Sobre unas 260.000 personas han participado hoy en la manifestación por la huelga feminista en el centro de Barcelona. La lucha contra toda discriminación ha sido lo más significativo que ha integrado todos los colectivos y reivindicaciones.
A ritmo de Alaska, Gloria Geinors y las músicas más festivas pensadas para impulsar cualquier acto de valentía, la manifestación de Barcelona discurría por el centro de la ciudad acompasada por una multitud de personas, mujeres en su mayoría, dispuestas a luchar por la infinidad de derechos de igualdad que desde el sexo femenino todavía tienen mucho tramo que recorrer. La ciudad se ha vestido de lila y desde la noche anterior las marchas nocturnas ya recorrían muchas calles de las diferentes localidades catalanas. Durante todo el día se han realizado talleres, conferencias, performances, y actos reivindicativos de todo tipo.
El 8M viene gestándose desde hace tiempo, y sobre todo impulsado por la fuerza que ya dejaron las manifestaciones hace un año, y que fruto de ello han ido fortificando un sentimiento de lo femenino, ligado a cualquier tipo de discriminación, que no para de crecer. Un movimiento imparable porque cada vez la conciencia de género es mayor y porque la lucha por el feminismo, ya no se centra sólo en unos valores mínimos de defender un reconocimiento como trabajadora, que también, por supuesto, pero, la lucha feminista abarca mucho más. Hablar en estos momentos del auge del feminismo, incluye muchas luchas y una de ellas es sublevarse contra todo tipo de violencia, contra todo tipo de discriminación y desigualdad.
El movimiento feminista de la ciudad de Barcelona es un movimiento vivo, en constante lucha, que está filtrándose cada vez más en todos los ámbitos sociales con una fuerza muy potente y es un movimiento que no va a dejar pasar más incidentes históricos respecto a cuestiones de género, porque se está organizando, pero todavía, por desgracia, la violencia sobre las mujeres está lejos de ser erradicada, queda mucho por recorrer.
Este año la principal reivindicación venía encabezada por hacer frente a que ninguna postura ideológica reaccionaria política pare los pies al movimiento feminista que va en la dirección de construir una sociedad más equitativa, más justa.
Este 8m ha estado marcado por dar respuesta a todos los movimientos de derecha y de extrema derecha, que están impidiendo el avance de los feminismos. Un Partido Popular, que lejos de apoyar se excluye de la convocatoria; que cuestiona derechos básicos que la mujer ha luchado durante años, como el derecho al aborto. VOX, el partido más extremista, diciendo barbaridades sobre violencia masculina y negando la existencia de un sistema estructural de violencia masculina.
El temor a perder lo conseguido durante tantos años de lucha desde los años 70 y empezar un proceso de involución, es uno de los mayores temores de la lucha feminista.
Se piden mejoras, mejoras en la situación económica femenina, superar la brecha salarial entre hombres y mujeres; combatir la violencia contra las mujeres y las personas LGTBI; cuidar a quien nos cuida; defender los derechos para las mujeres migrantes; Atención a la salud para todas; lucha contra el tráfico de personas con finalidad de prostitución forzada así como velar por los derechos de las trabajadoras sexuales; promover la diversidad sexual y de género; romper con la precariedad laboral e inserción de mujeres en puestos de trabajo fuertemente masculinizados.
Se pide que premios y distinciones sean paritarios. Reconocimientos femeninos como cambiar los nombres de las calles para que cada vez tengan más visibilidad mujeres que han tenido una trayectoria profesional y social destacable.
Se está pensando mucho en el uso cotidiano de la ciudad, de cómo se ha descuidado un urbanismo que favorezca la cotidianidad de los principales usos que la mujer hace de él. Por ejemplo, en temas de seguridad hay grandes diferencias de cómo la mujer percibe la ciudad de un modo diferente a como la percibe el hombre, como es el acceso a los lugares de ocio nocturno. Siempre resultan inseguros desde el punto de vista de una mujer.
Sobre todas estas causas y muchas más, el 8M de este año ha dado un salto más, un salto para que la lucha contra todo tipo de discriminación sea la lucha de todas y todos.