Por Pierrick Tillet (*) para el blog Blog Chroniques du Yéti
Tres meses – ¡el equivalente a un tres de mayo de 1968!– en que la revuelta de los Chalecos amarillos no decrece en absoluto, sino más bien lo contrario. ¿Entonces qué sigue?
Tres etapas es lo que se necesita para que un levantamiento minoritario se convierta en una revolución mayoritaria:
- La conquista de la opinión pública.
- El derrocamiento del poder ya establecido.
- El establecimiento de un nuevo sistema
Los Chalecos amarillos han ganado en gran parte la batalla por la opinión pública
En tres meses, los Chalecos amarillos han ganado ampliamente, y aparentemente se mantienen con esa racha en lo referente a la batalla por la opinión pública. Los esfuerzos de las autoridades por aislar a los manifestantes de la población mediante la exhibición de su supuesta violencia han fracasado. Por el contrario, lo que han mostrado es una brutal represión policial que estalló de forma muy evidente.
Asimismo, han fallado los intentos del régimen para recuperar políticamente el movimiento: a través de las mentiras tontas (el falso aumento del salario mínimo interprofesional de crecimiento, SMIC por sus siglas en francés) de un Emmanuel Macron arrinconado el 10 de diciembre en donde la organización del “Gran debate nacional” se mostró demasiado asediada para ser honesta…
Desterrar el poder apoyándose en el pueblo
Los Chalecos amarillos se enfrentan ahora a un problema muy difícil de resolver: cómo desterrar el poder establecido sabiendo que este no tiene intención de cambiar su política de destrucción social masiva, y mucho menos responder favorablemente a las demandas de los manifestantes. Así, hay algo que admitir: al no realizarse en el marco de las instituciones cerradas de la Quinta República, y al no apoyarse en una formación política existente, esta transferencia forzada de poder no se realizará sin recurrir a la fuerza.
Pero una revuelta armada inmediata por parte de una minoría activa sería muy arriesgada hoy en día ya que esta supone el riesgo de no tener control sobre las fuerzas fuertemente armadas de las autoridades, así como también el riesgo de aislamiento debido al cambio de opinión de los que temen.
Salvo que el «Gran Debate Nacional» podría tener una virtud que ciertamente no haya anticipado el poder de Macron. Muchos ayuntamientos han organizado estas reuniones… sin seguir al pie de la letra las órdenes del Élysée, liberándose, por ejemplo, de las 35 preguntas cerradas que les impidieron abordar los problemas reales. De hecho, se crearon buzones de quejas, esto siendo sorprendentemente muy cercano a lo que reivindicaban los Chalecos amarillos desde el principio de su revuelta.
Aprovechando estas reuniones, al beneficiarse de las instalaciones que los municipios a veces ponen a su disposición, los Chalecos Amarillos pueden crear un espacio de encuentro con una población benevolente a su causa, esto para analizar junto a ellos las perspectivas de la toma del poder y para asegurar su apoyo activo.
El efecto Commercy, el «verdadero debate»: la preparación antes del establecimiento de la próxima República.
El establecimiento de un nuevo sistema político ocupa el tercer lugar en las etapas de la construcción revolucionaria. Sin embargo esto presupone contar con una buena preparación antes de la toma del poder. Esto es exactamente lo que está sucediendo en la actualidad con el establecimiento de los buzones de quejas que permiten observar la convergencia de las aspiraciones de los diversos estratos de la sociedad francesa.
Otras iniciativas, como la de los Chalecos amarillos de Commercy son parte de esta preparación para la nueva República. Por el momento, su «Asamblea de Asambleas» está dirigida casi exclusivamente a los Chalecos amarillos reivindicados. Pero aquí nuevamente, asociar a la población que aún se muestra pasiva hacia estos trabajos de preparación no parece, como mínimo, un objetivo insuperable.
Destaquemos por último, la plataforma del “Debate verdadero”, lugar en donde abundan las ideas y el que también supone una federación de energía accesible para todos.
En resumen, el enfrentamiento con un poder que se aferra a sus ramas podridas parece inevitable. Sin embargo, la ventaja de la que actualmente gozan los Chalecos amarillos les da una posición estratégica dominante e innegable para la continuación de su movimiento, siempre que retengan y amplifiquen el apoyo activo que les brinda la población.
(*) el autor
Un «viajero en casa» que busca un cambio de civilización, pero que no espera «el mundo del mañana» para comenzar a vivir.
Fuente: https://yetiblog.org/archives/15215
Traducido del francés por Rosalía Briones