Covo (Organización varese de orientación y cultura) nació en 2016 y se convirtió en «oficial» en marzo de 2017. Hablamos de su historia, sus actividades y proyectos futuros con dos de sus fundadores, Nicolò Tamburini y Giorgio Delodovici.

¿Cómo surgió la idea de formar esta asociación?

Al principio éramos solo un grupo de amigos que estudiaban en Informagiovani en Varese. María Luisa Troncia, la responsable del lugar, fue quien nos dio la idea de constituirnos en asociación. En resumen, un nacimiento espontáneo que luego adquirió un carácter más oficial. Y el nombre resume nuestros intereses: orientación al estudio, al trabajo y la cultura, a partir de nuestras grandes pasiones, la música y el cine, para luego tocar otros temas.

¿Qué actividades organizaste y con qué propósito?

Comenzamos con música – todos nosotros tocamos – con conciertos celebrados en Informagiovani y luego con un ciclo que mostraba clips de varias películas de Kubrick, Van Trier y el cine neorrealista comentados por un experto. Queríamos crear un espacio para debatir y hacer propuestas, algo que nunca había existido en Varese, que no solo sirviera para estudiar, sino que también fuera un lugar de reunión, un punto de referencia para los jóvenes como alternativa a las instalaciones habituales. También hemos organizado presentaciones de libros, cursos de teatro y dibujo a precios muy bajos, representaciones teatrales, reuniones y debates relacionados con eventos actuales, como el referéndum constitucional, las elecciones políticas y el decreto de seguridad. Y luego, volviendo al tema de la orientación de estudio, reuniones con graduados para ayudarles a elegir el camino hacia la universidad. Queríamos compartir nuestra experiencia y responder preguntas que generalmente no encuentran lugar en las reuniones oficiales.

En particular, organizamos 4 o 5 Open Mic, micrófonos abiertos con muchas bandas y solistas, con una buena participación de la audiencia. Poco a poco el aspecto musical se ha sumado un propósito de solidaridad y ayuda concreta. En julio pasado, el Open Mic estaba destinado a recaudar fondos para una asociación de estudiantes de medicina que asisten a los refugiados en Salónica, Grecia, y en diciembre recolectamos sacos de dormir para la emergencia de frío y la ropa que luego donamos a Caritas.

¿Qué valores los llevaron a organizar estas iniciativas?

Bueno, para nosotros la recepción y el antifascismo son valores constitucionales que deben ser afirmados. No es necesario pertenecer a un partido para compartirlos.

¿Qué proyectos tienen ahora?

Hemos ganado una licitación del Municipio y podremos mudarnos a un nuevo espacio, en el edificio de una escuela secundaria donde una parte será autogestionada.

A fines de abril, principios de mayo, celebraremos una nueva jornada abierta universitaria, después de aquella del pasado octubre, para responder a las preguntas de los graduados y para proporcionar información basada en nuestra experiencia. Y a fines de abril celebraremos una reunión sobre neofascismos.

¿Cómo ven el futuro?

Con optimismo y esperanza por el deseo de hacer y participar de tantos jóvenes. Por supuesto, también vemos mucha delegación, rendición y cierto entumecimiento y, por lo tanto, también llegan momentos de pesimismo. No se trata de tener una confianza generalizada, sino de devolverla a aquellos que están activos, de reaccionar, salir y crear una alternativa. Y escuchar a tanta gente agradeciéndonos y que están bien debido a nuestras iniciativas vale la pena todo el esfuerzo que le invertimos.

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Traducido del italiano por Michelle Oviedo