No obstante la incertidumbre que conlleva toda contienda electoral, los resultados arrojados este 28A eran bastante previsibles, sin mayor espacio para sorpresas. Esencialmente y en una primera instancia, los resultados dan cuenta de una suerte de resurrección del PSOE (Partido Socialista Obrero Español) con Sánchez a la cabeza y la pérdida de la mayoría por parte de la derecha española. En esta última se ha producido una reconfiguración interna como consecuencia de la corrupción del PP (Partido Popular) que la afectó severamente. Su votación se desplomó en beneficio de Ciudadanos, una suerte de nueva derecha más liberal que la tradicional y el renacimiento de la ultraderecha, del franquismo puro y duro a través de VOX, la que no votaba o que estaba inserta dentro del PP. Ahora se ha liberado de complejos y vergüenzas mostrando sin pelos en la lengua, su verdadera cara, siguiendo una tendencia mundial.
En la izquierda, el PSOE creció de la mano de un nuevo liderazgo, el de Sánchez, en oposición al de los barones. Todo indica que el crecimiento se explica por la participación electoral de quienes en pasadas elecciones se habían quedado en sus casas, así como por algún trasvasije de votos desde PODEMOS que perdió vuelo por conflictos internos que debilitaron su fuerza. Ambos partidos, más la suma de algunas representaciones regionales y/o independientes abren la posibilidad de conformar un gobierno relativamente estable.
Es muy probable que el PSOE se vea tentado a gobernar en solitario, buscando sacar adelante una legislatura en base al apoyo de unos u otros, bajo el supuesto de que para algunas leyes tendrá el apoyo de unos, y para otras, el de los otros. Estrategia que no convence y que dificilmente llegue a buen puerto, corriendo el riesgo de que al final deje descontentos a todos.
El ideal sería que el PSOE y Podemos sean capaces de conformar un gobierno que saque a España de los problemas que enfrenta, particularmente los que afectan a jóvenes y viejos, y que tienen que ver con el desempleo juvenil, la provisión de servicios públicos y las pensiones.