Su órbita elíptica lo llevaría a estar a 400 veces la distancia Sol-Tierra y tendría una inclinación de 15 a 25 grados sobre el plano orbital del sistema solar
Los astrónomos confirman que en la periferia del sistema solar, se oculta un gran planeta, el denominado Planeta Nueve. Sin embargo nuevos estudios arrojan más detalles sobre este mundo, vinculados a su tamaño y las probabilidades reales de su existencia.
Un artículo publicado en la revista Physics Reports, describe la información obtenida con apoyo en miles de modelos informáticos sobre la evolución dinámica del sistema solar distante con datos actualizados de la naturaleza del Planeta Nueve, incluida una estimación que sugiere que es más pequeño y está más cerca del Sol de lo que se sospechaba.
De acuerdo con la investigación, este misterioso cuerpo sería como mínimo cinco veces más grande que el nuestro, contrariando estudios anteriores que duplicaban esa cifra.
Asimismo, plantea que su órbita elíptica lo llevaría a estar a 400 veces la distancia Sol-Tierra. Y tendría además de 15 a 25 grados de inclinación sobre el plano orbital del sistema solar donde se encuentran la mayoría de los planetas.
Teoría del Planeta X
La existencia de este misterioso mundo ya había sido propuesta por diversos investigadores en el siglo pasado, donde popularmente se lo bautizó Planeta X. Es recién en esta década, cuando la tecnología ha permitido estudiar el espacio con mayor precisión más allá del cinturón de Kuiper.
Los astrónomos pudieron detectar que solo la presencia de un planeta gigante justificaría el comportamiento de los objetos transneptunianos por la influencia gravitatoria de un astro mayor.
“Si supiéramos dónde se encuentra ubicado en el cielo, podríamos apuntar un telescopio en la dirección correcta y verlo. Pero esto es un objeto muy tenue en un cielo muy grande. Ya que no sabemos exactamente dónde está, hay que estudiar todo el cielo, o al menos gran parte de este, con el fin de encontrarlo”. Según el investigador.
Aseguró que “para 2030 lo habremos visto o tendremos una mejor idea de dónde está”. Aunque prudentemente agregó que “también es posible que para entonces tengamos explicaciones alternativas para las anomalías orbitales observadas” que hasta ahora llevan a inferir su existencia.