por Javier Tolcachier
En la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores del Poder Popular – conocida como «Casa Amarilla»- tuvo lugar el evento internacional «Somos Venezuela por la Democracia y la Paz» en el que intelectuales de distintos países del mundo tuvieron la oportunidad de encontrarse con el presidente Nicolás Maduro Moros.
En su alocución, el presidente rememoró la rebelión cívico militar que encabezara el entonces teniente coronel Hugo Chávez el 4 de Febrero de 1992, conocida aquí oficialmente como el «Día de la Dignidad». 27 años transcurridos desde entonces en una «rebelión permanente».
«Rebelión permanente contra el imperialismo, el neoliberalismo, la oligarquía, contra la cultura esclavizante que pretende dominarnos. Rebelarnos contra el robo de los derechos sociales, las mentiras y la política “fake news”. Una rebelión permanente que une mil formas de rebelarse. Todas las formas de rebelión, buscando la gran rebelión latinoamericana», significó.
Trazó el paralelismo con lo que significó la gesta del 19 Abril de 1810, «en este mismo espacio, en la Plaza Mayor (ahora Plaza Bolívar), donde el pueblo, mulatos, mestizos, negros libertos, blancos criollos rebeldes, les dijeron al Capitán General: ¡No te queremos, vete de aquí!», hito que indicó el rumbo hacia la independencia.
El mandatario se refirió también a la censura mediática que las grandes cadenas ejercen contra la Revolución Bolivariana, negando la existencia de un fuerte movimiento popular en su respaldo. «Los invisibles, los que ustedes nunca podrán ver en CNN o BBC». «Cuando los invisibles salen, es como un grupo de fantasmas que espanta a la oligarquía mundial.»
En relación a la fecha de asunción a la presidencia de Hugo Chávez Frías (2 de Febrero de 1999) puntualizó: “Estamos celebrando 27 años de rebelión permanente y 20 años de revolución, en batalla y victoria permanente también.” “27 y 20, números mágicos, pueden jugarlo en la lotería y los animalitos, seguro salen”, bromeó.
El presidente de Venezuela ofreció importantes precisiones sobre el momento actual. «Venezuela está en estos momentos desarrollando una batalla por su propia existencia. Estamos dando la batalla de nuestro país como república, de nuestra nación como nación independiente. Nunca antes en los 200 años de vida republicana, Venezuela había sido sometida a un proceso de amenazas, de presiones, de agresiones, como las que hoy estamos viviendo.
El presidente hizo un breve recuento de la historia, útil a las delegaciones visitantes para ubicarse en contexto de proceso, pero también señalizando evidentes parangones entre las situaciones pasadas y las presentes.
Entre 1810 y 1830 Venezuela sufrió un período intenso de guerra militar. “Nos tocó enfrentar el poder del imperio español, cimentado en 300 años de dominio ideológico, político, de oscurantismo, de sometimiento y esclavismo en todas estas tierras que hoy llamamos América Latina y el Caribe.”
Ya por entonces, los gobernantes de los EEUU se negaron a apoyar la independencia y la liberación de los americanos del Sur, y cooperaron con el imperio español para que mantuviera su dominio. En 1818, refirió Nicolás Maduro, Simón Bolívar capturó dos goletas llenas de armamento enviado por los EEUU para los españoles, que pasaron por el Orinoco y allí fueron capturadas por el libertador.
«Todo el establishment de la época colonial estuvo en contra de la independencia de NuestrAmeríca, nadie nos la regaló, la ganamos a pulso, nos la ganamos con sangre, sudor y lágrimas, con el esfuerzo de miles de hombres y mujeres, de indios, zambos, mestizos, negros, esclavos.»
En una nueva referencia a paralelismos históricos, el presidente recordó cómo en el transcurso de la Guerra Federal, una fracción de la oligarquía salió a pedirle al Reino Unido que interviniera en la guerra a favor del bando oligárquico, que estaba perdiendo frente al ejército popular. A cambio los oligarcas prometían a los británicos la entrega de la Guayana Esequiba y sus recursos.
Luego vinieron guerras civiles, caudillescas, de reparto del poder hasta que llegó la revolución libertadora del general Cipriano Castro, con la que se inició un camino de retoma de las banderas de Bolívar. Despuntando el siglo XX, Venezuela ya aparecía con sus reservas petrolíferas, vinieron las potencias europeas con sus cañoneras a cobrarse las deudas que Venezuela tenía, producto de las distintas guerras. Allí se produjo el famoso bloqueo naval de La Guaira. Cipriano Castro lanzó una proclama desde la sede de Gobierno (hoy sede de Cancillería), llamando a la unión de los venezolanos frente a la amenaza cierta de invasión y de guerra.
Hoy la agresión actual contra el pueblo venezolano viene del imperialismo norteamericano y los gobiernos satélites de Europa y de América Latina, indicó Maduro. «La guerra sicológica es una prueba diaria para nuestro pueblo. A través de las redes sociales… Que ya nos invadieron, que están entrando por Cúcuta…¡No van entrar por Cúcuta ni por mil Cúcutas ¿O es que el país no tiene quien lo defienda o no tenemos una Fuerza Armada con suficiente capacidad para defender a Venezuela? Aquí en Venezuela no va a entrar nadie, ni un soldado invasor, se los aseguro como Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.“ exclamó con firmeza y convicción. «Aquí hay hombres y mujeres que nos duele esta tierra, que amamos esta tierra. Es una campaña, que están entrando por Cúcuta. Hormigas estarán entrando, bienvenidas», ironizó.
Sin embargo, no restó peligrosidad a la guerra sicológica que se desarrolla todos los días a todas horas.
En relación al comunicado del “cártel de Lima”, dijo que había comentado anteriormente con el canciller Arreaza y la vicepresidenta Delcy Rodríguez -presentes y a ambos flancos del presidente en el evento- “que léyendolo párrafo por párrafo, (uno más loco que otro, acotó) estamos venciendo, estamos ganando este período histórico, le estamos ganando al cártel de Lima”.
«Han convertido al cártel de Lima en una caricatura de lo que es la política mundial. Se han encargado de autodestruirse moralmente.» Señaló que la política internacional tiene que aceptar la diversidad, cualquier gobierno, cualesquiera sea su color político, tiene que establecer relaciones de Estado a Estado, tiene que ver al mundo como diversidad, pasando por encima de cualquier diferencia ideológica, política, religiosa, cultural.
En una definición paradigmática, afirmó: «El siglo XXI es el Siglo de la Diversidad , el siglo del diálogo entre civilizaciones, entre culturas y religiones, que han estado en guerra durante miles de años. Sí podemos vernos la cara de tú a tú como hermanos, cristianos, musulmanes, tibetanos, judíos; asiáticos, africanos, americanos, europeos…» profundizando luego en el concepto: «Una política internacional ajustada a los parámetros del derecho internacional y al siglo XXI no puede ser una política de intolerancia. De persecución ideológica, como la que el cartel de Lima ha pretendido contra la Revolución y el gobierno bolivariano, contra toda la izquierda, contra todos los sectores progresistas». Completó la posición indicando que se ha impuesto una verdadera inquisición política, moral e ideológica en la política internacional, «por no subordinarnos al pensamiento único, al neoliberalismo, por no someternos al mando de Washington».
“Quien tenga la paciencia de revisar los comunicados del cártel de Lima – que nadie lee – desde un año hacia acá, podrá ver la historia negativa, imperial de la política de intolerancia y persecución ideológica de estos gobiernos hacia Venezuela».
«Esto sólo se había visto con los golpes de Estado que dirigía la OEA». Recordó el golpe contra Jacobo Arbenz en Guatemala (1954). «Eran tiempos de cañoñeras, de intervencionismo, de golpes de Estado, de asesinato y así fue todo el siglo XX». Como lo indicara proféticamente Bolívar: “Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miseria a nombre de la libertad”.
Más adelante el presidente venezolano caracterizó a la actual dirección del gobierno estadounidense como extremistas. «Decirle halcón a John Bolton – asesor de Seguridad Nacional de los EEUU»- es perdonarlo, es un extremista, guerrerista, un loco involucrado en las operaciones de guerra sucia de los últimos cuarenta años del imperio estadounidense.» Del mismo modo, calificó las consecutivas expresiones de amenaza del vicepresidente Mike Pence, del secretario de Estado Mike Pompeo -“el equipo Venezuela, como se autodenominan». Ellos sienten que gobiernan Venezuela, fruto de la obediencia y subordinación de la derecha venezolana, a quienes dan órdenes por twitter, cuándo y hacia dónde marchar, qué decir, que anunciar».
A lo que agregó: «El jefe de la banda extremista, el jefe del Ku Klux Klan, Donald Trump», quien fuera preguntado en consulta periodística sobre Venezuela, “como si estuviera hablando de unas vacaciones en Miami Beach, dijo que tenía contemplada la posibilidad de una invasión del ejército norteamericano a nuestra amada patria Venezuela.”
Y yo he preguntado hoy, «¿Cuál es el casus belli? ¿Cuál es la causa de guerra para declararle la guerra a Venezuela, Sr. Donald Trump? ¿Que Venezuela es una amenaza para la seguridad nacional de los EEUU? La razón son el petróleo y las reservas naturales de nuestra amada Patria. Es una locura hablar de guerra en este siglo XXI. Esta tierra tiene hombres y mujeres que en cualquier circunstancia saldrían al frente de estas pretensiones guerreristas, inhumanas, que violan el derecho internacional.»
«Y lo digo como el presidente pacifista que soy. Soy devoto de Mahatma Gandhi, soy admirador – desde niño – de ese gran revolucionario socialista Nelson Mandela. Somos hijos de un gran pacifista, nuestro comandante Chávez. Somos un pueblo de paz. Amamos la paz como la vida misma.», precisó en un segmento muy significativo de su intervención.»
Nicolás Maduro trajo a la presencia la Declaración de América Latina y el Caribe como territorio de Paz, sellada en La Habana 2014 en el marco de la CELAC. «Yo levanté mis dos manos para aprobarla». «Como pueblo de paz que somos, no le tenemos ningún miedo a sus amenazas, Sr. Trump. Venezuela tiene el derecho y la verdad de su lado. Estamos del lado correcto de la historia. Y Ud. no tiene razones para amenazar a un pueblo libre y pacífico como el nuestro con el uso de la fuerza militar. Además es violatorio de la Carta de las Naciones Unidas, incluso violatorio de la Carta de la OEA que prohíben explícitamente el uso de la amenaza militar y el uso de la fuerza entre Estados.», puntualizó.
«La declaración de Donald Trump es ilegal, criminal, atentatoria contra Naciones Unidas, su sistema y carta fundacional. Pero aquí la derecha lo aplaude y sale a marchar con la bandera gringa pidiendo intervención. Habráse visto, que una minoría enloquecida pida la intervención militar a su propia patria. ¡Insensatos, no saben lo que dicen, no saben lo que hacen!.»
«Como si fuera un deporte, cada 48, cada 24 horas sale un vocero de la Casa Blanca a amenazar con el uso de la fuerza militar. ¡No, en Venezuela no va a haber intervención. En Venezuela no va a habar golpe de Estado consolidado. En Venezuela no va a haber guerra. En Venezuela va a ganar la paz! Vamos a volver a triunfar por un solo camino, la Paz con justicia, la paz con soberanía, la paz con independencia, la paz con igualdad, la paz integral.» afirmó, entre el aplauso cerrado de la concurrencia.
Por otra parte, el presidente destacó la fortaleza de las Fuerzas Armadas y las milicias populares con una estrategia que garantiza la posibilidad de defender cada porción de territorio venezolano.
Entre otros conceptos, afirmó que Venezuela está hoy en el centro de la disputa geopolítica y que el destino de América Latina y el Caribe y de las mejores causas de la humanidad depende en buena parte de lo que suceda ahora.
Informó que se impulsará a partir de este mismo miércoles un documento para entregar al gobierno de los Estados Unidos, exigiendo el retiro de todas las amenazas, el respeto a la constitucionalidad y al derecho internacional. El texto, que será puesto a la firma pública del pueblo venezolano, aspira a ser refrendado por diez millones de voluntades.
El presidente convocó a la solidaridad de los movimientos populares de todo el mundo, a despertar una ola a favor de la paz, para la resolución pacífica de los conflictos, más allá de las preferencias políticas.
Resaltó la importancia de la conferencia internacional que se desarrollará este 6 y 7 de Febrero en Montevideo, convocada por los gobiernos de México, Uruguay, Bolivia y los 14 países de la Comunidad del Caribe (CARICOM).
La idea de todos ellos es la paz, el diálogo, el entendimiento, el respeto al derecho internacional. Pero «EEUU, el cártel de Lima salieron a decir no al diálogo. Si no buscamos el diálogo entre venezolanos, ¿Qué buscamos?, ¿la guerra?», preguntó.
«Nosotros decimos Sí al diálogo, sí al entendimiento, Sí a la reconciliación nacional, Sí a los acuerdos, sí, sí, sí. Mil veces Sí. ¡Mil veces diálogo!», concluyó.