Bajo el título común EUROPE.NETTING se están realizando en ciudades de Europa diversas jornadas de medios de comunicación independientes y movimientos sociales, organizadas por Pressenza junto con otras organizaciones y colectivos.

El objetivo de las jornadas es dar visibilidad a aquellas iniciativas y proyectos que van conformando un nuevo modelo social, así como propiciar vínculos entre las personas y colectivos que las promueven.

Las jornadas se desarrollan a través de conferencias y proyecciones audiovisuales. Las redes de solidaridad es el tema del evento y el hilo conductor entre la diversidad de las organizaciones participantes.

Las 3as JORNADAS de medios de comunicación independientes y movimientos sociales tendrán lugar en el mes de abril en Barcelona, en medio de un ambiente social en el que tiende a irrumpir la derecha más radical, basada en la doctrina de caos, en la violencia, en la represión y en un profundo egoísmo sin sentido.

En abril se celebrarán las elecciones generales al parlamento de España y posteriormente, en el mes de mayo, tendrán lugar las elecciones autonómicas, europeas y municipales.

Afirmamos que todo lo que cada persona pueda sumar es válido para contrarrestar a las fuerzas oscuras –tanto las instaladas como las nuevas– que pretenden dominar los espacios de decisión general.

En otros tiempos el fascismo se impuso por muy poco, aprovechando la crisis y la debilidad social. Su triunfo fue el fracaso de los valores humanos, acarreando sufrimiento y retroceso de la humanidad. Lo mismo estamos presenciando hoy en países de Latinoamérica como Brasil y Argentina. Mientras que, en Europa, cuyo Parlamento Europeo está polarizado a la derecha, la presencia del neofascismo es creciente en los gobiernos de varios países como España, Suecia, Hungría, Austria o Alemania.

Se trata de un guion reiterativo en el que organizaciones ilícitas, imperialistas y violentas se confabulan para relegar a las fuerzas democráticas. Compañías multinacionales que reclaman potestad para destruir el Medio Ambiente, autoridad para extorsionar a toda oposición, mientras promueven –al amparo de los poderes fácticos– procesos judiciales inverosímiles.

Europa es cómplice de muchos desastres en todo el mundo y, al tiempo, los millones de personas que la integran son víctimas de ese engranaje de involución.

Afortunadamente no todo va en dirección negativa. Tenemos el extraordinario ejemplo de López Obrador en México, tenemos el ejemplo de organizaciones como Open Arms y multitud de ejemplos más de que las cosas pueden ir para el lado evolutivo, como ya sucedió en muchos momentos de la historia. Pero es mucho lo que hay que reparar.

Necesitamos cambiar la mirada, descontaminar nuestra observación de la realidad. Es preciso destacar la solidaridad. No mirar al mundo solamente a través del ojo de los grandes medios. No acatar como única posibilidad el fárrago de opiniones que inundan esos medios masivos. Muchos disfrazan su doctrina violenta con un registro comunicacional supuestamente riguroso, pero si ponemos atención realmente, cada enunciado está teñido de una determinada ideología, aquella que responde a una élite que pretende su hegemonía cultural y que detenta el poder económico-militar.

Simultáneamente a un hecho violento, cruel o injusto, miles de pequeñas acciones solidarias se disparan como respuesta desde la gente común. Muy pocas son difundidas y muy pocas son percibidas.

Para contrarrestar la contaminación mediática es preciso atender y difundir los miles de acciones positivas, así como los efectos demostración de aquello que emerge abriendo el futuro. Hoy es posible replicar en otras latitudes y a otras escalas, aquello por lo que los pueblos promueven en su esperanza por un futuro diferente.

En esta época de gran cambio están en crisis los individuos, las instituciones y la sociedad. El cambio es cada vez más rápido y también las crisis individuales, institucionales y sociales, lo cual es causa de perturbaciones que afectan a amplios sectores humanos.

Lo que vemos en Europa y en todo el planeta es, que el viejo mundo se va descomponiendo mientras que un nuevo mundo no ha sido imaginado.

Han aparecido multitud de movimientos emergentes que expresan su anhelo de constituir otro mundo.

Desde los municipios, se ha abierto un camino de acción muy diferente de lo que marcan las políticas del anti-humanismo desconectadas de la base social.

Para crear las condiciones de una nueva dirección común, necesitamos hacernos visibles.

La diversidad no es un inconveniente sino la potencia de un nuevo mundo a imaginar. Con esta idea de fondo nos planteamos la emergencia del momento actual, en el que amplias regiones del planeta sufren un naufragio abrumador.

 

Europe Netting

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