«Este precedente significa que cualquier periodista puede ser extraditado para ser procesado en los Estados Unidos por haber publicado información veraz sobre los EE.UU.»
por Jake Johnson, escritor de Common Dreams
El Departamento de Justicia de EE.UU. acusó, el día jueves, al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, de «conspiración por pirateo informático«, una acusación que fue utilizada por algunos líderes de las corporaciones y por los reporteros que respondieron de manera inmediata como prueba de que el periodismo no se encuentra bajo amenaza.
David Lauter, jefe de la oficina en Washington de Los Angeles Times twitteó: «A Assange se le acusa de piratear, no de publicar, una diferencia crucial en lo que concierne a la Primera Enmienda. »
Pero los defensores de la libertad de prensa, los abogados de Assange, el personal de WikiLeaks y otros críticos advirtieron que el caso es exactamente lo contrario y argumentaron que la extradición de Assange a Estados Unidos sentaría un peligroso precedente para los periodistas de todo el mundo.
«No hay seguridad de que no haya cargos adicionales cuando está en suelo estadounidense. Y creo que este fue un ángulo en el enfoque para aumentar la probabilidad de que fuera extraditado. Eso es obvio.»
-Kristinn Hrafnsson, editora jefe de WikiLeaks
«Este precedente significa que cualquier periodista puede ser extraditado para ser procesado en Estados Unidos por haber publicado información verídica sobre el país», dijo Jen Robinson, abogada de Assange, a los periodistas durante una conferencia de prensa en Londres el jueves.
Hablando junto a Robinson, Kristinn Hrafnsson, editora jefa de WikiLeaks, argumentó que aparentemente la acusación del Departamento de Justicia hacia Assange por » hacking » -en lugar de una acusación más contundente por el acto de publicar información clasificada- es un ardid «obvio» para aumentar la probabilidad de que el Reino Unido lo extradite a los Estados Unidos.
«Es bastante obvio que las autoridades de los Estados Unidos han escogido solamente un elemento de todos en los que han estado trabajando durante mucho tiempo», mencionó Hrafnsson. «No hay seguridad de que no haya cargos adicionales cuando está en suelo estadounidense. Pienso, y creo, que este fue un aspecto clave para aumentar la probabilidad de que fuera extraditado. Eso es obvio.»
Las autoridades británicas confirmaron que Assange fue detenido en parte debido a «una orden de extradición en nombre de las autoridades estadounidenses».
(Puedes ver el vídeo en el artículo original de Common Dreams)
El Departamento de Justicia alega en su acusación (pdf) que Assange conspiró con la informante del Ejército de los EE.UU, Chelsea Manning, para hackear una red de computadoras del Pentágono.
La acusación también afirma que Assange «alentó a Manning a proporcionar información y registros» de agencias estadounidenses, y que trabajó para «ocultar a Manning como la fuente de la revelación» y utilizó un servicio de chat encriptado para «colaborar» en la divulgación de información clasificada relacionada con la Bahía de Guantánamo, así como con las guerras de Estados Unidos en Irak y Afganistán.
«Los Estados Unidos deberían finalmente tratar de aceptar los crímenes de guerra en Irak que ha cometido en lugar de atacar y encarcelar a aquellos que trataron de mostrar la verdad de ello.»
-Centro de Derechos Constitucionales
En una declaración, Trevor Timm, director ejecutivo de la Freedom of the Press Foundation, señaló que si bien el Departamento de Justicia «hasta ahora no ha intentado declarar explícitamente que el acto de publicar es ilegal, una parte esencial de su argumento criminalizaría muchas de las interacciones comunes entre periodistas en las que los reporteros confían todo el tiempo».
«Solicitar más documentos a una fuente, usar un mensajero de chat encriptado o tratar de mantener la identidad de una fuente en el anonimato no son delitos; son vitales para el proceso periodístico», agregó Timm. «Le guste o no Assange a uno, la acusación contra él es una seria amenaza a la libertad de prensa y debería ser protestada enérgicamente por todos los que se preocupan por la Primera Enmienda.»
Micah Lee de The Intercept –un crítico de Assange– hizo eco de la advertencia de Timm:
A pesar de estas ominosas advertencias de los defensores de la libertad de prensa, muchos reporteros y expertos en noticias por cable continuaron repitiendo en voz alta, la línea del Departamento de Justicia de Trump, alegando que la acusación no es una amenaza para el periodismo.
«La acusación deja claro que esto no tiene nada que ver con la publicación de la información», dijo en Twitter el periodista de NBC News Tom Winter.
Glenn Greenwald, cofundador de The Intercept, se apresuró a responder.
«No me sorprende ver a los periodistas de la NBC unirse al Departamento de Justicia de Trump para justificar la criminalización de WikiLeaks -la NBC está totalmente alineada con la CIA/NSA quienes están obsesionados desde hace mucho tiempo con la destrucción [de WikiLeaks]- pero este tweet es falso: también se acusa a Assange de alentar a su fuente», twitteó Greenwald.
En un comunicado, el Centro de Derechos Constitucionales (CCR) denunció el arresto de Assange y su posible extradición a Estados Unidos «un paso preocupante en la resbaladiza pendiente de castigar a cualquier periodista que la administración Trump opte por ridiculizar como ‘noticia falsa'».
«El arresto sienta un peligroso precedente que podría extenderse a otras organizaciones mediáticas como el New York Times, particularmente bajo una administración vengativa e imprudente», dijo CCR. «Estados Unidos debería finalmente tratar de aceptar los crímenes de guerra en Irak que ha cometido en lugar de atacar y encarcelar a aquellos que trataron de exponer la verdad».
En una columna el jueves por la noche para el Washington Post, la veterana periodista y editora Margaret Sullivan advirtió a sus colegas de la industria que no debería ignorar los principios que este caso plantea.
«Antes de darle la espalda a Assange,» escribió Sullivan, «debemos pensar profundamente en lo que está en juego.»
Aunque «arrojarlo a los lobos como un actor narcisista y malo -‘no como nosotros’, por supuesto- puede parecer tentador», agregó que las consecuencias podrían ser nefastas.
«El área gris aquí es más grande de lo que parece», concluyó, «y también lo son los peligros del periodismo tradicional y el interés público».
Y la periodista de HuffPost Ashley Feinberg lo dijo de esta manera: «Assange es una mierda, y es exactamente por eso que este es el caso perfecto para que [el gobierno de EE.UU.] establezca un precedente muy peligroso.»
Traducción del inglés por Nicolás Soto