158 en contra y 117 en favor. Con este escrutinio, el Senado, el pasado 5 de febrero, rechazó la «resolución preliminar» presentada por el grupo Forza Italia sobre la subsistencia de las razones para la adopción del instrumento del Decreto sobre la Ley de Ingreso de Ciudadanía. En opinión de los senadores a favor de Berlusconi, no había una necesidad urgente de abordar la cuestión de la pobreza y, en todo caso, el texto del Decreto era desigual per se.

Con esta votación que rechaza el «fallo preliminar», el Decreto comienza su camino hacia la conversión a ley del estado.

Votaron a favor del «fallo preliminar» y, por lo tanto, en contra del Ingreso de Ciudadanía, además de los senadores de Forza Italia, los de los Hermanos de Italia y el Partido Demócrata. En definitiva los derechistas liberales. El gobierno, por otro lado, ha encontrado el apoyo de Liberi e Uguali (LeU) que se ha puesto del lado del Ingreso de Ciudadanía y, por lo tanto, en contra de la «resolución preliminar».

En particular, la senadora y periodista romana Loredana De Petris (LeU) reconoció que el ingreso de ciudadanía es una «herramienta importante para combatir la pobreza, que tiende a un mínimo de redistribución». A la izquierda, observamos la disposición con un ojo crítico pero constructivo: “nosotros queremos trabajar y entrar en el mérito, porque hay muchos asuntos que no funcionan», dijo la senadora, al anunciar una serie de enmiendas. Una posición finalmente clara, después de que la izquierda «brillara» por su ausencia de opinión sobre la propuesta del Ingreso de la Ciudadanía, en los últimos días.

El debate del Senado sobre el Ingreso de Ciudadanía

Parece interesante citar el texto literal pronunciado por algunos senadores de la Derecha para entender cómo está el nivel de la política por ese lado.

«Esta medida sin duda garantizará ingresos para aquellos que trabajan ilegalmente y también para inmigrantes», explica la empresaria paduana Roberta Toffanin (Forza Italia). El abogado ferrarense Alberto Balboni (Hermanos de Italia) expresa, con mayor detalle, su preocupación por el uso del Ingreso de Ciudadanía por parte de extranjeros: «el límite de diez años es claramente inconstitucional. Existen ya numerosas sentencias del Tribunal Constitucional. Es así que el límite de diez años, que está escrito en la arena junto al mar; es un límite que no existe». Balboni, en consecuencia, teme al efecto «llamada», con hordas de africanos que vienen a nadar al “El dorado” de los 780 euros.

El periodista romano Antonio Saccone (Forza Italia) plantea otra cuestión. «Si el salario promedio de un joven menor de treinta y cinco años en el Sur es de 740 euros netos, ¿cómo creen ustedes que pueda salir a buscar trabajo?» Así que el Ingreso de Ciudadanía desanima a aceptar trabajos con salario miserable, según Saccone. Sin duda una cosa seria.

El senador ingeniero de Trieste Stefano Patuanelli (M5S) no se pierde la expresión poco feliz de Saccone para una respuesta burlona: «¿Por qué el salario es tan bajo en este país? ¿Cuáles son las responsabilidades de Confindustria, de los sindicatos y de esta clase política, que ha producido esta situación?».

Más constructivo que los colegas de Forza Italia y Fratelli d’Italia, el senador y ejecutivo de Turín Mauro Laus (Partido Demócrata) que teme que las «personas sin hogar», es decir los más pobres y necesitados, puedan ser excluidas del Ingreso de Ciudadanía: «Hay alrededor de 50,000 personas sin hogar en Italia y es indispensable prever explícitamente de la residencia ficticia a aquellos registros tradicionales», explica.

De nuevo, Laus, en referencia a los niveles salariales permitidos por el senador Saccone, afirma que «el objetivo del salario mínimo se alcanzó al menos simultáneamente, si no antes, de cualquier razonamiento sobre los ingresos de la ciudadanía».

No podemos, en este aspecto, estar en desacuerdo con Laus. En el Parlamento hay, así como existía en la última legislatura, algunas propuestas legislativas que podrían regular este asunto. ¿Alguna vez llegarán estas al final del viaje y serán aprobadas?


Traducido del italiano por Michelle Oviedo