Las actividades dedicadas e inspiradas por los 10 años de Pressenza continúan en toda Italia. El sábado 17 de marzo a las 6 pm, en la Biblioteca Tamu en Via Santa Chiara 10 H, en Nápoles, tuvo lugar la reunión «Si la cultura construye la convivencia». La ocasión, dada por la presentación del libro de Gianmarco Pisa y publicado por Multimage «Paesaggi Kosovari 1998-2018, El patrimonio cultural como un recurso para el progreso y las oportunidades para la paz», demostró ser un momento de diálogo profundo y participativo para todos los presentes, enfocado en la construcción de un camino comunitario de convivencia no violenta basado en la mejora del patrimonio cultural, tomando como ejemplo todo lo que está tratando de llevar a cabo en Kosovo.
El diálogo multivoz orquestado por Rosanna Sirignano, de la Universidad de Heidelberg, involucró al autor del libro Gianmarco Pisa, el responsable de la redacción italiana de Pressenza Olivier Turquet, e Immacolata Caruso, investigadora del Instituto de Estudios sobre Sociedades del Mediterráneo, así como las muchas personas que intervinieron con su propia contribución, frutos de la experiencia personal. Para destacar la presencia, entre otros, de dos chicos albaneses y de uno de Kosovo. Este último es la única persona kosovar presente en Nápoles en este momento, según lo que se recogió de su testimonio personal.
La conversación ha profundizado muchos temas: desde la necesidad de publicar y difundir libros sobre prácticas no violentas, hasta los argumentos y metodologías de investigación sobre el tema para profundizar finalmente en las características reales del desarrollo de la construcción comunitaria no violenta en la realidad kosovar.
Añadiendo las dificultades de un escenario de posguerra a las de un lugar olvidado demasiado rápido por Europa que rastrea la narración de sí misma, incluyendo solo las superpotencias económicas, la comunidad no violenta de Kosovo está tratando de responder a la necesidad de construir una identidad a través de la mejora del patrimonio cultural, respondiendo con la creación y realización de monumentos que pueden indicar – con un valor programático reconocido porque se utilizó en el pasado reciente – un futuro diferente del diseñado para el conflicto y dirigido a él mismo. Centrales son, en un lugar privado de infraestructuras y aún sujeto a influencias disruptivas, las preguntas planteadas por la instrucción y la falta de manuales compartidos y capaces de traducir en palabras y documentos la historia del lugar, y especialmente de las personas que viven en él.
El debate, impulsado por todo el sentimiento napolitano hacia los problemas unificados y basados en la identidad de la gente, podría haber continuado mucho más allá del tiempo de cierre de la librería, que ofreció los espacios para este importante momento de reflexión sobre la no violencia.
Traducido del italiano por Michelle Oviedo