Entrevistamos al humanista danés Claus Kiaer sobre su proyecto medioambiental NatureSays#Metoo. Este proyecto trata sobre la recuperación de la naturaleza sana y pura con un enfoque en la ecología, la sostenibilidad, la clasificación, el reciclaje, la reutilización creativa, la información y la recolección de basura (NatureSays#Metoo).
- Cuéntanos sobre tu motivación para involucrarte con este tema.
Nací en una pequeña isla de Dinamarca y crecí en el campo, rodeado de naturaleza, bosques, lagos, campos abiertos, huertos silvestres, mar y muchos animales. Eran los años 60 y mis vecinos y amigos eran agricultores y trabajadores. En el pueblo donde vivíamos no había guardería, pero las puertas de nuestros vecinos siempre estaban abiertas. Era natural acudir a ellos y ayudarlos sin importar el tipo de trabajo que tuvieran que hacer. Fue el tiempo en el que la naturaleza se convirtió en una gran parte de mi vida. Yo era un niño y todavía no entendía la importancia del abono orgánico, la fermentación o de cómo tratar el suelo, las plantas y la vegetación con respeto. Puesto a que estos agricultores eran personas que contaban con un gran conocimiento y mucha energía, aprendí «un poco» que aún hoy está profundamente arraigado en mi memoria. Cuando adulto, me mudé a Copenhague, la ciudad más grande de Dinamarca, y la naturaleza se convirtió en algo que «visitaba» o compraba en un supermercado. Durante muchos años también visité varios países asiáticos y siempre he estado interesado en visitar zonas remotas, porque sé que allí encontraré aquello que experimenté en mi infancia. Además de que me fascina profundamente conocer a aquellas personas trabajadoras que, con sus propias manos, trabajan junto en conjunto con la naturaleza para cultivar todo lo que necesitan para sí mismas y para sus vecinos en términos de frutas, verduras, café, té, etc. También me fascina la forma en que cultivan sus propios alimentos.
Hace unos 4 años me mudé a un suburbio de Copenhague porque tenía que encontrar un apartamento más barato. Poco a poco empecé a explorar la zona, y de repente me encontré de nuevo en el paisaje que me recordaba a mi infancia. Pero también me di cuenta de algunos cambios negativos, en concreto, mucha basura que se tiraba en lugares a los que no pertenece. Con la combinación de mi propio estilo de vida para vivir lo más saludable posible y toda la información negativa de los medios de comunicación sobre nuestra naturaleza y el estilo de vida sobrecogedor e insalubre de la mayoría de la gente, empecé a pensar en «qué quiero para el futuro como ser social» y «qué influencia puedo tener como una especie de llamada de atención». Pasaron muchos meses, días y horas antes de que tomara la decisión final sobre mi destino. Tengo casi 60 años y el tiempo que me queda en este planeta ya no es largo, pero en lugar de vivir con miedo a lo que no es posible, decidí enfrentar el futuro y convertirme en una persona socialmente activa, en lugar de ser una persona individualista que sólo piensa en sus propias necesidades de la vida cotidiana.
La naturaleza y nuestro planeta mismo es un organismo vivo que merece ser tratado bien. Nuestro cuerpo, que incluye nuestra existencia como seres humanos, es también un organismo vivo, que necesita un trato cuidadoso, con la ayuda de productos que hacen que nuestro cuerpo se mantenga saludable. Antes de la industrialización de la naturaleza, la tierra estaba cubierta de agua limpia, el aire se podía inhalar sin máscaras y el suelo se encontraba sano, de modo que todo tipo de productos naturales podían crecer también de manera natural. Durante el siglo pasado, la ciencia logró resolver muchos problemas para la humanidad, para que no tengamos que morir a una edad temprana a causa de diversas enfermedades, lo que es bueno. Este progreso también ha conducido a un aumento de la población mundial. Pero uno de los grandes problemas es la agenda socio- económica global de cómo resolver las necesidades alimentarias diarias que existen en todo el mundo, porque desafortunadamente se encuentra bajo el control de una industria que cada día busca más beneficios para sí misma. Necesitamos más animales para comer, los agricultores necesitan más alimentos para los animales, la gente necesita más alimentos, y así sucesivamente. Algunas de las consecuencias son la deforestación, la manipulación de los alimentos, que deberían crecer más rápido las 24 horas del día, independientemente de su entorno natural, muchos de los residuos de este tipo de producción han sido devueltos a la naturaleza y muchos de los productos de desecho son químicos que la naturaleza no puede digerir.
La alimentación industrial de la gente fue hecha con productos que no tienen ningún beneficio para un estilo de vida bueno y saludable además de que lo que no podemos comer, lo desechamos, incluyendo las envolturas. Actualmente nos encontramos en una situación en la que el número de enfermedades está aumentando, cada vez más personas padecen cáncer, diabetes, artritis, osteoporosis y problemas de fertilidad.
Cuando nuestro organismo se enferma gravemente, vamos al médico, pedimos un diagnóstico y esperamos un tratamiento que nos cure. En muchos casos, la enfermedad se debe a productos que hemos consumido en exceso (alcohol, azúcar blanca industrial y productos químicos empleados en nuestros alimentos). Al final, el cuerpo no pudo incorporarlo (a través de nuestra propia digestión y fermentación natural). Este proceso individual y social, que está fuera de control para el respeto de nuestras vidas, también ha sido tansmitido al organismo «Planeta Tierra«. Para mí el diagnóstico es muy claro: la tierra está totalmente contaminada; pero los que podrían cambiar esto tienen miedo o se encuentran en una posición en la que no pueden ayudar, por ejemplo, los bebés y los niños. Un grupo de personas, los ignorantes, los cínicos y los violentos no ayudarán porque han optado por estar en contra de la vida y el futuro de la misma. Entonces, ¿quién queda para resolver el problema? Ojalá «tú y yo juntos», ¿pero multiplicado por miles? Tal vez el mundo, es global, tenemos redes sociales, dinero y poder…… Pero con la vida real y el conocimiento interno sobre nuestras diversas situaciones de vida, todavía no estamos realmente globalizados. Somos más de 7 mil millones de personas en la tierra, y la desigualdad a todos los niveles, doméstico, regional y global, me dice que a duras apenas estamos empezando a construir una nación humana global para todos.
Una conclusión podría ser que la manera en que nos tratamos a nosotros mismos y a la naturaleza es la misma acción humana. La influencia de cómo tenemos que trabajar, cómo tenemos que consumir y cómo tenemos que pasar nuestro tiempo libre tiene una gran repercusión en nuestro comportamiento diario, lo que a menudo nos pone en una situación en la que sentimos que no tenemos suficiente tiempo para cuidar de nosotros mismos y de los demás. Con demasiada frecuencia nos encontramos eligiendo soluciones sencillas, quitando o comprando productos baratos, etc., etc., etc., etc., etc. Para colmo, ni siquiera tenemos tiempo para poner nuestras pertenencias personales en el cubo de la basura. En términos generales, es como si hubiéramos perdido el control de nuestras propias vidas. Pero al mismo tiempo, la esperanza crece gradualmente.
- ¿Cómo comenzó el proyecto y cuál es su situación actual? ¿Qué actividades tienes planeadas para el futuro? ¿Cuál es el propósito y la meta del proyecto?
El proyecto comenzó de manera muy sencilla. Compré unas bolsas de 100 litros que eran útiles para la basura que quería recoger. Luego me decidí por un área cerca de mi casa donde empezaría a leer la basura y a hacer la primera documentación sobre «qué tipo de basura», «cuántos kilos» y otros detalles sobre dónde se encontraba la basura: «en la calle», «en los arbustos», «en el bosque», etc. Todos con fotos y algunas secuencias de vídeo. Este primer paso decidí ponerlo en marcha solo, con un límite de tiempo de aproximadamente 1 mes a 1 mes y medio, y una frecuencia de al menos 2 veces a la semana durante unas horas. En pocas semanas quedó claro que «el problema es enorme y está fuera de control». Me puse en contacto con el ayuntamiento local para informarles sobre el proyecto y para averiguar «qué están haciendo ellos mismos para resolver el problema». Luego fui al periódico local para informarles también sobre el proyecto. Todo ha ido bien. El ayuntamiento nos apoyó con maquinaria y el periódico publicó un artículo sobre el proyecto. El siguiente paso fue invitar gente al proyecto, ya que sabía desde el principio que no cambiaría nada por mi cuenta. Formé un grupo en Facebook y me uní con un grupo de la región que contaba con unos 5.000 seguidores. Cada semana, publico el resultado de la limpieza a través de información y fotos. Desde el comienzo del proyecto, se han unido unos 40 activistas, y también tenemos al menos 200 seguidores.
Otra cuestión del proyecto era que «la acción en sí misma debería crear influencia, cambio y nuevas iniciativas». No quería tener mucho trabajo referente a sitios web, redes sociales, periódicos, otros grupos y televisión. Hasta ahora esta parece ser una buena decisión, porque actualmente nos ponemos en contacto con los medios de comunicación, la gente se conecta y quiere formar sus propios grupos, quiere ayudar a hacer más visible el proyecto, los políticos locales piden ayuda e ideas y se nos invita a participar en una campaña a largo plazo que tendrá lugar primero en 23 distritos de Dinamarca.
Pero también tengo que decir que nuestro proyecto es muy pragmático en esta fase puesto a que la situación medioambiental está fuera de control. La limpieza que estamos realizando debe hacerse porque ninguna empresa privada o gobierno es capaz de resolverlo sin importar lo que nos digan. Lo sé porque en los últimos 10 meses desde el inicio del proyecto hemos eliminado unos 12.000 kilos de residuos en una pequeña zona que debería haber sido limpiada por otros. 12.000 kilos en 300 días, lo que corresponde a una recogida de 28 gramos por minuto, o el equivalente a 106 colillas de cigarrillos secos o 6 «paquetes» (ver imágenes). Cada minuto, 24 horas al día en 300 días.
Las acciones de limpieza que llevamos a cabo cada semana tienen como objetivo concientizar a las empresas, políticos, negocios, medios de comunicación e individuos para que desarrollen un comportamiento diferente, que reduzca la producción y compra de plástico además de otros productos químicos que no pueden ser reciclados o reutilizados.
En el futuro, esperamos que las compañías manufactureras desarrollen información que les diga a los consumidores de una manera muy honesta para qué es útil su producto, incluyendo información sobre la envoltura. Pero, sobre todo, debe surgir una nueva «mentalidad de producción» que incluya productos naturales y utilice el plástico de forma más sostenible, para que el consumidor no se deshaga de él sin conocer su calidad.
Pero lo más importante es evitar que los políticos y las empresas persigan intereses asimismo políticos o financieros provenientes de la naturaleza. No poseen una mierda. Nuestro planeta ha estado a merced de la especulación y los intereses de poder de sus recursos durante demasiado tiempo. Pero antes de que lo entiendan, continuaremos limpiando, formando nuevos grupos, haciendo publicidad y si alguien nos invita a una entrevista en medios comerciales, iremos y hablaremos de ello.
- Actualmente se están llevando a cabo campañas para proteger el clima en muchas ciudades de todo el mundo. La generación más joven, en particular, está comprometida con la protección climática. Dicen: «Seremos víctimas del cambio climático y pagaremos por los errores de las generaciones anteriores». ¿Cómo ve este desarrollo? ¿Qué opinas de la acusación contra «nuestra» generación?
Creo que todos somos víctimas, pero por supuesto los niños más, porque tienen un futuro más largo que el de las personas mayores como yo. El principal problema es que algunas personas ignoran la «realidad» porque tienen un objetivo político y económico hacia la naturaleza. La naturaleza misma no lo entiende. La naturaleza no sabe nada de democracia, dominación y no le importa el BNP, el triunfo y las ganancias.
El Muro de Berlín cayó hace más de 30 años. El muro que ahora debe caer es global y más invisible porque es un muro de miedo y desconfianza que debe romperse. Mi generación debe comprender, reconocer y, mediante la acción social, demostrar a la generación más joven que también nos preocupamos por nuestro futuro común. Me preocupa mucho la situación mundial, pero también me alegra ver que los jóvenes de todo el mundo están empezando a protestar públicamente contra la esfera de poder establecida. Es una muy buena señal para todos. Pero también veo que mi generación está empezando a movilizarse; hay muchas personas de edad en nuestro grupo.
Para apoyar los cambios tanto a nivel local como mundial, necesitamos naturalmente que la ciencia y los medios de comunicación comuniquen muy claramente los problemas, pero a partir de la agenda de la naturaleza y no de los intereses políticos y económicos. Las 24 sesiones de la COP muestran realmente que los políticos no tienen ideas ni intenciones de resolver los problemas. En mi opinión, sólo se puede resolver a través de la acción humana social global, independientemente de la edad, los ingresos económicos. y las condiciones de vida diarias que hayamos elegido.
- Muchas personas tienen temores y pocas esperanzas de que la naturaleza se recupere. En los medios de comunicación hay sobre todo informes negativos al respecto. ¿Cómo lo manejas? ¿Qué haces para tener la energía y la esperanza de realizar este proyecto?
Mucha gente tiene temores y pocas esperanzas de que la naturaleza se recupere, podría escribir una larga historia sobre sus preguntas. Pero podría terminar muy aburrido. Cuando empecé, me decidí por algunas cosas; un tema era no moverme con el sentimiento de «culpa», sentí una fuerte coherencia, siendo responsable y abriendo muchos caminos para otras personas. Eso me animó: que el proyecto tenga un toque humano y pacífico, lo que significa que, con una comunicación abierta, podemos mover algo juntos, cambiar la visión de otras personas… y lo que también es importante, no hay confrontación personal ni de los medios de comunicación social, pase lo que pase. Si a alguien no le gusta lo que hacemos, probablemente le guste otra cosa. Personalmente, cuando hago una limpieza, agradezco a nuestra naturaleza y a nuestro planeta y me disculpo por la vida que tengo que destruir cuando me muevo de rodillas entre los arbustos y en el suelo para quitar el plástico. En los medios de comunicación hay sobre todo informes negativos al respecto. ¿Cómo lo manejas? ¿Qué haces para tener la energía y la esperanza de realizar este proyecto?
Este año probablemente comenzaremos con relajarnos al aire libre, a hacer diferentes meditaciones, peregrinaciones y a encontrarnos para una barbacoa, porque pronto será verano.
- ¿Qué quieres decirle a la gente, qué es lo que deseas para ellos? ¿Qué es loque crees que puede hacer la gente?
En nuestra vida diaria podemos hacer muchas cosas. A menudo las vemos como “cosas pequeñas». Pero la verdad es que «las cosas pequeñas» siempre pueden crear algo grande. Una semilla es muy pequeña; y mira cuán hermosamente se pueden desarrollar flores a partir de estas pequeñas partículas. Y hasta estamos fascinados y compramos muchas flores para nuestros seres queridos.
Algunas «pequeñas» ideas en la vida cotidiana podrían ser: «compre plástico sólo si sabe que lo va a utilizar de forma sostenible», «no compre agua en botellas de plástico», «traiga sus propios accesorios para llevar si quiere comprar café o llevarse comida», «traiga su propio cenicero si sabe que no va a encontrar uno público».
Toma tu decisión por el resto de tu vida y nunca tires basura donde no corresponde.
Por supuesto, las personas con diferentes conocimientos a través de la educación o el aprendizaje autodidacta, que saben cómo cambiar la producción, cómo cambiar el comportamiento, cómo reciclar, etc., deben levantarse para tomar el camino hacia un futuro nuevo y abierto.
Otro deseo podría ser: «Quítate los tapones de los oídos y olvídate de las aplicaciones, los juegos y pasa unas horas a la semana con tus amigos y familiares y donde te sientas parte tanto de la Madre Tierra como de la humanidad. Podrías incluir limpieza y meditación para sentir esperanza en el futuro destinado para ti y para los demás.
Y finalmente, me apoyo en una declaración de un gran activista humanista, Silo. Una vez escribió: «Aquí está la alegría, aquí está el amor al cuerpo, a la naturaleza, a la humanidad y al espíritu».
Traducción del alemán por Sofía Guevara