Desde el 17 de noviembre de 2018, fecha de la primera manifestación de los Chalecos Amarillos, el gobierno francés no deja de reprimir, violentar y mutilar constantemente al pueblo. Hace caso omiso a las demandas de mujeres y hombres pacifistas/no violentos que han venido a apropiarse del espacio público para denunciar la violencia social y económica. Ofrecen propuestas, trabajan juntos, reflexionan sobre el futuro al que todos aspiramos: una sociedad más justa al servicio de la humanidad. La gente está recuperando la posesión de su futuro, invitándonos a todos y cada uno de nosotros a participar en esta construcción. Desde el inicio de esta histórica protesta, algunos medios de comunicación pertenecientes a los de los estatus sociales más altos han tratado de hacer que los Chalecos Amarillos parezcan violentos para justificar la represión violenta de un Estado que tiene miedo. Los jóvenes militan en las calles por la justicia climática exigiendo su derecho a un futuro, los maestros también marchan en las calles, las manifestaciones tienen lugar cada semana; el estado está temblando.
¿Estamos ante un «Estado terrorista»? Depende de cada uno de nosotros responder a esta interrogante teniendo en cuenta las acciones de este gobierno:
1) venta de la riqueza del país al sector privado y destrucción de los derechos sociales adquiridos
2) violación de las libertades: la llamada ley «anti-crackers», prohibición de las manifestaciones
3) violencia contra los Chalecos Amarillos que se oponen a partidos políticos y son tratados como criminales
4) intimidación, uso de armas de guerra como la pistola LBD 40, detenciones arbitrarias, detención policial sistemática
5) Movilización de la fuerza militar antiterrorista Centinela en diferentes ciudades
Inmovilizado por la ONU, la Amnistía Internacional y 53 organizaciones, sindicatos por la llamada ley «anti-crackers» y las irregularidades que puedan derivarse, este gobierno violento que está en marcha hacia la dictadura (como recordatorio: un régimen político en el que todos los poderes están concentrados en manos de una persona y un partido; ya casi estamos allí) anuncia hoy la movilización del dispositivo militar antiterrorista Centinela para la manifestación del próximo sábado en diferentes ciudades.
La elección de Macron a la presidencia de la República Francesa fue una elección programada, orquestada por los medios de comunicación al servicio de los poderes financieros. Se puede establecer un paralelismo con el golpe de Estado económico en Grecia fomentado por la Europa del dinero y Francia, que está siendo atacada, no desde fuera como Grecia, sino desde adentro, impulsada por las finanzas implementadas por Macron y sus secuaces. No estoy hablando de un complot, sino del cinismo de todas aquellas personas que se creen los dueños de nuestro planeta y quieren tener un control total sobre él.
El sábado 16 de marzo por la mañana, la Asamblea Nacional dio la totalidad de los votos al proyecto de ley PACTE sobre el desarrollo y transformación empresarial, 45 diputados estuvieron presentes de un total de 577, la ley fue aprobada por 27 votos a favor, 15 en contra y 3 abstenciones. Esto incluye la privatización de la Française des Jeux (FDJ), la privatización de ADP (un grupo que administra aeropuertos en el que el Estado francés es el accionista mayoritario, ganando decenas de millones de euros cada año) y la abolición de las tarifas reguladas del gas, la modificación de los niveles sociales (cuando una empresa aumenta su plantilla, esto puede tener consecuencias en términos de una nueva obligación de declarar o aumentar los tipos de cotizaciones sociales, un regalo acompañado de un período de cinco años consecutivos antes de la aplicación de las nuevas obligaciones), el aplazamiento de tres años de la prohibición de la producción, el almacenamiento y la circulación en Francia de plaguicidas prohibidos por la UE. Se examinará por última vez por el Senado el 9 de abril, antes de su aprobación final por la Asamblea.
Prefiero no mostrarles fotos de los Chalecos Amarillos con heridas comparables a las de las armas de guerra, es terrible. No hace falta una foto para comprender los riesgos que corren estas mujeres y hombres, quienes se manifiestan cada sábado desde hace 18 semanas en las calles de Francia por su derecho a vivir con dignidad; no solo por ellos, sino también por ti y por mí, por todos nosotros.
Este Gobierno, que se rehúsa a oír lo que sucede con respecto a la violencia para ocultar su incompetencia, se está convirtiendo claramente en un peligro para el pueblo francés; ¿puede el cinismo, la irresponsabilidad de querer que los muertos empiecen una guerra civil y envíen al ejército contra el pueblo? Su violencia no impedirá que la gente se manifieste, que luche por una vida mejor, por sus derechos. El pueblo no es el enemigo.
Traducido del francés por Rosalía Briones