Publicamos la carta que uno de nuestros autores ha dirigido a la Senadora Liliana Segre expresando su respeto por las posiciones tomadas sobre el drama de los migrantes y pidiéndole que se exprese también sobre las violaciones del derecho internacional y los derechos humanos por parte de Israel en contra el pueblo palestino.
Confiamos, al igual que nuestra autora, en una respuesta de la senadora Segre, especialmente porque en estos días la ONU ha expresado una posición inequívoca sobre los crímenes cometidos por el ejército israelí en la Franja de Gaza.
La Redacción
Asunto: ¡Diga algo, senadora, por favor!
Estimada Senadora,
Después de leer el artículo en el Huffington Post el que adjunto el enlace al final, decidí compartirlo en mi página de Facebook porque considero que sus palabras son importantes y que la situación en la que nos precipitamos es muy grave.
Mientras estaba agregando un comentario para agradecerle públicamente, aunque es posible que nunca lo haya visto, me sorprendieron especialmente las palabras en las que se presentó su entrevista y por ello me dirigí a usted directamente en el texto que sigue y que copio incluso si el formato no es el de una carta, sino de un texto para Facebook.
Antes de comenzar a leer, asumiendo que desea hacerlo, por honestidad moral, le digo que he estado siguiendo la causa palestina durante muchos años – además de otras causas igualmente atormentadas, en realidad – y esas cinco palabras que presentaron su entrevista («rechazados como mi padre y yo») me hicieron venir a la mente no sólo el terrible drama de los migrantes, sino lo que ocurre casi a diario en la prisión llamada Palestina y, en particular, en la Franja de Gaza.
Yo también fui rechazada una vez y, a veces, sometida a interrogatorios humillantes con muchos registros corporales. Y soy italiana, ciudadana de un gobierno amigo y, por lo tanto, de alguna manera protegida. Sin embargo, tuve experiencias pesadas, como la simulación de un tiroteo por diversión de cuatro soldados insensatos mientras caminaba sola, por la noche, en la Vía Dolorosa en Jerusalén. Si hubiera sido palestina, habría reaccionado huyendo o gritando y ahora habría sido una mártir para los palestinos y una terrorista para los israelíes. Creo que usted me entiende y por eso le escribo. Esas palabras me hicieron pensar en las constantes mortificaciones y la violación de la libertad del pueblo palestino y, por lo tanto, me dirigí a usted en Facebook con las siguientes palabras:
«A la senadora Liliana Segre, a quién va todo mi respeto por sus posiciones abiertas hacia los migrantes, me gustaría decir que sus palabras exactas «RECHAZADAS COMO MI PADRE Y YO…» son un hecho que con el que regularmente vive la población palestina y a menudo también amigos de los palestinos que son RECHAZADOS, como usted y su padre, por carceleros israelíes que tienen las llaves para abrir o cerrar el acceso a Palestina. O, mejor dicho, lo que queda de Palestina después de que el estado judío – también apoyado por el silencio de los judíos buenos cómo usted – continúa anexando todas las tierras palestinas desde el Jordán hasta el Mediterráneo … ¡por ahora!
Diga algo, Senadora, háganos entender que lo que usted y todos sus correligionarios perseguidos por el nazismo han sufrido, no puede ser la justificación para guardar silencio sobre lo que Israel ha hecho durante más de setenta años.
«A veces el silencio es traición», dijo Martin Luther King, y su silencio sobre los crímenes cometidos por el estado que quiere ser el estado de todos los judíos, traiciona esos valores que, bueno, por otras razones, usted comparte y protege con razón.
Diga algo, Senadora, no solo por el pueblo palestino atormentado y aplastado bajo el pie israelí, sino también por aquellos valores universales que son válidos solo si se aplican a todos, de lo contrario, volverán a una forma de suprematismo del cual todos pagarán las trágicas consecuencias, excepto obviamente, al menos de inmediato, quien tiene el poder que le permite considerarse «raza» y la raza elegida.
Senadora, su sensibilidad humana sin duda la hace comprender cuánto sufrimiento le impone el Estado de Israel a los palestinos y le hace comprender que la violencia solo puede generar violencia. No cierre su sensibilidad humana detrás de las cortinas de hasbará que falsifican tiempos y acciones para silenciar las conciencias de personas buenas y moralmente honestas.
Pero no apelo solo a su sensibilidad humana, Senadora Segre. También apelo a su sentimiento político, visto en alto y noble y no cerrado en una etiqueta de partido, apelo a su sentimiento político para pedirle que hable, para dejar en claro que lo que Israel ha hecho durante tantos años implica la corrupción moral de los mismos israelíes hasta la completa devastación de esos principios, no solo en Israel, que, solo para hablar de nuestro país, están escritos en la Carta Constitucional nacida de la Resistencia.
He aquí, Senadora, detrás de ese «rechazados como mi padre y yo» hay una memoria histórica; bueno, use esta lente, por favor, también para leer los crímenes de Israel contra el pueblo palestino.
Le agradezco por su atención.
Patrizia Cecconi
Ps. Lo que acabo de copiar está en mi página de Facebook, pero hay una cosa que me gustaría decirle.
Nací algunos años después de la segunda guerra mundial, pero en mi familia algunos recuerdos eran recurrentes, especialmente cuando llegaba algún viejo tío que había estado en confinamiento o cuando escuchaba a mis padres y mis abuelos hablar sobre familiares y amigos, socialistas, judíos, anarquistas, comunistas desaparecidos en los campos de exterminio.
A los niños nos mandaban a jugar a otras habitaciones, pero los niños son curiosos y en esos casos nos turnamos para escuchar a escondidas. Es así, tal vez, que se formó la base de mi conciencia antifascista que luego, a lo largo de los años, sería refinada, haciéndome sentir como un imperativo moral de reaccionar contra cualquier injusticia. Creo que me entiende y por eso todavía le pido: diga algo, Senadora. Le agradezco infinitamente. P. C.
Artículo que contiene su entrevista: http://huffp.st/OhtdXEe?fbclid=IwAR3u8AhODuZBsBX9xv5A9IaExw4TUDpEjS2E92MqGkXsreeAXSTH1LCIue8
Traducido del italiano por Michele Oviedo