Tenía 26 años cuando Ilaria Alpi y Miran Hrovatin fueron asesinados en Mogadishu en marzo de 1994. Los argumentos de la investigación que llevaron a su muerte prematura son tan oportunos como siempre.
Tráfico de residuos tóxicos y contaminación indiscriminada. Según algunas reconstrucciones de los hechos, las empresas italianas, y no solo para ahorrar en la eliminación costosa de residuos tóxicos de su producción, estaban listas para hacer la vista gorda e imaginar que Somalia, presa de las interminables guerras internas, era el lugar adecuado para deshacerse de ellos. Y luego uno se pregunta por qué los africanos continúan emigrando.
El tráfico de armas. Sobre la base de algunas hipótesis de los barcos regalados a Somalia por parte de la cooperación italiana para apoyar las actividades pesqueras, viajaban llenos de armas y/o desechos tóxicos entre Europa y África. Como sabemos, las armas son un producto atemporal que se produce mucho en Europa y en Italia y se exporta un poco aquí y un poco allá, a pesar del Art. 11 de la Constitución. Esta intuición de Ilaria explicaba muchas cosas. Pero la justicia todavía lucha por arrojar luz sobre el misterio de esas trágicas muertes.
Como en una especie de conjunción astral en estos días de marzo, los problemas de la contaminación del agua y el cambio climático se han planteado, dado que ahora la industria química finalmente ha logrado contaminar incluso la casa propia, convenciendo a las haciendas agrícolas de que un veneno que lo mata todo, pero absolutamente todo, a nosotros no nos mata. Pero, afortunadamente, hay Fridays for Future que está empezando a hacer sentir una nueva fuerza y una visión diferente del mundo. Incluso en estos pocos días en Nueva Zelanda se consumó una matanza siguiendo los pasos y exactamente 20 años de la matanza de Columbine High School en Colorado (famosa por las diferentes películas que inspiró), con un motivo diferente y el estilo actual del choque entre culturas. Pero esta vez el gobierno de Nueva Zelanda casi de inmediato decide prohibir la venta y posesión de armas de combate. Esta es una verdadera buena noticia, porque cambia el curso. Bernie Sanders, candidato presidencial de EE. UU., inmediatamente hace eco de esta decisión, pero durante más de un año en los Estados Unidos, el aire ha estado soplando desde otra parte. El movimiento Never Again, fundado por iniciativa de los estudiantes de Marjory Stoneman Douglas High School en Parkland, Florida, se está manifestando: una generación más consciente que no está dispuesta a defender el derecho a tener un arma y, entre líneas, a hacerse «justicia» solos. La NRA (National Rifle Association) ya no tiene una vida fácil en casa y entonces intenta expandir su modelo y su negocio hacia Europa, lista para encontrar buenos hombros en la derecha populista para apoyarse. Pero las personas también están reaccionando, los jóvenes e incluso aquellos que no son tan jóvenes están despertando a los grandes temas de la civilización y las redes sociales aceleran los procesos de una manera impredecible.
Quizás la justicia todavía no esté lista para entregar a los verdaderos perpetradores de la muerte de Ilaria y Miran y explicar las razones de su trágico final. Solo han pasado 25 años y quizás haya pocos para desentrañar los misterios de este país.
Pero su legado no se ha perdido.
Especial de Atlantide
Sobre la contaminación del agua en Italia
Documento final de la conferencia del mismo nombre celebrada en Roma el 1 de marzo
https://www.pressenza.com/it/2019/03/produzione-e-commercio-di-armamenti-le-nostre-responsabilita-2/
Traducido del italiano por Michelle Oviedo
