Lucetta Scaraffia y otros 10 editoras de la revista del Vaticano «Donne, Chiesa e mondo», una revista mensual del Osservatore Romano, renunciaron en masa en protesta contra la dirección actual del periódico oficial de la Santa Sede.

«Falta de estima, desconfianza, deslegitimación progresiva. Así no se podía seguir adelante». Pero, como lo escribió Lucetta Scaraffia en varias ocasiones, la principal razón de la renuncia masiva se debe a la nueva línea editorial del Osservatore Romano, que está silenciando los numerosos informes de abusos cometidos por sacerdotes varones a religiosas y que la Iglesia los ha mantenido deliberadamente ocultos.

«Las condiciones de libertad editorial bajo la nueva dirección del Osservatore Romano», denunció Lucetta, «han empeorado mucho.»

En particular, la periodista Lucetta Scaraffia habla explícitamente sobre las opciones editoriales de la nueva dirección del Osservatore Romano de «volver a una selección desde arriba de mujeres basada en la obediencia y la imposición del control masculino directo».

Scaraffia, junto con las otras diez periodistas que renunciaron, eran las editoras del inserto “Donne Chiesa mondo” adjunto al Osservatore.

«Hemos experimentado muchas dificultades desde que la nueva administración asumió el cargo. Durante al menos dos meses hemos visto la publicación de artículos totalmente opuestos a nuestra línea mensual, ha sido un proceso de aumento de la deslegitimación incluso tratando de poner a las mujeres en contra de otras mujeres «.

En el último editorial escrito por Scaraffia, en el que se anuncia el final de la publicación de «Donne Chiesa Mondo», Lucetta denuncia el regreso a una «selección de mujeres que comienza desde arriba, a la elección de colaboradoras que garantizan la obediencia» y la renuncia a toda posibilidad de abrir un verdadero diálogo, libre y valiente entre las mujeres que aman a la Iglesia en libertad y los hombres que forman parte de ella”.

Condiciones que han obligado a la redacción de «Donne, Chiesa e Mondo» a interrumpir la experiencia de su periódico después de 7 años.

Desafortunadamente, la cuestión de las mujeres en la Iglesia parece que en lugar de seguir adelante regresa hacia atrás, una decisión dolorosa y reflexiva la de Lucetta Scaraffia y de toda la redacción femenina que colaboraba para investigar áreas que abarcaban varios temas y que estaba al centro de su línea editorial justamente la cuestión femenina. La renuncia de todo el personal editorial representa un fuerte acto de protesta que reabre antiguas reflexiones básicas y fundamentales sobre la igualdad de género en la Iglesia y un tema tabú, el de los abusos sexuales, sobre el que incluso la Iglesia del Papa Francisco en este momento parece que desafortunadamente está abandonando.

Mirando esta historia, mis lectores me perdonan si me acuerdo de un famoso dicho popular: «el lobo pierde el pelo pero no el hábito».


Traducido del italiano por Michelle Oviedo