones de asilo que no reciben respuesta: la única alternativa es cruzar fronteras a escondidas
Recordamos aquí que las miles de personas refugiadas y migrantes que se encuentran en Grecia, llevan en ocasiones hasta tres años atrapadas a la espera de una respuesta a sus peticiones de asilo o a la espera de una reubicación. Desesperados por la situación, a finales del invierno de 2018, muchas personas decidieron ir caminando hacia la frontera que separa Bosnia de Croacia (este último Unión Europea). Desde el principio se observó que, como ya sucedía en la frontera entre Serbia y Croacia desde que cerró, se deporta a las personas de manera muy rápida y muchas deportaciones llegan acompañadas de palizas que se reflejan en los cuerpos amoratados de las personas. Ante la imposibilidad de llegar a Europa por vías legales, lo que les queda a los refugiados atrapados en los Balcanes es cruzar bosques hasta Italia y llegar a un país de Europa Central u Occidental donde al menos su petición de asilo sea escuchada.
Un resumen al informe de abril
Este último informe recoge, por primera vez, las deportaciones registradas desde Bosnia a Montenegro, un fenómeno relativamente reciente y que se ha incrementado con la llegada de la primavera (con el fin del invierno, las personas han vuelto a caminar desde Grecia en dirección hacia esa última frontera entre Bosnia y la Unión Europea). Destaca que, en todos los casos de deportaciones registrados de Bosnia a Montenegro, había menores.
Dice el informe que «aún es muy pronto para describir que el comportamiento de las autoridades de Bosnia y Herzegovina siga un patrón, pero es necesario mencionar que todos los casos de deportaciones recogidos en esta frontera hablaron de estar durante horas detenidos en la localidad de Klobuk antes de ser devueltos a Montenegro». En dos de los casos reportados, se negó la oportunidad a las personas refugiadas de solicitar asilo en el país.
Centro de detención en Croacia que coincide en muchos testimonios
Desde Diciembre, han sido muchos los grupos de refugiados que han hablado de un lugar en concreto donde se les retiene durante horas antes de que las personas refugiadas sean deportadas de vuelta a Bosnia. Y, coincide que, en el último mes muchos grupos de personas, nos han descrito este lugar. Mientras que las autoridades croatas y eslovenas niegan que el proceso de deportación exista y, más aún, que esté coordinado entre los diferentes agentes, el hecho de contar con tantos testimonios que describen el mismo lugar y prácticas similares, demuestran que estas afirmaciones no son más que un discurso oficial.
«El suelo es todo cemento, hace frío y tenemos que dormir sobre él. Sólo hay un grifo de agua y un pequeño calentador en la pared. La puerta es azul y hay muchos mensajes escritos sobre ella en muchos idiomas, como fechas, nombres, y lugares de origen como pakistaní, argelino, marroquí, árabe, iraní, sirio, de todas partes.»
«Es un garaje, como un viejo cuartel. Justo al lado hay una entrada y una estación de policía frente al edificio. El cuarto es de 25 o 30 metros de grande con una puerta azul. Hay un patio entre la estación de policía y el edificio. El camino para acceder a este lugar es muy pequeño.
“Olía como en un inodoro sucio. Me disculpo por la elección de la palabra, pero había mierda, meadas y basura por el suelo. El olor era muy malo. El garaje no era muy grande, pero había mucha gente dentro.”
«… nos pusieron en una celda, pero no creo que fuera una celda, es más como un garaje, hay una puerta azul cielo y baldosa en el suelo. En el medio hay un agujero de evacuación de agua. En el parqueo hay un coche policial marca Ford, un Ford Fiesta y dos furgonetas.