Ayer se esperaba la votación definitiva para definir la Ley Estatutaria para el funcionamiento pleno de la Justicia Especial para La Paz (JEP) en Colombia. Sin embargo, los y las colombianas quedaron en vilo debido a que se votó, pero se lograron 47 votos de rechazo a las objeciones presentadas por el presidente Iván Duque Márquez el pasado mes de marzo, contra 34 a favor. Para que se consideraran rechazadas las objeciones debían lograrse 48 votos, es decir, mayoría absoluta.
El pasado 8 de abril, la Cámara de Representantes había rechazado las objeciones con 110 votos contra 44.Basta solo con recordar episodios como el de las votaciones frente al tema del juzgamiento de la responsabilidad penal de los terceros en el marco del conflicto armado, que lograron sacar del alcance de atribuciones de la JEP y, tal vez, el que mayores niveles de indignación ha causado entre los sectores alternativos, organizaciones de la sociedad civil y representantes de las víctimas, que fue la negación a las curules en el Congreso para víctimas del conflicto de las regiones más golpeadas por la guerra en Colombia.
La decisión sobre la Ley Estatutaria que da autonomía y, por lo tanto vida a las decisiones de la JEP, no ha sido la excepción en la pretensión del bloque oficialista que lidera el ex-presidente y senador Álvaro Uribe, de dilatar y torpedearlos procesos para la implementación del acuerdo de paz, especialmente en este paso fundamental para el juzgamiento de responsables en los hechos del conflicto y conocer las causas de lo que ha ocurrido en Colombia.
Con todo tipo de argucias, prácticas intimidatorias y clientelistas, denuncidas por la oposición, el oficialismo, ha logrado arrastrar la votación de la JEP hacia el abismo donde hasta el momento llevaron varios de los temas cruciales del acuerdo, lo que significa un nuevo riesgo para la paz. Sin embargo, hoy se deberá votar nuevamente para definir la situación en que queda el aparato jurídico recientemente creado para la aplicación de una justicia transicional para la reconciliación. La oposición intentará lograr votos de congresistas que se ausentaron en el momento de la votación, sin explicación alguna, mientras que los oficialistas, intentarán a como dé lugar, cambiar el voto de senadores y senadoras que han manifestado su apoyo y sus votos a favor de la paz.
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